martes 13 de setiembre de 2016
EL ORGANIZADOR DEL "DAVOS PORTEÑO" REPUDIA EL PAGO DE
IMPUESTOS Y JUSTIFICA LAS GUARIDAS FISCALES
Un foro con presencia en los Panama Papers
Richard Attias es el empresario marroquí que organizó para el Gobierno el encuentro de inversores, así como antes lo hizo en Gabón, Congo, Ruanda y Egipto. Es uno de los ricos y famosos de los Panama Papers.
En medio de un fuerte operativo de seguridad hoy comienza el encuentro de empresarios en el CCK
Por Javier Lewkowicz
"Una pequeña ayuda de mis amigos", es la canción que versionó el macrismo para organizar su Davos porteño, foro que congrega a los gerentes de algunas de las multinacionales más importantes y que comienza hoy en el Centro Cultural Kirchner. La convocatoria del evento está encabezada por Richard Attias, empresario marroquí que a pesar de no haber ido al Colegio Cardenal Newman como el Presidente y varios de sus amigos e integrantes del gabinete, comparte con el primer mandatario la presencia en los listados de los Panamá Papers, gracias a su empresa "The Experience by Richard Attias", radicada en las Islas Vírgenes Británicas. Attias justificó la triangulación con paraísos fiscales a raíz de los "impuestos agobiantes" que hay que pagar en países sin opacidad tributaria. Por razones obvias, Macri (Bahamas/Panamá), su tío Jorge Blanco Villegas (Islas Vírgenes Británicas), el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, el presidente del Banco Provincia, Jorge Macri, y el titular de la AFI, Gustavo Arribas (todos de Panamá) no fueron tan sinceros como Attias y dibujaron como pudieron su situación.
Vender oportunidades de negocios en la Argentina y convencer a las multinacionales para que inviertan en el país es la tarea que se propuso Macri. El principal activo con el que cuenta el Gobierno para generar esa atracción es el carácter de las reformas que aplicó durante estos meses: deterioro en la distribución del ingreso, apertura comercial, liberalización financiera, pago a los fondos buitre y fuerte endeudamiento externo. Sin embargo, los CEOs son esquivos y hasta ahora la lista de nuevas inversiones viene muy flaca. La idea de Macri para complementar su política pro-mercado fue contratar a un seductor de empresarios.
El nombre de Richard Attias surgió en enero cuando Macri participó del Foro de Davos en Suiza. Es un empresario marroquí cuya base de operación fue París y luego Nueva York, que se dedicó a nutrir de estrellas la agenda del encuentro de Davos, como Bill Clinton, Yasser Arafat, George Soros y Bill Gates. En Buenos Aires, el evento contará con los gerentes de empresas como Coca-Cola, Cisco, Siemens, Unilever, Dow, General Electric, Airbus, Toyota, Total y Boeing. Richard Attias & Asociados es una consultora global con sede en Dubai. En los últimos años concentró su trabajo de atracción de inversiones en Africa: organizó eventos en Gabón, Congo, Ruanda y Egipto.
Como miles de empresarios de todo el mundo, entre ellos el presidente Macri, los Panama Papers revelaron la operatoria de Richard Attias con los paraísos fiscales. El 20 de enero de 2010 fue anotada la empresa "The Experience by Richard Attias" en las Islas Vírgenes Británicas a través de las gestiones del estudio especializado Mossack Fonseca, desde donde provinieron las filtraciones masivas de datos. Attias figura como uno de los cinco accionistas de "The Experience" junto a Blossom Holding (Reino Unido), FAS Saudi Holding Company y MAAD Investments (Arabia Saudita) y Aleph Capital Holdings (Islas Caimán). La firma de Attias fue desactivada en noviembre de 2014 pero motivó cuestionamientos de la prensa francesa. El diario Le Monde fue el que reveló su participación en los Panamá Papers.
"No tuve actividades en ese área con la compañía. Fue disuelta, así de simple", respondió Attias cuando le preguntaron por los Panamá Papers y anticipó que, como está haciendo en Argentina, organizará el año que viene foros empresarios en Bahamas y en Panamá. "¿Por qué tantos europeos, y hay nombres muy conocidos involucrados, se sienten tentados de poner su dinero en Panamá? No debemos demonizarlos. Los impuestos son sofocantes, no pueden hacer negocios, no pueden invertir", se explayó Attias sobre la molestia de pagar impuestos. Por eso cuenta también con la firma Newco, radicada en el estado de Delaware, el paraíso fiscal que está en terreno norteamericano.
