domingo, 25 de septiembre de 2016

BYE BYE ADIÓS


domingo 25 de setiembre de 2016




LAS COMPRAS DE DÓLARES PARA ATESORAR Y PARA VIAJAR AL 

EXTERIOR SUMAN 25.728 MILLONES DESDE EL COMIENZO DEL

GOBIERNO DE MACRI HASTA FIN DE AGOSTO.


Brotes verdes




Sin señales de recuperación económica pese al deseo de la red de voceros oficiosos, lo único que se mantiene firme es la fuga hacia el dólar, que está siendo atendida por un vertiginoso endeudamiento externo.
El único brote verde de la economía de Macri es la dolarización de activos.



Por       Alfredo Zaiat


Las cifras que proporciona el anexo estadístico del balance cambiario del Banco Central son muy ilustrativas de los brotes verdes en la economía. En el período enero-agosto, la demanda para atesoramiento de dólares, ahorro en divisas transferido al exterior y turismo a otros países fue de 23.106 millones de dólares. Brote verde es la figura botánica que economistas ofrecen para explicar el inicio de una recuperación del nivel de actividad. El único que hoy muestra la economía de Macri es la compra de dólares pese al esfuerzo de su amplia red de voceros de que sean de la actividad económica. Si se agregan las compras de diciembre a partir del día 10, cuando comenzó la liberalización del mercado cambiario con la nueva administración, la suma trepa a 25.728 millones. Este monto es el principal indicador para evaluar la intensidad de la presión cambiaria en la gestión macrista. Si no fuera por la inmensa red oficial de sugestión colectiva desplegada en estos meses, esta impresionante dolarización de activos sería anotada como una de las corrida cambiarias más impresionante de los últimos años.

Restado los ingresos de dólares contabilizados en esos rubros, el resultado neto sigue siendo igual muy elevado, al sumar 14.599 millones desde el inicio del gobierno de Macri hasta fin de agosto. Es en el período que teóricamente hubo un shock de confianza en el mundo de los negocios. Hasta ahora, más allá de deseos de funcionarios y consultoras de la city macristas, el único brote verde de la economía es la fuga de ahorro en pesos hacia el dólar. Este acelerado proceso de dolarización fue atendido con los billetes obtenidos del vertiginoso endeudamiento externo a nivel nacional, provincial y del sector privado. Otra vez, como en el ciclo económico iniciado en 1976 que estalló en el 2001, la deuda externa esta financiando la fuga de capitales.

Es tal el desequilibrio de las cuentas fiscales provocado por el Ministerio de Finanzas y Deshacienda y la intensidad de la corrida cambiaria que el ritmo de endeudamiento externo no puede detenerse pese a la promesa oficial. El gobierno necesita más dólares para cubrir el déficit fiscal auto infligido, por la eliminación de aranceles de exportación (retenciones) y reducción de impuestos, y la recesión económica que deteriora los ingresos tributarios. También los necesita para atender la demanda creciente de divisas que se fugan y para cubrir la demanda para viajes al exterior. Para no desentonar con la devaluación rápida de la palabra oficial en estos meses, Finanzas anunció que habrá una nueva emisión de deuda en mercados europeos. El secretario Deutsche Bank de Finanzas, Luis Caputo, había asegurado en un acto en la Bolsa de Comercio de Córdoba, a principios de mayo, que el país no volvería a tomar deuda del exterior hasta el 2018. Hace pocos días el ministro Alfonso Prat-Gay adelantó que antes de fin de año el gobierno emitirá un bono nominado en euros.


Dolarización

No hay lluvia de inversiones ni shock de confianza en los primeros diez meses de la administración Macri. Los discursos de apoyo y de satisfacción de corporaciones locales y extranjeras por las políticas pro mercado son útiles para encubrir una acelerada dolarización de activos, en niveles iguales o superiores a las peores corridas padecidas por el kirchnerismo, en 2008 y 2011. El elemento diferente es que las actuales autoridades no consideran que la fuga sea un problema, e incluso el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, manifiesta despreocupación por esa dolarización o por el stock de reservas. Afirma que la apertura plena de la cuenta capital (ingreso sin restricciones de capitales especulativos y facilidad de endeudamiento externo) no exige acumular reservas. Asegura además que la reducción de la tasa de inflación desalentará la compra de dólares y fortalecerá las colocaciones en pesos. En caso de alcanzar el objetivo de una desaceleración de precios, en situaciones similares, como en la convertibilidad, no hubo una menor dolarización, por el contrario, se profundizó. La respuesta que ofrece Sturzenegger es que ahora el tipo de cambio es libre, y que su ajuste lo definirá el mercado. Lo que minimiza el titular del Central es que en ese esquema puede avanzar el atraso del tipo de cambio, y en ese caso también aumentará la presión compradora de dólares, y si por el contrario se produce una devaluación habrá un nuevo shock inflacionario, lo que desalentará la inversión en pesos y fortalecerá la opción de acumular dólares.

Esa tendencia a la dolarización de ahorros por una u otra expectativa de los agentes económicos (atraso cambiario o devaluación) se profundizó en julio pasado cuando las compras en bancos y casas de cambio se ubicaron en un piso de 1500 millones. Al mes siguiente las compras brutas de billetes totalizaron 1567 millones concretadas por unos 647.000 clientes. Casi la mitad fue por operaciones de hasta 10.000 dólares. El Central eliminó el monto tope para la adquisición mensual de dólares por cliente. Primero repuso el máximo de 2 millones mensuales, luego lo elevó a 5 millones, para finalmente dejarlo sin límite. De ese total de compradores contabilizados por el Central en agosto pasado, 38.820 personas o empresas (6 por ciento) concretaron operaciones por encima de 5 millones sin justificar cuál sería el destino de esos dólares. A esas transacciones se le agregaron las compras de dólares canalizadas vía transferencias al exterior de libre disponibilidad, que en ese mes totalizaron 776 millones efectuadas por unos 700 clientes, y más de la mitad por sumas superiores a 5 millones.

El Banco Central reafirma en el último reporte del balance cambiario que las nuevas regulaciones establecen que las operaciones se pueden cursar sin la obligación de justificar con documentación cada una de ellas. Además que las compras de dólares dejaron de estar sujetas a un límite de monto y que se eliminaron las restricciones de acceso al mercado vinculadas a operaciones de derivados con contrapartes del exterior. También señala que se simplificaron las normas en materia de pagos de importaciones de bienes y de servicios, rentas, transferencias corrientes y activos no financieros no producidos y que se flexibilizaron las regulaciones en materia de ingreso y cancelación de deudas financieras.


Bicicleta

La amplia desregulación del mercado cambiario está acompañada de una impresionante emisión de títulos de deuda Lebac equivalente a la totalidad de la base monetaria y que terminará devengando intereses por más de 200 mil millones de pesos en el año. Este déficit cuasi fiscal creciente, que tarde o temprano se monetizará, es una presión adicional a futuro sobre la cotización del dólar. Para dilatar ese desenlace de la bicicleta ofrecida en bandeja al sistema financiero, la tasa de interés está siendo mantenida por encima de la inflación proyectada. Pero esa estrategia monetaria y cambiaria ahoga a la actividad productiva, sumergiendo a la economía en un círculo vicioso recesivo.

El millonario costo financiero de las Lebac para desalentar la dolarización de activos, objetivo que apenas lo está logrando, tiene como resultado un acelerado deterioro patrimonial del Banco Central. La entidad monetaria también ha instrumentado una política que ha derivado en una perdida de calidad en la integración de reservas (casi toda es en dólares de deuda externa) y ha dispuesto una desarticulación de la normativa de regulación financiera. Es un combo de medidas que constituye una fuente de inestabilidad inquietante. Se trata de una lógica neoliberal en desuso puesto que las propuestas de organismos internacionales conservadores (FMI, Bank for International Settlements - BIS-) orientan a que las bancas centrales de economías periféricas dispongan de mecanismos macroprudenciales básicos para minimizar los riesgos de crisis: control de capitales especulativos, acumulación de reservas, evitar el descalce de monedas. La gestión de Sturzenegger hace todo lo contrario.

