miércoles 28 de setiembre de 2016
MEDIOS Y COMUNICACIÓN
Comunicación con perspectiva de género
Alba Fajardo sostiene que la perspectiva de género es una opción política y ofrece una serie de sugerencias para el tratamiento periodístico en los medios de comunicación.
Por Alba Fajardo *
Existen muchos errores en las noticias que hablan sobre violencia hacia las mujeres: imprecisión de datos revelados; falta de dimensión ética; enfoque sensacionalista, descripción excesiva del desarrollo del crimen (usados la mayoría de las veces para dar ambiente de crónica al artículo); falta de contextualización y de perspectiva de género a la hora de comunicar.
¿Qué es la comunicación con perspectiva de género? La doctora en Comunicación Social, María Florencia Cremona, que estuvo a cargo del "Seminario interdisciplinario comunicación y género" en la Universidad Nacional de La Plata señala que: "La perspectiva de género es una opción política para develar la posición de desigualdad y subordinación de las mujeres en relación a los varones. Pero también es una perspectiva que permite ver y denunciar los modos de construir y pensar las identidades sexuales desde una concepción de heterosexualidad normativa y obligatoria que excluye".
Es decir, que al escribir se debe favorecer la igualdad entre los géneros y la eliminación de estereotipos que afecten la dignidad o que marquen la supremacía de uno sobre el otro. Ejemplos donde hace falta esta dimensión hay muchos. El diario popular de Chile, La Cuarta, tituló así el caso de asesinato de la joven colombiana Yuliana Aguirre: "El amor y los celos la mataron". La presidenta del Colegio de Periodistas de Chile, Javiera Olivares, señaló que ese tipo de lenguaje "naturaliza el feminicidio".
Pero ¿por qué lo naturaliza? Porque hace que parezca un fenómeno natural y espontáneo dentro de una relación amorosa. Está dejando de decir que fue Edwin Vásquez quien asesinó a su pareja, para señalar que los celos y el amor acabaron con la vida de alguien, socializando además un concepto tóxico de lo que este sentimiento.
Pero este no es el único periódico que comunicó erróneamente, veamos otros titulares: "La joven descuartizada en Chile"; "Este martes repatriarán restos de Yuliana Andrea, colombiana desmembrada en Chile"; "De historia de amor en Andalucía a película de Terror en Chile"; "El amor violento de la bella colombiana que fue descuartizada".
Los dos primeros hacen un enfoque hacía el "cómo" de los hechos, al decir "descuartizada" o "desmembrada" tanto la figura de asesinato como la autoría del crimen pierden fuerza al no estar nombrados. Con los dos últimos titulares podríamos jugar a preguntarnos: ¿dependiendo del lugar es una historia de amor o una historia de terror?; ¿está bien nombrar la violencia dentro de una categoría de amor?
En esta oportunidad compartiremos algunos puntos señalados por la organización Periodistas de Argentina en Red por una Comunicación no Sexista que en su "Decálogo para el tratamiento periodístico de la violencia de género en los medios" indican como primer punto, que estos temas son concernientes a la defensa de los derechos humanos y se deben tratar como tal. Citan textualmente: "desterramos de nuestras redacciones la figura de 'crimen pasional' para referirnos a al asesinato de mujeres víctimas de violencia de género. Los crímenes pasionales no existen".
Las autoras además recomiendan utilizar nombres como: violencia de género y violencia machista (podríamos agregar a esta lista el feminicidio). También señalan la importancia de proteger la identidad de la víctima, no la del agresor y contar dentro de la noticia cuáles pueden ser las actitudes y situaciones que ponen en riesgo la vida de la mujer e incluir teléfonos de emergencia para realizar las denuncias respectivas.
No es recomendable y resulta ofensivo utilizar diminutivos, apodos, apócopes para nombrar a la víctima, y se debe revisar que las fotografías publicadas no sean obscenas o desvíen la atención del crimen perpetuado.
A este catálogo podríamos agregar el tratamiento de los testimonios de la familia. Al estar hablando de una muerte, el acercamiento para las entrevistas, debe ser pensado desde la ética del periodismo. Esta tiene en cuenta que el comunicador debe cuidar al entrevistado, ya que éste puede exponerse (emocional y psicológicamente) sin darse cuenta, dado el momento de dolor por el que transita.
Profundizar sobre estas herramientas de comunicación es una tarea que todos los comunicadores debemos hacer, y para todo aquel que quiera un lenguaje más respetuoso, constructivo y solidario que nos acerque a la equidad de género y a una sociedad más justa.
* Comunicadora Social-Periodista de la Universidad Externado de Colombia. Estudiante de la Maestría Comunicación y Cultura de la Fundación Walter Benjamin.