Attias comparte con Macri la simpatía por la operación con paraísos fiscales. El mandatario argentino figura en la lista de los Panamá Papers a partir de Fleg Trading, sociedad radicada en Bahamas donde Macri ocupó el cargo de director. Macri intentó ser más sutil que su colega Attias cuando negó haber operado con sus empresas radicadas en paraísos fiscales, aunque el tiro le salió por la culata porque, como publicó en su momento el periodista de Página/12 Tomás Lukin, sus empresas realizaron importantes movimientos de dinero.
Fleg Trading formó parte de la estrategia societaria del Grupo Socma de instalar Pago Fácil en Brasil a través de la empresa Owners do Brasil Participacoes, una inversora encabezada por Franco Macri. Fleg se introdujo como accionista y en alianzas con otras sociedades en el mercado brasilero como una forma de enmascarar su origen y sus integrantes. La compra de "Owners do Brasil" se efectuó por 9,3 millones de dólares y luego Owners se convirtió en accionista de tres empresas más: Itron do Brasil Ltda, Martex do Sul Ltda y Megaconsultora Servicios e Participacoes Ltda. El fiscal Federico Delgado investiga el presunto delito de lavado de dinero en una causa donde tiene competencia el juez Sebastián Casanello. Macri también apareció como integrante de la empresa Kagemusha, de Panamá.
Reglas para preguntar
El foro de inversiones que organiza el Gobierno nacional en el Centro Cultural Kirchner (CCK) cuenta con algunas curiosas indicaciones para la prensa, incluida la advertencia de que el periodista que no siga las normas será echado del lugar. El instructivo que recibieron los periodistas aclara que el "código de vestimenta" del evento es elegante sport y que el idioma oficial será el inglés aunque la interpretación simultánea en español y portugués se proporcionará en todas las sesiones plenarias. Para la presentación de Mauricio Macri, en la apertura del evento, "las puertas de ingreso al auditorio principal se cerrarán 15 minutos antes del inicio de su sesión plenaria". "Cualquier periodista que no siga estas normas, o se detecte que se comporta de manera agresiva o injustificadamente intrusiva hacia los participantes, tendrá su acreditación anulada inmediatamente, debiendo abandonar el edificio", cierra como nota al pie el documento para la prensa. El mini Davos que organiza el Gobierno convoca a gerentes de las multinacionales más importantes del mundo. Con ello, el macrismo busca estimular la corriente de inversiones, que hasta ahora brilla por su ausencia.
ROBERTO LAMPA ANALIZA POR QUE NO LLEGARON LAS
INVERSIONES PROMETIDAS
"No hubo shock de confianza"
El economista italiano sostiene que el Gobierno no tuvo en cuenta el contexto internacional adverso cuando decidió apostar por la inversión extranjera en lugar de promover el mercado interno. "La volatilidad financiera seguirá siendo alta", advierte en el reportaje a Página/12.
"Argentina decidió 'volver al mundo' de una manera completamente voluntarista", cuestiona Lampa.
Por Tomás Lukin
"Un exceso de voluntarismo". Así define el economista italiano Roberto Lampa la apuesta del Gobierno a las inversiones extranjeras para motorizar la economía. El profesor de la Universidad de San Martín e investigador del Conicet advierte que, aunque coherentes y consistentes con las exigencias del recetario neoliberal, las políticas implementadas para atraer inversiones "prestaron escasa atención a la coyuntura externa que representa una amenaza formidable para las economías regionales, su crecimiento y el nivel de fragilidad financiera". Las medidas que buscaban reemplazar con una lluvia de dólares el dinamismo del mercado interno y el rol contracíclico del gasto público no dieron resultados: "Ni siquiera se produjo algún shock de confianza", consideró Lampa. Desde su perspectiva, la falta de resultados pudo ser cubierta en el corto plazo con endeudamiento externo y especulación financiera. Sin embargo, la estrategia no es sustentable. "La volatilidad financiera seguirá siendo alta, lo cual podría implicar un costo creciente para la emisión de bonos por parte de los países emergentes y una creciente dificultad de financiamiento externo", explicó el economista a Página/12.