La aceleración de la dolarización está poniendo presión sobre las reservas, que sólo se están alimentando de divisas que ingresan por vía de deuda. En el lapso enero-agosto, la inversión extranjera directa sumó apenas 1642 millones de dólares, pero la remisión de utilidades y dividendos a casas matrices totalizó 1916 millones. El saldo fue negativo en 274 millones. En lugar de una lluvia de inversiones, hasta ahora lo que ha sucedido es un retiro de fondos neto de la economía argentina por parte de empresas internacionales, agentes económicos a los que el gobierno está dirigiendo todo su esfuerzo de convocatoria. Sólo se han registrado ingreso de capitales de carácter especulativos, atraídos por elevadas tasas de interés de las Lebac y para jugar en la plaza bursátil con acciones y bonos. El monto de esos capitales fue de 1291 millones de dólares hasta fin del mes pasado, que por sus características resulta ser muy volátil. Permanecen en el mercado mientras pueden acumular una diferencia especulativa hasta que en un momento deciden abandonarlo para realizar ganancias, lo que deriva en inestabilidad financiera. El último informe de FIDE advierte que "el hecho de que el magro aumento de las reservas internacionales esté constituido por dólares 'prestados' se suma al listado de fenómenos que han provocado un aumento de la vulnerabilidad externa".


Expectativas

El aumento en los despachos de cemento de agosto en 6,6 por ciento respecto al mismo mes del año pasado fue el dato clave para lanzar la campaña oficial "brotes verde". Funcionarios, analistas que actúan como voceros oficiosos, periodistas que hasta hace poco se hacían denominar independientes y consultores de la city empezaron a difundir que ese indicador de consumo de cemento es una señal fuerte de la reversión del ciclo recesivo general. Tan entusiasmado estuvieron con las mayores ventas de Loma Negra, Cementos Avellaneda y Holcim (Juan Minetti) que los motivó a sentenciar que ya se produjo el punto de inflexión y se ha iniciado el sendero del crecimiento. En los últimos días medios oficialistas han empezado a dibujar escenarios positivos para los próximos meses cuando no existen indicadores consistentes de salida de la recesión. Es un aporte al optimismo fomentado por el departamento de propaganda y realidad virtual de la Jefatura de Gabinete de Ministros, concentrado en construir expectativas positivas acerca de las perspectivas económicas y en montar escenas publicitarias insólitas, como la un viaje simulado del presidente en un colectivo del conurbano. Sin subestimar la probada capacidad de esa dependencia pública de influenciar sobre un sector de la sociedad para convencerla de la existencia de una mejoría general pese a la caída real de su poder adquisitivo, la información de cada uno de los sectores industriales de agosto muestra resultados negativos sin señales por ahora de un cambio de esa tendencia. Por el momento, en los casi diez meses de gobierno de Mauricio Macri, el único brote verde que se ha consolidado fue la compra de dólares para atesoramiento y compra de pasajes y viajes al exterior.





























UN SUICIDIO, UN ESCÁNDALO POR LAVADO DE DINERO Y UN ABRAZO

DE MACRÌ


Film negro en Córdoba




El gran escándalo por lavado de dinero en Córdoba, por una empresa cuyos socios también tienen otras sociedades en Panamá. Uno de ellos se suicidó y dejó una carta que destapó la maniobra, que involucra a grandes empresas y roza a la política, sin exceptuar partidos. En uno de los allanamientos se encontró una foto en la que el principal socio de la financiera clandestina recibe un abrazo de otro empresario con sociedades panameñas, el ahora presidente Macrì.
Macrì abraza a Ramírez, en Alemania, durante el Mundial de Fútbol.


Por       Horacio Verbitsky





El mayor escándalo financiero y político ocurrido en Córdoba, con la quiebra de la empresa ilegal CBI Cordubensis y el suicidio de uno de sus directivos e integrante del gabinete del ex gobernador José de la Sota, se complica con una misteriosa foto del principal socio capitalista con el actual presidente Maurizio Macrì que se encontró durante un allanamiento: un Macrì aún con bigote abraza al financista Aldo Ramírez, uno de los 37 imputados cuyo procesamiento solicitó el fiscal federal Enrique Senestrari. También hay otra coincidencia entre ambos: Ramírez también es accionista y directivo de dos compañías offshore en Panamá, posible destino de los fondos negros lavados en Córdoba.



CBI era la mayor mesa de dinero de Córdoba, donde se lavaban fondos negros de diversas empresas y con vinculaciones políticas. El escándalo, del que son parte productores de soja, la principal concesionaria de sus preferidas camionetas 4x4, el municipio que concesiona el sistema de pago con tarjeta magnética del transporte colectivo y el mayor emporio comercial e inmobiliario de la provincia, también roza a dirigentes de los principales partidos de la provincia: el justicialismo del ex gobernador José de la Sota, que en la provincia gira con la denominación Unión por Córdoba; el ahora disuelto Frente Progresista Cívico y Social, del que en su momento participaron Luis Juez, Elisa Carrió y Margarita Stolbizer; la Unión Cívica Radical del intendente de la capital Ramón Mestre (h) y el Frente para la Victoria, que en el orden provincial se denomina Córdoba Podemos. Su último candidato a la gobernación y ex intendente de Villa María, Eduardo Accastello (otro de los grandes hallazgos del kirchnerismo en Córdoba), tenía una caja de seguridad con 290.000 dólares en la financiera clandestina, cuyo origen se investiga. CBI tenía una filial en Villa María, cuyo titular hasta 2012 fue Fabián Maidana, quien ese año asumió como presidente del Banco de Córdoba, por lo cual lo llaman el banquero de José De la Sota. En 2015, De la Sota le aceptó la renuncia, aduciendo que había concluido su mandato. Esto no disipó la sospecha de que el relevo se debía al estallido de CBI.



La foto de Macrì con Aldo Ramírez fue tomada en 2006, durante el campeonato mundial de fútbol que se disputó en Alemania. En ese momento Macrì aún era presidente de Boca Juniors, había sido derrotado en su primer intento por la jefatura de gobierno porteño y ocupaba una banca de diputado nacional en la que nunca pidió la palabra. Al año siguiente sería electo para gobernar la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.





De Villa María al Vaticano




La quiebra de CBI Cordubensis se produjo en febrero de 2014, según los síndicos a raíz del abrupto retiro de sus depósitos por parte de uno de sus grandes clientes, uno de los mayores empresarios de hipermercados y la construcción, Euclides Bartolomé Bugliotti, conocido como Tati. En su hipermercado Dino, del barrio residencial Cerro de las Rosas, funcionaba una de las sedes de CBI. La otra estaba en el centro de la ciudad, a pocos metros del Banco Nación y de la Legislatura Provincial. Fuentes judiciales entienden que Bugliotti quiso forzar la quiebra de CBI para apoderarse del negocio ilegal. Con ese propósito creó Finandino, en un local enfrente al de CBI del Cerro de las Rosas, para cuyo funcionamiento como entidad financiera estaba tramitando la autorización del Banco Central, que le exigió pruebas de solvencia.



Al abrirse las cajas de seguridad de CBI se encontraron títulos valores propiedad de Bugliotti por 700 millones de pesos, que no fueron secuestrados porque no tenían relación con la causa pero que dimensionan la magnitud de su operatoria. En octubre de 2015 Macrì cerró su campaña como candidato presidencial en el estadio techado Orfeo, que está dentro del Dino del Cerro de las Rosas, de Bugliotti.