MEDIOS Y COMUNICACIÓN
Campañas electorales en la era digital
Juan Pedro Gallardo asegura que la comunicación a implementar en elecciones democráticas, independientemente de sus soportes, tiene la obligación de incluir en su repertorio discursivo la dimensión del destinatario que exige obtener una relación equilibrada de ida y de vuelta con su interlocutor.
Por Juan Pedro Gallardo **
La explosión de las redes sociales para uso proselitista se produjo en el 2008 durante la competencia presidencial de Barack Obama. La prueba de efectividad que tuvo en la contienda la implementación de internet y sus productos más representativos, avalada entre otras cosas por la movilización de unos 13 millones de militantes en Facebook, marcó un antes y un después en el diseño de las campañas electorales.
Por supuesto que otros factores como el crecimiento de la conectividad, la masiva accesibilidad y la falta de regulación estatal ayudaron a fortalecer esta tendencia y a instalar definitivamente a la red en el mapa de medios. El contexto aludido hizo posible a su vez que la Política 2.0 gane más terreno en la amplia geografía de la comunicación proselitista e incorpore una dinámica superior a la mera difusión de propaganda por canales digitales.
Asimismo, el rol ciudadano en un entorno virtual y en un contexto de disputa política implica nuevos desafíos y cuestiones que deben ser analizadas. Si bien internet fue fruto de la ingeniería militar estadounidense, su expansión parcialmente liberalizada hacia los campus universitarios permitió la conformación de una masa de usuarios que aprovecharon las características propias de esta herramienta para poder difundir cuestionamientos al modelo de control social implementado desde las esferas gubernamentales y las trabas legales y comerciales que impusieron las corporaciones que monopolizaban la web.
Los hackers desde su conformación temprana se erigieron como una contracultura o subcultura frente a estos poderes. Dedicaron su accionar a la programación de software para la utilización libre y gratuita, entendiendo que la puesta en común de la información constituye un bien excluyente para el pleno ejercicio democrático. De acuerdo con el fin mencionado, llevaron a cabo una metodología de trabajo en red, de modo colaborativo, circular y bajo una ideología predominantemente libertaria.
Esta actitud contestataria no anuló el constante avance de la concentración de internet en pocos jugadores y la cotidianeidad de su uso, como la de cualquier otro objeto, apacigua su contemplación crítica. No obstante, sí provocó que dichas cualidades formen parte de las costumbres de los usuarios y que las grandes compañías relacionadas a este negocio – incluso las del mundo productivo y del trabajo en general – orienten sus propias organizaciones y desarrollos con adecuación a esta perspectiva. El teletrabajo o el home office configuran ejemplos de este movimiento que funciona dentro de la conceptualización de lo que se denomina "trabajo líquido".
No es propósito de estas consideraciones subestimar el poder que detentan los medios masivos de comunicación, a la hora de edificar consensos y fijar la agenda de temas que son de interés público. Sí hacen hincapié en el hecho de que la revolución producida por las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, compuso una sociedad culturalmente distinta a la que se regía exclusivamente por el consumo de televisión, radio o diarios en papel.
En esta nueva era de ser en el mundo, los aspectos señalados fueron paulatinamente agregándose a las conductas de los internautas que además, frente a la unidad del ordenador personal, el gigantesco volumen de datos disponibles y la interactividad que la conexión permite, llegan a experimentar generalmente la sensación de una autonomía relativa importante.
Se trata de un proceso y no de un trayecto de conclusión finita. Se puede hacer referencia a un camino que consolida su pavimento a partir que avanza la mediatización de la sociedad y aumenta la cantidad de nativos digitales que habitan sobre el planeta. Por ello resulta vital para la elaboración de cualquier campaña tener presentes tales disquisiciones y darse cuenta que cuando se intentan construir en la actualidad alternativas mayoritarias y hegemónicas, los mensajes verticales van perdiendo efectividad frente a la horizontalidad de la comunicación.
Lo expresado no tiene nada que ver con el hecho de desplazar al líder como centro. Tampoco señala una supuesta carencia de eficacia que todavía tienen los discursos tradicionales al interior de las estructuras políticas-partidarias. Se concentra más bien, en el hecho evidente de que la comunicación a implementar en elecciones democráticas, sea con volantes en una esquina o a través de canales electrónicos y virtuales, tiene la obligación de incluir coherentemente en su repertorio discursivo la dimensión del destinatario que, por los parámetros culturales aludidos, no se conforma con el mensaje ofrecido sino que exige, entre otras cosas, obtener una relación equilibrada de ida y de vuelta con su interlocutor.
