viernes, 23 de septiembre de 2016

LA SOBERANIA ES UNA DECISION POLITICA


viernes 23 de setiembre de 2016



La soberanía es una condición de los pueblos libres, no se mendiga en los foros, se lucha cada día por preservarla.



LA SOBERANÍA ES UNA DECISIÓN POLÍTICA

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Soberanía es la capacidad de los pueblos de tomar sus propias determinaciones, caminos y políticas estratégicas, sin depender de terceros, ni tener que someter sus decisiones a controles o auditorías externas.
Por      Jorge Rachid




Como decía Umberto Eco, el semiólogo mayor contemporáneo, en su libro "La estrategia de la ilusión", -La misma palabra no siempre tiene el mismo significado para las personas que las usan, tanto en lo simbólico, como en los contenidos de las mismas.
Soberanía es la capacidad de los pueblos de tomar sus propias determinaciones, caminos y políticas estratégicas, sin depender de terceros, ni tener que someter sus decisiones a controles o auditorías externas.
Entonces vemos que Soberanía no es un término aislado, es una política de estado que abarca desde la diplomacia hasta la economía, desde los servicios esenciales hasta las políticas internacionales, construyendo un perfil e identidad nacional y regional, propia de nuestro país, independiente y libre en el concierto de las naciones.
Así se construyó Soberanía en los últimos doce años con políticas destinadas a aislar a los Fondos Buitres en el ámbito internacional, con una propuesta aprobada durante la gestión peronista de Cristina, por 136 países del mundo en Naciones Unidas, basada en 9 puntos soberanos a asumir por la comunidad internacional.
Pese a ello el gobierno insiste en nuestro aislamiento y comete errores estratégicos en el Foro anual de ese organismo, como pretender hablar de Soberanía en charlas de pasillo.
También se consolidó un perfil soberano al asumir junto a la región UNASUR la defensa irrestricta de los gobiernos democráticos, frente a la agresión golpista desarrollada sobre los gobiernos populares.
También la posición firme ante el pretendido atropello con la Fragata Libertad, cuando los actuales gobernantes pretendían pagar su liberación.
Soberanía no es una palabra hueca, es una decisión política.
Ese mismo camino se recorrió al reestablecer las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, ejemplo soberano que nuestro país, desde el gobierno peronista mostró al mundo, en un hecho único e inédito de juzgar en vida los crímenes de Lesa Humanidad, de los asesinos y sus cómplices de las dictaduras cívico militares.
Este gobierno pretende "suavizar" esa conducta en función de criterios supuestamente humanitarios, en realidad políticas indulgentes y amparantes de los criminales.
La Soberanía sobre Malvinas fue reclamada, con avances significativos desde la primera presidencia de Perón, pero el hecho mas trascendente fue durante la gestión de Illia cuando Naciones Unidas emite las recomendaciones a Inglaterra, nunca cumplidas por ese imperio desde entonces, desconociendo esas reiteradas llamadas a la mesa de negociaciones, pese al reclamo argentino.
Pasaron años, una guerra, cientos de muertos y dolor que ahora pretenden resolver en una posición de sumisión y respeto reverencial, ante los colonialistas y sus ocupas.
Como se recuperan las islas Malvinas, mandato constitucional insoslayable, que parece haber no leído la actual administración, es la pregunta del millón, cuando el enemigo colonial se niega sistemáticamente a todo esfuerzo nacional de resolver por vía diplomática, la cuestión.
Entonces la posición del gobierno es colocarse en función de su política coyuntural, sin mirada estratégica, sobre un imperio que ha instalado en Malvinas la mayor base militar de la OTAN, en el Atlántico Sur.
La guerra comercial, económica y diplomática también existe, ¿saben?
Esa base inglesa tiene como objetivo preservar los recursos naturales de la plataforma continental argentina usurpada, mantener libres los pasos interoceánicos, avanzar hacia la explotación mineral antártica y junto a la base militar norteamericana próxima en Tierra del Fuego, acordada por Macri, para controlar la expansión bicontinental argentina, que fue el proyecto estratégico de Perón al crear el Instituto Antártico en 1950.
Este escenario no es tenido en cuenta por el macrismo, a menos que hayan asumido como política, la entrega del patrimonio nacional.
El rol de la Canciller en su afán de coronar en la Secretaría General de la UN, ha hecho ceder posiciones argentinas en el casillero inglés y mundial, ante el estupor de los países que vienen acompañando el reclamo soberano de Malvinas como políticas del UNASUR y CELAC, con el aval del presidente Macri.
No sabe acaso la Canciller con su experiencia que desde posiciones de debilidad no se avanza en el ámbito internacional?
Ignora que las guerras son la continuidad de la política por otros medios (Clausewitz) y que terminada siguen con medidas económicas y diplomáticas, que toman los países soberanos?
Sin dudas no hablamos de los mismos contenidos soberanos con el gobierno neoliberal, que está dispuesto a entregar desde los recursos naturales hasta la economía al saqueo internacional, en función de volver al mundo, de rodillas pidiendo perdón, en una actitud humillante, antinacional y deplorable, que sin dudas el pueblo argentino con el peronismo a la cabeza reparará a futuro, cicatrizando el daño que está originando una política títere del macrismo, cipaya y colonial, monitoreada por EEUU y controlada por su socio inglés.





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