El fiscal Senestrari presentó cargos por asociación ilícita, estafas, evasión de impuestos, comercio ilegal de divisas, intermediación financiera no autorizada y lavado de dinero contra 37 personas, entre ellas Bugliotti y el financista Ramírez. Quien debe resolver es el juez federal Miguel Hugo Vaca Narvaja (nieto), quien ya ordenó un embargo por 1700 millones de pesos, el doble del monto de las operaciones ilegales constatadas hasta ahora. Los únicos detenidos por el momento son el CEO de CBI, Eduardo Rodrigo; el operador de una mesa de dinero paralela, Diego Sarrafian, y Miguel Vera, amigo del ex intendente de Laguna Larga y luego Secretario Parlamentario del bloque Córdoba Podemos, Fernando Boldú. En los allanamientos se encontraron dos cajas de seguridad a nombre de Boldú, quien había autorizado a operar con ella a su jefe político Accastello. En una de esas cajas, además de los 290.000 dólares, había una indicación de que ante cualquier problema había que llamar a Verónica Navarro, secretaria de Economía y Finanzas de Villa María durante la gestión de Accastello, con quien ahora convive. Juntos realizaron la visita de estilo al Papa Francisco en el Vaticano, ella de negro como corresponde a una mujer decente. Navarro negó cualquier relación con la caja y Boldú dijo que "parte del dinero" le pertenecía y se originaba en una herencia. En la camioneta donde murió Suau también se encontró un recibo firmado por Boldú por un depósito de 10.000 dólares.



El primer juez de la causa, Ricardo Bustos Fierro, había separado de la investigación a Bugliotti, pero debió dejar el expediente cuando se difundieron varias fotos en las que aparece abrazado con el empresario durante una fiesta muy divertida, con abundante cotillón. La Cámara Federal confirmó su imputación y el nuevo juez lo citó a indagatoria.





La carta del suicida




La investigación se precipitó a raíz del suicidio del vicepresidente de CBI Cordubensis, Jorge Suau, miembro del gabinete en el primer gobierno de José de la Sota. Suau apareció muerto en febrero de 2014 dentro de una camioneta Hilux, en la misma ruta a Alta Gracia donde meses antes fue hallado el policía Juan Alós, de Drogas Peligrosas, quien había sido acusado de connivencia con el narcotráfico. Alós tenía un tiro en la cabeza. Suau, en cambio, murió asfixiado con los gases del caño de escape, conectados con el interior del vehículo y con el humo generado por un intento de incendiar la camioneta Toyota Hilux. En ambos casos, las voces de ultratumba de los difuntos se hicieron oír con ayuda femenina. La madre de Alós declaró que su hijo le había revelado detalles de la relación entre policías y narcos de la que, dijo, él no quería ser parte. Sus denuncias forzaron la renuncia del Secretario de Seguridad, comisario Alejo Paredes. Uno de los detenidos por la quiebra de CBI, Miguel Vera, es amigo de Paredes y usa una placa de libre estacionamiento del gobierno provincial. La mujer de Suau entregó dos cartas que el suicida le dejó para la justicia federal, en la que revela detalles del funcionamiento de la financiera ilegal. Si bien no se discute que Suau se quitó la vida, nadie ha explicado cómo es posible que el cuerpo mostrara quemaduras pero la malla de baño con que fue hallado estuviera intacta. Ambas cartas, escritas en letras mayúsculas en una computadora, tienen el mismo texto y llevan como título "Lavado de dinero CBI Cordubensis. Ruta del dinero". Una fue dirigida al fiscal Senestrari y la otra al camarista Ignacio Vélez Funes, con quien Suau había tenido relación en la Democracia Cristiana. Suau fue Secretario de Culto durante el primer mandato del gobernador De la Sota, cuando Oscar Félix González (ex secretario de Comunicaciones de Menem) era ministro de gobierno. Ahorristas que no pudieron recuperar sus depósitos en CBI declararon haber visto en sus oficinas a González, quien a su vez los denunció por falso testimonio. Según esos testigos, González se reunía con Suau en la sede céntrica de CBI y con el último presidente de la empresa, el también detenido Eduardo Rodrigo, en la filial de Cerro de las Rosas. La fiscalía no puso en duda su presencia en las oficinas de CBI, donde según los testigos pasaba detrás del mostrador e iba hacia las oficinas del fondo sin anunciarse, pero entendió que no constituía delito. Durante años hombre fuerte del delasotismo, González renunció a la conducción del bloque legislativo luego de la primera serie de allanamientos en toda la provincia, aunque conservó su banca. González admitió una relación de amistad antigua con Suau pero negó cualquier negocio con CBI y hasta desconoció su mera existencia. En la carta, Suau anuncia que lo sucedido le costará la vida y que no podrá acompañar el crecimiento de su hijo menor, explica que su propósito es que "esto no sea gratis para los ingratos, codiciosos" en quienes confió y que se enriquecieron utilizándolo, quienes "hoy dicen desconocerme y desconocer la situación" pese a que su "responsabilidad en la caída de Cordubensis es mayúscula". El último día de vida de Suau quedó registrada una llamada telefónica a González. El primer presunto responsable que identifica el suicida es Aldo Ramírez, el compañero de viaje de Macrì a Alemania, "socio formal y fundador de la empresa, hasta 2012 director y presidente" y echa dudas sobre la cesión de sus acciones al último presidente de CBI, Eduardo Rodrigo, a quien señala como responsable de los contratos de mutuos que celebró, consistentes en préstamos back to back. La justicia detectó 69 de ellos, por 24 millones de pesos pero se estima que es sólo una parte, ya que otros damnificados sólo se presentaron ante el expediente provincial de la quiebra, a cargo del juez Saúl Domingo Silvestre, para no llamar la atención de la AFIP. Los ahorristas defraudados no podrán recuperar el dinero negro que invirtieron atraídos por las altas tasas de interés: el remate de los bienes de CBI sumo apenas 300.000 pesos. Rodrigo era al mismo tiempo CEO de CBI y contador de la concesionaria Centro Motor, lo que facilitaba la circulación del dinero negro.



Halabo, Jotemi, Toyota financiera y la Municipalidad de Córdoba estaban exentos del impuesto al cheque.





El camino a Panamá




Pero además Ramírez también creó en 2003 la consultora Dritom Solutions, en la que era socio de Suau y de Julio César Ahumada, a quien la carta póstuma del suicida menciona como testaferro de la concesionaria y de la financiera de Toyota. Los mismos tres socios crearon la Compañía de Soluciones Corporativas, como agentes oficiales de Claro en Córdoba. En 2010, cuando todo eran sonrisas, la periodista Roxana Acotto, de La Voz del Interior entrevistó a Ahumada.





– ¿Dritom es una consultora de qué específicamente? – quiso saber.

– De organización y procesos, eso también incluye estrategia y todo el tema del control de gestión. Luego hacemos trabajos especiales, planes de negocios, remuneración variable, entre otras cosas – fue la crìptica respuesta.





En 2012, Dritom se instaló también en Panamá, cuyas oficinas en el World Trade Center quedaron a cargo de Ernesto Raúl Doering, un cordobés que entre 1999 y 2004 fue secretario de minería de Catamarca durante las gobernaciones de Oscar Castillo y Eduardo Brizuela del Morán. El portal cordobés Striptease del Poder detectó en el registro empresarial Open Corporates otra sociedad panameña inscripta por Doering y Aldo Ramírez, Business Solutions Panama Group. En una nota de abril pasado, se pregunta si desde su creación, el 7 de septiembre de 2012, hasta el 31 de mayo de 2014 "último registro de retiro de fondos en el Banco Nación según AFIP, parte del dinero sucio de CBI no se ha fugado al exterior". Añade que el único cliente declarado por Dritom Solutions de Panamá es Telecarrier, "perteneciente al holding de Stanley Carrier, principal accionista de Copa Airlines, una de las mayores empresas de aviones de pasajeros, que tiene garantizado los vuelos directos de Córdoba a Panamá" y se pregunta si esa no será la ruta del dinero de CBI hacia la guarida fiscal panameña.



Suau, Ramírez y Ahumada, socios en Córdoba y Panamá.