** Licenciado en Ciencias de la Comunicación - UBA.
SE REALIZÓ UNA JORNADA SOBRE ABORTO EN LA LEGISLATURA
PORTEÑA
"La sociedad está preparada"
Especialistas, activistas y referentes de partidos políticos participaron de "Hablamos de aborto", el encuentro en el que la abogada de Belén, Soledad Deza, dio a conocer que hay otras dos mujeres presas por aborto.
Hubo reclamos para que el Estado proteja los derechos de las mujeres.
Por Mariana Carbajal
"Necesitamos que el Estado nos devuelva la soberanía sobre el cuerpo que nos expropió. La maternidad forzada es una cárcel para las mujeres", afirmó Soledad Deza, integrante de Católicas por el Derecho a Decidir y abogada de Belén, la joven tucumana que fue condenada y estuvo presa dos años y cinco meses, tras sufrir un aborto espontáneo. Deza fue una de las expositoras en la jornada "Hablamos de aborto" que organizó ayer el diputado Pablo Ferreyra (FpV) en la Legislatura porteña, y en la que participaron referentes de la cultura, la sociedad civil, los medios de comunicación, la academia y distintos partidos políticos, como
preámbulo del Día por la Despenalización y Legalización del Aborto que se conmemora hoy con distintas actividades y epicentro en el Congreso, desde donde a las 19 partirá una marcha a la Plaza de Mayo.
Deza fue una de invitadas más esperadas de la jornada multidisciplinaria "de voces sobre el aborto". La abogada tucumana reveló que en Santiago del Estero hay actualmente otras dos mujeres presas por aborto, detenidas en las últimas semanas. Compartió el panel en el que se ahondó sobre "violencia institucional" con la abogada Luciana Sánchez, de Lesbianas y Feministas por la Descriminalización del aborto, Fernanda Meques, de Las Casildas, una ong que trabaja contra la violencia obstétrica, y la militante kichnerista Victoria Montenegro.
Deza se refirió en primer lugar al caso Belén. "Para que una mujer haya estado 29 meses presa tiene que haber una triada que funciona bien aceitada, que consolida la violencia patriarcal desde las instituciones, conformada por operadores de la salud, que violan el secreto profesional para denunciar, la policía y el Poder Judicial", describió. Y señaló que Belén no es la primera mujer en Tucumán, que es denunciada luego de sufrir un aborto espontáneo.
"Hay una cosmovisión moral en los hospitales que utiliza la estructura judicial para criminalizar a una mujer que sufre un aborto espontáneo", indicó la abogada. Y contó que con un equipo de investigación encuestaron a 203 profesionales de 5 hospitales públicos de Tucumán, incluido el Avellaneda donde fue atendida y denunciada Belén, en los que se realiza atención gineco-obstétricas. Les propusieron medio centenar de prácticas médicas, para que las ordenaran, según cuál consideraban que era más violenta contra las mujeres: "La denuncia contra una mujer que llegaba con un aborto, la ubicaron en el lugar 32. Les pareció menos violento volverla convicta que rasurarle el pubis", reveló Deza. "Tres de cada 10 profesionales de la salud del Avellaneda le pusieron cero a la denuncia post aborto", destacó la abogada, para mostrar cómo está naturalizada la violación del secreto médico y la criminalización de mujeres en situación de aborto.
"De cara al 28 de setiembre, el caso de Belén ha puesto al descubierto que el sistema penitenciario nos ocultó durante dos años una presa por aborto. Quedaron sin argumentos nuestros parlamentarios que decían que no había presas por aborto y que por eso no había que reformar la ley", apuntó Deza y reclamó, con pañuelo verde al cuello, que se abra el debate en el Congreso y se trate el proyecto de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto legal, seguro y gratuito (ver aparte).
La actividad fue convocada por el diputado Ferreyra, presidente de la Comisión Especial de Seguimiento y Prevención de la Violencia Institucional, de la Legislatura porteña. "Los cuerpos de las mujeres son los primeros implicados cuando hablamos de aborto. Pero también hay otras corporalidades implicadas: lesbianas, varones trans, mujeres bisexuales. Los varones heterosexuales debemos involucrarnos para acompañar a quienes deciden abortar", subrayó Ferreyra, al abrir la jornada, por la mañana.
En la mesa de cierre, por la tarde, la legisladora Andrea Conde (FpV) indicó que "nos parece fundamental la movilización, pero también el rol del Estado". Por su parte, la diputada nacional (FIT) Myriam Bregman señaló que "en esta nueva coyuntura se están desfinanciando programas de atención a mujeres" y consideró que "la sociedad está preparada para discutir el aborto, el 60 por ciento está de acuerdo en legalizarlo, pero es en el Congreso donde cuesta avanzar".
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