Suau ingresa a la sede de CBI.
El juez Bustos Fierro y el empresario Bugliotti, de fiesta.
El dinero llega en bolsos desde el Banco Nación.
Ya dentro de la financiera con los bolsos.
El dinero llega a la tesorería.
Allí lo recuentan y envasan para reiniciar el ciclo clandestino.






















































Así operaban




Por         Horacio Verbitsky


En la causa federal, donde actúan como querellantes el Banco Central, la Administración Federal de Ingresos Públicos(AFIP)y la Unidad de Información Financiera (UIF), se describe una decena de actividades que realizaba CNI Cordubensis sin habilitación ni control:

1. Descuento de cheques.
2. Mutuos.
3. Préstamos empresariales.
4. Cajero automático. 
5. Remesas al exterior.
6. Pago fácil.
7. Administración de fondos.
8. Caja de seguridad.
9. Administración de propiedades.
10. Compraventa de divisas.


La fachada con que funcionaba CBI era el alquiler de cajas de seguridad, una actividad que no está regulada por el Banco Central, de modo que no se revela la identidad de sus titulares.

La base del negocio era la compraventa de cheques con descuento, que llegó en algunos días a 7 millones de pesos, y se tercerizaba en otras dos empresas del mismo grupo, Jotemi y Halabo, donde figuraban testaferros. Sólo el Banco Nación de Córdoba puede mover esa cantidad diaria de dinero sin llamar la atención. Cada día se concentraban en CBI centro unos 600 cheques de distinto origen, entre ellos varios municipios con ahogos financieros o la obra social de empleados de comercio, OSECAC. De allí eran llevados a la sucursal del Banco Nación, en la misma cuadra. Por el carácter de quienes figuraban como autoridades de Jotemi y Halabo (entre ellos indigentes, prestanombres, un hombre sin pies ni brazos, analfabetos, uno que llegó a la citación en sulky, beneficiarios de la AUH), hubo tres reportes de operaciones sospechosas. Pero fueron desatendidos. A raíz de ello el director gerente del Banco Nación en Córdoba, Tito Zurko, fue imputado por facilitación del lavado de activos. La suma resultante era retirada en efectivo del tesoro del Banco Nación de Córdoba con varios cheques de 999.000 pesos, para lo cual no hace falta declaración jurada. El dinero recorría media cuadra en bolsos, portafolios y mochilas que cargaban tres empleados de CBI y dos policías, uno de uniforme, como se observa en los videos de las cámaras de seguridad que fueron incorporados a la causa judicial. De allí se remitía a la sucursal en Cerro de las Rosas, donde se reiniciaba el ciclo, con la compra de más cheques. Esos fondos se aplicaban luego a las otras operatorias mencionadas. Una de las más significativas involucró a la concesionaria y la financiera de Toyota, tanto en Córdoba como en Mendoza, cuyos titulares, Darío Ramonda padre e hijo, están imputados en la causa. CBI compraba cheques de terceros con una alta comisión por el descuento. Luego los vendía a empresarios sojeros que pagaban con plata negra. Con esos cheques pagaban las camionetas. Los papeles del vehículo se emitían a favor del titular, pero la operación no quedaba registrada con su nombre. El presidente de CBI, Eduardo Rodrigo, era al mismo tiempo, contador de la concesionaria Centro Motor.

El gerente del Banco de Santiago del Estero le pidió al Banco Central la habilitación de dos cajeros automáticos en Córdoba. El entonces presidente del BCRA, Juan Carlos Fabrega, accedió y se instalaron en dos locales de CBI, que por la carga de los cajeros le cobraba al Banco de Santiago del Estero el 6 por ciento.

CBI también pagaba con cheques de terceros a la Municipalidad de Córdoba, que concesionó la tarjeta magnética Red Bus, similar a la Sube porteña, con una recaudación diaria que al momento de la quiebra era de 2,5 millones de pesos. El adjudicatario inicial fue Siemens, que administraba las tarjetas, cobraba a los usuarios por la recarga y pagaba al municipio a las 24 horas, cuando el intendente de la Capital era Daniel Giacomino. Luego Siemens cedió el contrato a una UTE integrada entre otros por CBI Cordubensis, a la que Giacomino le permitió pagar con cheques de terceros, lo cual no tenía una justificación razonable. La situación se agravó durante la gestión de Ramón Mestre (h), que estiró el plazo de la liquidación de 24 a 72 horas, lo cual implica una masa significativa de dinero para la bicicleta financiera. La carta del suicida Suau sostiene que por ello el secretario privado del intendente Mestre, Juan Pablo Ostanelli, les solicitó una coima mensual de 400.000 pesos, que debía pagarse al secretario de Transporte, Juan Pablo Díaz Cardeilhac, quienes por supuesto lo negaron indignados.





























Los imputados







os imputados son Eduardo Daniel Rodrigo, la sucesión de Jorge Enrique Suau, Aldo Hugo Ramírez, Julio Cesar Ahumada, Daniel Arnoldo Tissera, Oscar Américo Altamirano, Luis María De los Santos, Doris Liliana Puccetti, José María Nuñez, Víctor Alaniz, Antonio Casado, Miguel Ricardo Vera, Carina Andrea Moreno, Romina Veronica Moreno, Roberto Carlos Di Rienzo, Jorge Osvaldo Castro, Paula Andrea Vettorello, Diego Ariel Sarrafian, Griselda Eugenia Leal, Carla Vanesa Leal, Darío Onofre Ramonda, Darío José Ramonda, Alejandro Miguel Yacopini, José Luis Weissbein, Guillermo Antonio Mateos, Olga Beatriz Divina, Hugo Marcelo Paez, Lucas Sebastián Bulchi, Carlos Alberto Forconi, Juan Dabusti, Raúl Alberto Toscano, Carlos Fernando Abril, Sebastián Viano, Simone Federico Pucheta, Eduardo José Espinelli, Euclides Bartolomé Bugliotti y Amado Javier Fernando Guevara y las personas jurídicas CBI-Cordubensis, Security Valores Córdoba Sociedad de Bolsa, Inalta, Centro Motor, Rosa del Oeste, Siemens Atos, Euromayor de inversiones, Jotemi, Halabo, Compañía Procesadora Café Finos, DAS SRL, Alta Gama, Grupo Proinco, Yacopini Inversora, Ribelux, Dinosaurio, Tadicor, Radio Orfeo, Dinosaurio Bursatil, Toyota Compañía Financiera de Argentina, Tansali y Prestar.




























OPINIÓN



Sobre imágenes cool y realidades frías



Las fotos agradables bien elaboradas. La espontaneidad de Macri, un fiasco que coleccionó reproches. Malos tragos para la canciller Malcorra. El equipo de comunicación macrista, el más grande de la historia. Marcos Peña, sus propuestas. La compleja interacción entre los mensajes oficiales y las "personas humanas". Recuerdos del pasado y la prehistoria.

Por         Mario Wainfeld


El periplo a Nueva York quedó inmortalizado en dos fotos encantadoras: el presidente Mauricio Macri y la primera dama Juliana Awada besándose en la ONU y bicicleteando por el Central Park. Ambas imágenes fueron preconcebidas, se urdieron con profesionalidad, tiempo y seso. Bien estudiadas, en una de esas rindieron sus frutos, entre ellos parecer espontáneas.

Las declaraciones de Macri sobre su breve conversación con la Primer Ministra Británica, Theresa May, sí fueron naturales e impensadas. Salieron, consiguientemente, muy mal. El mandatario argentino anunció que acordaron de modo informal "un diálogo abierto que incluya, por supuesto, la soberanía en las islas Malvinas" (sic). La fila VIP para desmentirlo se fue formando y engrosando a todo vapor. La canciller Susana Malcorra intentó ponerse al frente, el Gobierno británico le hizo eco (por ponerlo en solfa), hasta editorialistas de los medios dominantes se tomaron una pausa en su oficialismo rabioso y zurraron a Macri.

El Jefe de Gabinete, Marcos Peña, organizó el viernes una "Jornada de Comunicación" en el Centro Cultural Kirchner (CCK). El diario La Nación anunció el encuentro como "un retiro espiritual". No fue justo con el convocante y los asistentes: todos iban a trabajar, a empeñarse en mejorar la narrativa oficial. Peña auto aduló al oficialismo, enalteció la comunicación interactiva (como si hubiera otra). Les espetó a los mil voceros presentes que "nos subestiman, nos creen naifs o ingenuos". La razón le asiste, de modo parcial: no son ingenuos pero tratan de parecerlo, así como diseñan una imagen falaz de Macri para hacerlo más creíble-querible. El Ministro-Jefe incurrió en un error o lapsus cuando preconizó el "diálogo con personas humanas". Se supone que todas lo son, quizás haya excepciones en el imaginario M… el savoir faire aconseja no verbalizarlo.


Personas humanas: Comunicar es una tarea imprescindible y central para cualquier gobierno, el macrismo ranquea alto en esa competencia universal. Su dispositivo es el más poderoso que se recuerde desde la recuperación democrática (único período que se toma para el desarrollo de estas páginas) porque excede largamente a la concurrencia de anteayer en el CCK. El diferencial lo marca el apoyo de la prensa hegemónica que apuntala al Gobierno, defiende la casi totalidad de sus políticas y es puntal en valerse de la "pesada herencia" para amortiguar el peso de los desempeños oficiales.

Así las cosas, el elenco de Comunicación M es heterogéneo y no unánime porque el establishment puede, ocasionalmente, tener objetivos distintos a la administración pública.

Empecemos por las postales cool neoyorquinas, para ir luego al frío de Malvinas, a la sequía de inversiones extranjeras y al inhóspito clima económico- social autóctono.


Custodiados por expertos: Un cónclave entre líderes mundiales fuerza un vasto operativo de seguridad. Una regla de oro es que los anfitriones fijan los protocolos y custodian a todos los visitantes, con sus propias fuerzas y servicios de inteligencia. Los invitados, es de rigor, suman personal de sus propias organizaciones porque, se supone con algo de candor, éstas son muy eficientes y dedicadas. También porque no se puede renegar de la soberanía simbólica, póngale.

Cuando Macri y Awada rodaban por el Central Park debían tener algo así como cuatro, cinco o seis guardaespaldas estadounidenses, otros tantos argentinos, bien cerquita, desplazándose a su vera. Amén de móviles con agentes armados y equipos de observación a distancia proveídos por el Departamento de Estado.

El backstage de la instantánea en bici debió haberse cabildeado con esa caterva: la soledad es un bien escaso en la cúspide del poder político. La postura distendida se habrá ensayado y el producto transmitido por las oficinas de prensa de Presidencia.

El arrumaco y el paseo en pareja no difunden acciones institucionales: son pura y dura propaganda electoral o política si usted quiere. Este cronista es remiso a indignarse por tales desvíos, que suceden en tantas comarcas, anche en la Argentina. Lo comenta, apenas, para subrayar el silencio de tantas ONG o formadores de opinión indignados cuando la gestión anterior producía esos deslizamientos.

Son minucias, mocionamos. Más interesante es preguntarse sobre el impacto de tanto laburo. Es difícil responder aunque es seguro que no será uniforme y variará con el correr del calendario.

Los emisores de mensajes tienden, vanidosos, a suponer que la recepción es pasiva, amable y aquiescente. No interactiva. Que una fracción alta de la opinión pública se identificará positivamente con una pareja de clase alta, bien empilchada, que asume responsabilidades mientras sabe disfrutar de placeres sencillos de la vida. Comunicólogos de vertientes críticas tal vez apunten que, si hay empatía, es "aspiracional": expresa el deseo inacabado (e inalcanzable para casi todos y todas) de "ser como ellos".

Se trata de una ambición alta pero no de un disparate, dentro del contexto local y mundial. El cambio cultural que pregonan el macrismo y sus corifeos no se traduce en el sistema político, antagónico y excluyente. Pero la elección de un presidente con características objetivas distintas a las de quienes lo precedieron es un dato rotundo. Formado exclusivamente en la educación privada, multimillonario de nacimiento: jamás hubo alguien igual en la Casa Rosada. Esa aceptación colectiva plasmada en el voto vale para estimular el relato M, cuyo afán mayor sería que "la gente" compartiera el gozo tercerizado. Y pensara menos en su trabajo, su ingreso, la inflación, adónde irá en las vacaciones (si las hay) o cuánta plata le queda cerca de fin de mes.

Sería arrogante resolver sin mediar estudios serios que esos mensajes son rechazados por la opinión pública, en block. Sondean puntos sensibles: saturación después de una etapa "híper política". Fantasías individualistas que siempre acompañan a ciclos de ascenso socio económico expandido. Emitir veredictos es sencillo, atender al desarrollo de los fenómenos es más laborioso y, por eso mismo, más productivo.

Un presidente que vive bien y goza: la Argentina ya tuvo uno (ver recuadro aparte)... por ahí, la búsqueda de afinidades encuentra receptores. Más complicada es la transmisión de un Macri popular, que entra al baño de una vecina "cualquiera" o se sube a un bondi en el conurbano. Las escenas de la vida cotidiana se elaboraron pero se develó el revés de la trama: la nota de tapa de Página/12 ayer corrobora el montaje del trayecto en colectivo. Un canal local, Pilar Noticias, cubrió el simulacro que este diario divulgó a un público más masivo. La falacia es burda, convencer se torna muy cuesta arriba.



Un bruto manto de neblina: La gira internacional añadió un tópico al breviario M, repetido cual canon musical por editorialistas afamados: a Macri lo llevan en andas afuera, sus padeceres se afincan fronteras adentro. La asimetría se explicaría porque "el mundo" atesora la inteligencia y el saber mientras demasiados argentinos son desubicados, mal informados, malcriados, caprichosos para exigir. Un psicólogo podría hacer su agosto advirtiendo que los reproches a los ciudadanos, quizás, le calcen bien al mismísimo presidente. Una proyección, quién sabe… Pero evitemos las digresiones.

La diferencia valorativa que detectan filas oficialistas acaso tenga otra causa, racional: cada cual opina al vaivén de sus intereses, según como le vaya en la feria. El péndulo regional le cae bien a las potencias y Macri es su mejor emergente. En el Pago Chico, las lecturas pueden ser divergentes porque la aciaga herencia populista induce a la "gente" a creer que tiene derechos, esa palabra tan ajena al diccionario M. Nobleza obliga: fue desempolvada en estos días, claro, para referirse a la autodeterminación de los isleños kelpers.

Arropado por cronistas obsequiosos, Macri dio rienda suelta a su idiosincrasia: dijo lo que le parecía, mandó fruta suponiéndose a cubierto de observaciones. La aldea global es endiablada y los países centrales lo son (oh paradoja para algunos) porque no se bajan los pantalones ante otros.

La canchereada presidencial fue replicada de volea por el Reino Unido, pese a la desmentida urgente de Malcorra. La ministra de Relaciones Exteriores, a diferencia de su jefe, es capacitada y conoce el terreno. La parrafada le habrá caído indigesta por partida doble: por su función general y por la condición de candidata a titular de las Naciones Unidas. Es un objetivo del Gobierno todo pero Macri le añadió un escollo. Cosas que pasan por la falibilidad de los protagonistas.

En suma, lo más interesante que dijo Macri en su primera apertura de Asamblea General fue un traspié feo que hasta sus compañeros de ruta le señalaron.

Ya había sucedido cuando dijo lo que pensaba sobre el número de desaparecidos, ninguneando el tema. En esa ocasión le cupo al ministro de Justicia Germán Garavano, enmendarle la plana, con ternura.

Un aspecto poco recorrido de la narrativa M es que el presidente no es su más avezado expositor. Cuando repite libretos se rebusca pero cuando improvisa revela ligereza y hasta falta de profesionalidad. La presidencia sobre exige dedicación full time, permanecer siempre concentrado y alerta, capacitarse todos los días. La comunicación M debe recrear o a veces inventar a un líder, lo que duplica el esfuerzo y el mérito cuando lo consigue.


Libretistas, repetidores, libre pensadores: Marcos Peña conduce al elenco de libretistas oficiales y propaga instructivos cotidianos acerca de lo que deben decir los apóstoles del oficialismo. Poco tiempo atrás manejaba una cuenta (queestamosdiciendo@gmail.com) que enviaba guiones a todos los funcionarios y sus voceros. El colega Werner Pertot divulgó en Página/12 uno de esos mails, que proveían "talking points" prefabricados para defender posturas del Gobierno. La cuenta visibilizada se desactivó, pero la metodología se sigue aplicando, en odres nuevos.

Una multitud de funcionarios, legisladores, intendentes honra las consignas a pies juntillas. A varios les sale pasable, a otros no tanto. Sobre todo cuando les oponen contradictores, en programas de radio o tevé. Este cronista escuchó a un alcalde decir que la ley anti despidos fue rechazada por el Congreso cuando en verdad fue vetada por el presidente. Otros bartolean guarismos inverosímiles, apelando a la complicidad de la prensa in the pendiente: si el reportero es amigable, funciona.

Hay rebusques socorridos como interrumpir al interlocutor, gritar "Lázaro Báez" o "José López" cuando el debate viene mal. A las cifras de despidos o suspensiones se les responde contabilizando los puestos de trabajo que se crearán en el futuro. Esto es, contraponiendo lo real palpable contra lo virtual deseado. No son lo mismo, caramba. La contra del razonamiento es que nadie paga esos sueldos hipotéticos ni ningún desocupado consigue que el supermercado o "el Chino" de la cuadra le fíen confiando en la prospectiva macrista.

Ciertos integrantes del mejor equipo de la historia se empacan en conservar pensamiento y speech propios. El senador Federico Pinedo es uno de los más conspicuos. Los ministros de Hacienda Alfonso Prat Gay, y de Energía, Juan José Aranguren, entonan su propio repertorio que rezuma altivez y desdén por trabajadores y consumidores. Se distancian del duran barbismo, sin mejorar nada.

La "prensa independiente" es pionera en el denuncismo, en priorizar las noticias de Comodoro Py por encima de las referencias a los cifras desoladoras de la economía real. Claro que el multimedios Clarín, una de las empresas más grandes del país, también reivindica intereses propios.

El internismo mete ruido en el discurso único. Abundan las divergencias conocidas, como la que enfrenta a Prat Gay con Federico Sturzenegger, presidente del Banco Central. Sus alternativas agrietan la unanimidad. Los conflictos son numerosos, inter ministeriales y intra ministeriales, entre funcionarios nacionales y bonaerenses. Peripecias comunes en tantas administraciones también sirven para entrever lo que va más allá del paraíso prometido, sin interferencias de la enojosa realidad.


Redes y realidades: El macrismo aplica mucho a las redes sociales, que dice privilegiar sobre los medios convencionales… tal vez porque cuenta con los más poderosos. En las jornadas que venimos repasando primaron los registros tradicionales sobre los del siglo XXI, tomándose una revancha módica e interina. Macri se metió en problemas en una ronda informal con periodistas, luego quiso retocar su tropiezo hablando con comunicadores amigos. Malcorra corrió en pos del primer micrófono y cámara afín que encontró. Los expertos bajaron línea y platicaron de cuerpo presente en el CCK, para verse las caras y discurrir de modo convencional.

Entre tanto, el Presupuesto anuncia que no habrá nueva rebaja en las retenciones ni supresión del "impuesto al trabajo". Hay un cierto cuidado en el "gasto social", porque el temor al "estallido" alecciona al Gobierno.

La caída constante del PBI, las cesantías o las suspensiones, la mayor afluencia a los comedores son referencias enojosas que escapan al atento lente de la cámara en Nueva York. El frío de la economía se acentúa, la sequía azota a demasiadas personas humanas, la lluvia de inversiones se hace esperar. La realidad es más áspera que un paseo en el Central Park. En esas circunstancias, llegó la primavera.


































De la prehistoria a las redes





Por         Mario Wainfeld


Todos los gobiernos redoblan esfuerzos para comunicar, confiando a menudo en la eficacia de sus mensajes. Ocurre desde 1983 aunque esa etapa parece hoy prehistórica: casi todos los medios audiovisuales eran manejados por el Estado.

La presidencia de Carlos Menem aportó cambios cualitativos al privatizar radios y canales de TV generando, sin saberlo, al multimedio Clarín parecido (aunque todavía menos hegemónico) al de hoy. Los canales de cable "estallaron" en la década del 90 y reformularon las costumbres del público.

Menem fue el primer presidente comunicador que captó la lógica de la tevé, adaptándose con soltura a sus formatos. Supo mostrarse como un tipo hedonista, bailó tangos o danzas árabes, jugó al fútbol o al básquet con las estrellas deportivas. Su cuarto de hora se prolongó casi una década en la que esas características embellecieron su imagen o, por lo menos, no la hicieron insoportable.

Macri aspira a emularlo, en muchos sentidos, empezando por el sesgo ideológico y la perduración en el poder. En el manejo mediático el riojano le sacaba una ventaja colosal: tenía calle, experiencia política, desenfado, simpatía, sentido del humor. Las comparaciones, se alega, son odiosas… con frecuencia son instructivas.

La política y la economía fueron limando la estrella de Menem. Al verlo hoy cuesta rememorar cuán entrador y garboso era, por ahí jamás fue igualado.

Con diferencias enormes, todo fue probado alguna vez, en otros estadios. Fernando de la Rúa se subió a una bicicleta para inaugurar una bici senda y cayó de bruces. A veces las imágenes son proféticas.

El macrismo llega en la era de las redes sociales, que cultiva con fruición. El Snapchat es una herramienta apreciada: apeló a su gracejo para transmitir el cónclave amigable entre Macri y el presidente de San Lorenzo Marcelo Tinelli. Proponerlos como si fueran dos tipos simpáticos propiciaba el recurso a la caricatura y a la broma.

Cuando de Malvinas se trata, la estudiantina fracasa, como se corroboró en esta semana. Con el tiempo se verá si las buenas ondas y el discurso zen alcanzan para contrapesar la malaria colectiva. Se abren apuestas.





























EL GOBIERNO TIENE UN DETERIORO DE VEINTE PUNTOS EN LA

IMAGEN DE GESTIÓN


Cuesta abajo



La inseguridad, el miedo al desempleo y la creciente pobreza limaron la aprobación del oficialismo, una situación agravada por los catorce puntos de caída del Presidente.

Por        Raúl Kollmann


Los oficialistas siguen bajando y los opositores subiendo. Ese es el panorama de opinión pública que mejor define la evolución del gobierno de Cambiemos. En diciembre, los oficialistas eran el 45 por ciento y los opositores el 38, un superávit oficialista de siete puntos. Ahora tiene un déficit 13 puntos, es decir que se marca un deterioro de 20 puntos en nueve meses. Los elementos claves son la inseguridad, que con la crisis social volvió a trepar a lo más alto de las preocupaciones. Y cerca están el desempleo y la pobreza.

Las conclusiones surgen de un amplio estudio nacional realizado por el Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), que lidera el sociólogo Roberto Bacman. En total se entrevistaron 1200 personas, respetando las proporciones por edad, sexo y nivel económico social. Las entrevistas fueron telefónicas.

"Yo diría que nuestra encuesta ratifica que en nuestro país hay una profunda grieta" – señala Bacman – "que está en la sociedad y proviene de 2001. Hay dos núcleos duros, el de los oficialistas y el de los opositores, y en el medio los independientes pragmáticos, que se definen en el día a día. Esos independientes son los que se van acercando a uno u otro lado. En los últimos tiempos, los oficialistas macristas cayeron y sumaron los opositores y los independientes. Tiene que ver con la caída también de la imagen de Mauricio Macri, que perdió 14 puntos desde la asunción y hoy tiene un déficit de seis puntos. Los que opinan mal o muy mal superan a los que opinan bien o muy bien en seis puntos".

"Un dato de esta encuesta impacta por su contundencia –afirma Bacman– el 63,1 por ciento de los argentinos está convencido que desde que asumió Cambiemos el desempleo aumentó. Es más, para el 25 por ciento el desempleo se mantuvo igual y sólo un siete concluyó que disminuyó. Ese dato se combina con que casi nueve de cada diez argentinos están preocupados por la falta de trabajo. Un valor así es tan terminante que atraviesa en forma pareja la totalidad de las aperturas, ya sean sociodemográficas (sexo, edad, clase social) como respecto a opositores y oficialistas. Todos opinan igual: falta trabajo".

"Otra cuestión es la pobreza. Desde el punto de vista de la propia percepción del público y como producto de la publicación de ciertos informes públicos y privados que dan cuenta de su aumento, para seis de cada diez argentinos la pobreza aumentó desde que Macri asumió. Los que impulsan esta opinión con valores superiores al promedio, son dos categorías que ya definimos: los opositores y los independientes".

"En definitiva, es muy difícil que los núcleos duros de opositores y oficialistas cambien.  – concluye Bacman –  Sin embargo sus periferias son muy permeables. Es allí donde se produce la intersección del conjunto de los independientes: en definitiva fueron los que optaron por el cambio propuesto por la campaña de Cambiemos para la segunda vuelta electoral. También los apoyaron en su primer tramo de gestión, a punto tal que imagen y gestión del actual presidente se ubicó en el eje del 65 por ciento. Pero hoy por hoy, las opiniones positivas bajaron veinte puntos, nada menos. Significa que esos independientes están preocupados algunos y enojados otros".



Segmentación actitudinal

Principales preocupaciones de los argentinos

Desde que Macri asumió como presidente la pobreza...

Desde que Macri asumió como presidente el desempleo...

Fuente: CEOP.

Imagen de Mauricio Macri

Fuente: CEOP























Un panorama bonaerense




Por          Raúl Kollmann


La provincia de Buenos Aires será, como siempre, el escenario central de la batalla electoral de 2017. Casi cuatro de cada diez argentinos votan en ese distrito. Para Bacman es difícil hacer pronósticos, entre otras cosas porque faltan muchos meses para los comicios y no están definidos los candidatos. De todas maneras, el consultor evalúa el cuadro de situación según su encuesta. Bacman sostiene que María Eugenia Vidal es la política de mejor imagen a nivel nacional (57 por ciento positivo), aunque baja siete puntos cuando se evalúa la calidad de su gestión. Pero está claro que Vidal no será candidata. Desde ese punto de vista, para el titular del CEOP no se sacan ventajas Sergio Massa, Margarita Stolbizer, Elisa Carrió y Cristina Fernández de Kirchner que "tiene un núcleo duro de votantes que la potencia como candidata. En el último mes, aumentó su imagen positiva a más del 40 por ciento en territorio bonaerense y bajó su imagen negativa", señaló Bacman. Como ya señaló el consultor en reiteradas oportunidades, las definiciones se darán más cerca de mediados de 2017, cuando aparecerán con mayor nitidez los candidatos a senadores y diputados y, sobre todo, la gente evalúe el andar de la economía del país y de su hogar. Está claro, en la gran mayoría de los encuestados, que su situación empeoró en el último año, pero la franja más alineada con el oficialismo y una parte de los independientes, tienen todavía expectativas en que las cosas mejoren.





























OPINIÓN



La crisis que no fué y los dilemas del peronismo



Por         Edgardo Mocca


El ecosistema político que sostiene al neoliberalismo en el mundo es el de la competencia electoral periódica por el gobierno entre fuerzas de diversas tradiciones históricas pero igualmente comprometidas con la no interferencia estatal en el incesante y vertiginoso proceso de concentración de la riqueza global. Por eso, el problema político principal en el país es si se alcanza o no a reconstruir ese sistema puesto en crisis por los gobiernos kirchneristas. Es decir si se logra construir las dos coaliciones amigables con el establishment y capaces de alternarse en el gobierno. Claramente, como dijimos aquí mismo en más de una oportunidad, esa reconstrucción solamente es posible si esa reciente experiencia heterodoxa es reconvertida en la subjetividad popular en una desgracia histórica cuyo regreso hay que prevenir. Más allá de la frívola condescendencia con que sus funcionarios son tratados en la inmensa mayoría de los medios de comunicación, el macrismo no tiene hoy ningún otro recurso argumental que la invocación de la pesada herencia que les dejó el anterior gobierno. Poco importa que los documentos oficiales que dieron la vuelta al mundo en busca de la lluvia de dólares anunciada nieguen esa afirmación y den una idea completamente opuesta de la realidad del país: el libreto no se puede cambiar porque en él se apoya la estrategia del gobierno y más que de éste del establishment. Macri dijo la última semana en Estados Unidos que los argentinos íbamos a una crisis "igual que la de 2001" y el pueblo lo evitó con su elección. Es una frase que evoca la principal carencia del neoliberalismo en las circunstancias argentinas actuales, la inexistencia de una situación políticamente caótica durante los gobiernos del Frente para la Victoria. Ciertamente no puede negarse que lo intentaron en varias oportunidades y que la apuesta por una salida anticipada de Cristina está documentada en centenares de títulos centrales en las cadenas oligopólicas de la información. Pero la presidenta gobernó hasta el último día, aunque unas horas menos por una ridícula disposición judicial. Entonces la crisis que no existió es uno de los problemas centrales que tiene el proyecto neoliberal. Por eso la dinámica mediática gira más en torno a las denuncias contra la ex presidenta y funcionarios de sus gobiernos que en la defensa del programa de ajuste.

A esta altura se puede hacer un balance provisorio de esa línea de acción. El macrismo consiguió en sus comienzos una colaboración parlamentaria que desbordó largamente las fuerzas de Cambiemos. Sus medidas más inmediatas –que incluían desde la legitimación de la derogación de facto de la Ley de servicios de comunicación audiovisual hasta el escandaloso acuerdo con los fondos buitres– tuvieron el apoyo del Frente Renovador y de diputados y senadores del Partido Justicialista. Los argumentos giraron en torno a la responsabilidad por el cuidado de la "gobernabilidad". El hecho político verdadero, el que generó consecuencias en la realidad, fue que esas medidas que eran parte del corazón del programa inmediato del establishment alcanzaron la condición de ley. Era la época del alegre acompañamiento de algunos dirigentes, supuestamente opositores, al foro de Davos, el tiempo en que el interés común en el debilitamiento de las fuerzas del kirchnerismo era un punto excluyente de una agenda común de algunas burocracias partidarias. Ese tiempo no es el actual. Y el cambio no obedece a un replanteo en el interior de esas estructuras políticas sino que es el producto de la activación popular en contra de algunos aspectos particularmente crueles del ajuste; los tarifazos, los despidos y la caída del poder de compra de los salarios lucen en los puestos primeros de la indignación pública. Es muy interesante esta experiencia porque pone en cuestión una manera del análisis político que coloca en el centro excluyente de la escena al comportamiento de las élites partidarias. Habitualmente también se incorpora al esquema analítico el resultado de las encuestas de opinión. La democracia es un contrapunto –según esta perspectiva– entre instituciones y opinión pública; un mundo ideal, en el que la organización y la acción colectiva son negadas o colocadas bajo el rótulo de "minorías intensas", haciendo uso fraudulento de esa categoría pensada para otros fenómenos. El problema que tiene este cuadro interpretativo es que la formación de la subjetividad popular se reconstruye bajo la forma de una respuesta circunstancial a una pregunta que le interesa al encuestador, dada en un momento determinado. La experiencia de vida del encuestado queda reducida a una definición del género, el nivel económico y la edad de un individuo. Ahora las encuestas están reflejando un estado de creciente rechazo de las políticas del gobierno que desde hace varios meses venían siendo enfrentadas en las calles del país. La conducta del movimiento obrero organizado y de una vasta red de organizaciones sociales y culturales no deberían ser datos secundarios de un análisis político. Son fuentes muy importantes de la creación de una atmósfera social que después terminan reflejando las encuestas.

El clima social, transformado visiblemente en estos meses, será una variable decisiva en el relativamente breve período que nos separa de la elección legislativa del próximo año. Las dificultades que atraviesa el gobierno han provocado el deslizamiento de muchos referentes opositores desde la moderación o la complacencia hacia sus políticas a una posición más crítica y distante. La interna justicialista está, razonablemente, en el centro de las miradas. Tiene ante sí tres problemas principales: la posición frente al gobierno de Macri, el grado de amplitud y peso electoral que alcance su unidad interna y el liderazgo. El primer problema significa dar una respuesta política a una situación de creciente conflictividad social; la unidad de la CGT y la creciente inclinación de su triunvirato directivo a favor de un paro nacional pueden considerarse síntomas de una imposibilidad para prolongar el tiempo de la colaboración parlamentaria y política, por lo menos en el grado en que se ejecutó durante los primeros meses del gobierno. El desplazamiento de la conducción del PJ hacia una posición de clara oposición es muy visible aunque no definitiva. Todo dependerá de la evolución del clima popular, con un agregado muy importante: es difícil presentarse como opción electoral al gobierno de una coalición con la que se colabora ampliamente. Los límites de la unidad interna son también móviles: hasta hace poco predominaba en la cúpula la idea de una separación clara y precisa respecto del sector que reconoce el liderazgo de la ex presidenta. En el nuevo clima la cuestión no está tan clara. En primer lugar porque es innegable que el kirchnerismo conserva una autoridad importante en el terreno de la coherencia y consecuencia con que se vienen enfrentando las medidas de ajuste, entrega y represión. Claramente este sector representa una alternativa no solamente circunstancial en términos electorales, sino un antagonismo político de fondo con el rumbo neoliberal. Esa realidad desalienta la idea de una bolilla negra para sus referentes, lo que no podría sino tener importantes costos electorales, sin contar con el peso propio de la figura de Cristina en el caso de que se lance su candidatura: sería difícil encontrar en el actual plantel del PJ una figura que pudiera cuestionar ese peso y, mucho menos, enfrentarla. Los límites pragmáticos de la unidad justicialista incluyen la cuestión de Massa y el Frente Renovador. En el seno de ese partido hay una amplia lista de importantes dirigentes provenientes del justicialismo. Eso abre la cuestión de la posibilidad de una amplia coalición panperonista, lo que sería ampliamente aconsejable desde el punto de vista electoral si no existiera el mencionado "límite kirchnerista": ¿Cómo se hace para unir al kirchnerismo bajo la dirección de un líder que define a ese sector como el pasado político? Otra pregunta: ¿Cómo se hace para agrupar al peronismo en torno de la candidatura central de un dirigente que está fuera del partido y para eventualmente enfrentar a la líder política de los dos últimos gobiernos peronistas de la historia? La cuestión de los liderazgos en el interior de una amplia unidad peronista no es un obstáculo, porque sencillamente no hay obligación de resolverla antes de una elección legislativa. En la hipótesis de una amplia unidad en el interior del justicialismo, bien podrían ser los desempeños electorales en los distritos más importantes los que construyan un mapa del poder interno.

Claro que la unidad pragmáticamente construida solamente puede funcionar bien en un marco de mínima coherencia política. La elección, tal como suele ocurrir, será un test donde el gran evaluado será el gobierno, a través de la coalición que lo exprese electoralmente. Si esto es así, para que exista unidad tiene que haber un juicio general compartido respecto de las políticas desarrolladas en el período previo a la elección. Un juicio que no solamente se exprese a través de la campaña electoral sino en la conducta cotidiana en el Congreso, en los gobiernos provinciales y locales así como en las organizaciones sindicales y sociales. Lo que está hoy muy claro es que será difícil resolver los dilemas preelectorales al margen del clima social y político del país. Es otro modo de decir que tal vez la variable clave sea la evolución de la acción colectiva popular en estos meses. En eso consiste el lado crítico para un proyecto que tiene un enorme poder institucional y un cuasi monopolio de la palabra pública. Eso, con ser mucho, no alcanza para darle consistencia, credibilidad y durabilidad al orden político neoliberal.


























El vértigo



Por       José Pablo Feinmann


Las palabras son las que permiten la comunicación entre las personas. Las personas son humanas e inhumanas. Su praxis es el ser. No el lenguaje. No viven en la morada del lenguaje. Viven en la praxis humana. El ser es praxis. Se han arrojado muchas frases durante los últimos meses. Algunas son livianas y hasta risueñas. Otras meten miedo. La palabra tarifazo hiela el alma. Es sólo un ejemplo. La palabra angustia remite a Kierkegaard. Pero no importa, porque se la dijeron a un rey borbónico. Que los hombres de Mayo se angustiaron al alzarse contra el poder hispánico. Eso le dijeron. Las cosas que se dicen.
El presidente ha dicho muchas. Ahora hay algunos y hasta varios que no lo quieren. Qué cosa. Ver para creer. Quién diría. Lo que ha hecho este hombre en tan breve tiempo. Incluso los que lo votaron no salen de su asombro.
Pero, ¿será él quien hizo todo este desmadre? Si él no tenía discurso propio. ¿O no le soplaban lo que debía decir? Un hombre que no tiene libreto propio – o no adhiere lúcidamente a ninguno – es un hombre sin ideas. Sin embargo, algunas tendrá. O, sin duda, será alguien de suficientes espaldas como para asumir la responsabilidad de tenerlas y aplicarlas.
Se acabó la joda, por ejemplo. Eso dijo. La joda es el populismo. Quién no lo sabe. Esa terquedad en distribuir y someter al pueblo con la demagogia. Populismo. Y ahí está el punto. Los que gobiernan en serio están siempre en lo macro. Acertaron, el desborde de la copa. Pero, hay que llegar ahí. Calma, paciencia, invierno. El invierno fue frío y hasta despiadado. Ni el de Alsogaray.
La piedad no va con lo macro. La frase que hizo grandes a los grandes norteamericanos fue está despedido. No esa patraña que inventaron Roosevelt y Keynes. El Estado Benefactor, el pleno empleo y productos para el mercado interno. No, está despedido. Flexibilizar es racionalizar. Racionalizar es sincerar la economía.
Dicen: si algún defecto tenemos es ése, la sinceridad. Cuando le decimos a alguien que lo echamos, lo echamos. Uno de los nuestros dijo es espantoso, pero necesario.
Qué importan los estragos si los frutos son placeres, o no mató a miles de seres Tamerlán en su reinado. Un poemita de Goethe que Marx cita sin incomodarse. Admiraba a la burguesía. Como nosotros. Nos diferenciamos de ese cabezón en que él imagina un horizonte de libertad para los colonizados, nosotros no confiamos en el proletariado. Creemos que los burgueses, cuando estragamos a los otros, les hacemos un bien.
Eso quiso decir nuestro hombre. Espantoso, pero necesario. Y eso que lo dijo cuando apenas sumábamos doscientos mil despedidos. Ahora, los frutos y los placeres aumentaron. El espanto también. Pero que se unan a nosotros por medio del espanto. Eso queremos. Fue clara y precisa la frase de nuestro máximo escritor. No nos une el amor sino el espanto. También nuestro funcionario, que es culto, invocó a Maquiavelo. Entre ser querido y ser odiado, el Príncipe debe elegir ser odiado. Ser temido. Provocar espanto. No amor. Es nuestro programa de gobierno.
El neoliberal no se preocupa por la adhesión de las masas, esa pasión demagógica de los populistas. Ser demagogo da grasa. El neoliberal prefiere al ciudadano, que goza de buena salud, que es, en suma, sano.
Para peor, se solaza con las depresiones de quienes debieran enfrentarlo. La oposición, en esta experiencia que vivimos en nuestro país, que es de ellos, se disemina, se diluye, se agota en la crítica. El vértigo del gobierno la tiene contra las cuerdas.
Se sabe que el mundo fue y será una porquería. Pero hoy, exagera. Calderón, en el siglo de oro español y en su obra La vida es sueño, larga genialmente esa frase que se adelanta a Heidegger y Sartre. Esa, que el delito mayor del hombre es haber nacido. Hoy pareciera, entre el vértigo del gobierno y las divisiones, el individualismo de la oposición, que la mayor desgracia es haber nacido argentino. Se trata de actuar en contra de este postulado. Que es espantoso, pero no necesario.












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