–¿Puede registrarse el aluvión de inversiones extranjeras que pretende el Gobierno?
–Las medidas implementadas por el Gobierno configuran un cambio de paradigma en términos de modelo de crecimiento. Desde diciembre la nueva administración buscó generar un shock de confianza en los mercados internacionales que permitiese, en el corto plazo, atraer flujos de inversiones extranjeras hacia el país. Las políticas fueron coherentes y consistentes: la devaluación que implicó una fuerte reducción de los salarios en dólares, la liberalización del mercado cambiario y la quita de retenciones. Sin embargo, las inversiones no llegaron porque se trató de una decisión equivocada, en el momento equivocado.
–¿Qué quiere decir?
–Para 2016 no solo no se preveían flujos de inversiones desde afuera de la región, sino que ni siquiera estaban garantizados los niveles previos de inversiones internas. Más allá de un plano puramente discursivo y mediático, lo que sucedió fue que Argentina decidió "volver al mundo" de una manera completamente voluntarista, ignorando los cambios de expectativas y los movimientos de capitales que caracterizaban ese mismo mundo. No solo no se materializó ninguna lluvia de dólares o inversiones extranjeras por efecto de un supuesto shock de confianza, sino que ni siquiera se produjo algún shock de confianza. A pesar de los esfuerzos del gobierno y las continuas e intensas misiones comerciales hacia los cuatro rincones del planeta, los inversores internacionales se han mantenido alineados a los preceptos de las principales instituciones internacionales y regionales que desaconsejan invertir en países emergentes como Argentina. Por eso digo que las medidas implementadas no prestaron atención a la actual coyuntura externa que representa una amenaza para las economías regionales, su crecimiento y el nivel de fragilidad financiera.
–Sin embargo, el gobierno no tuvo inconvenientes para lograr financiamiento a través del endeudamiento externo.
–Apuntar al crecimiento por medio de la inversión extranjera directa (IED) y fracasar en un contexto de fuga de capitales y aceleración inflacionaria enfrentó al Gobierno con la necesidad de evitar corridas contra el dólar que pudieran amenazar el modesto nivel de las reservas internacionales del Banco Central. Desde este punto de vista, el rápido y oneroso acuerdo con los fondos buitre ofreció un pasaje preliminar para las dos maniobras que buscaron garantizar un abastecimiento de dólares adecuado. En primer lugar, uno de los planes de emisión de deuda más grandes de la historia argentina reciente. En segundo lugar, un fuerte incentivo para que los inversores extranjeros compren activos financieros argentinos de corto plazo. Si por un lado era predecible que el plan para atraer inversiones fracasara, por otro el inesperado cambio de coyuntura en las economías centrales ofreció una salida de emergencia para el gobierno vía endeudamiento y especulación financiera, que le permitió lograr una estabilización en el corto plazo. La sostenibilidad de mediano plazo de semejante estrategia es dudosa.
–¿Los factores externos condicionan la llegada de inversiones?
–La etapa neoliberal del capitalismo se caracteriza por el desplazamiento a escala global de los capitales en la búsqueda de rentabilidad. En ese sentido, un mercado interno dinámico, ausente hoy en la economía argentina, facilitaría la llegada de capitales extranjeros. Pero, desde el punto de vista externo, no se puede ignorar que el deterioro de los términos de intercambio y la recuperación parcial de la Unión Europea y Estados Unidos determinaron un límite para la convergencia entre los emergentes y las economías del G-7. En ese contexto, las previsiones de inversiones para América latina son todavía peores. Por un lado se observa una fuerte desaceleración de la economía china y además todavía se sienten las repercusiones de la grave recesión brasilera. A su vez, el Brexit actuó como un disparador. El enésimo capítulo de la interminable crisis económica europea transformó situaciones de riesgo potencial en una crisis que podría arrastrar todo el sistema bancario europeo. La volatilidad financiera seguirá siendo alta en los mercados, lo cual podría implicar un costo creciente para la emisión de bonos por parte de los países emergentes y una creciente dificultad de financiamiento externo.
OPINIÓN
Atacan de nuevo
Por Claudio Scaletta
Como en todas las profesiones, economistas hay de muchas clases. Una de ellas son los llamados "economistas profesionales". Formalmente no pertenecen a ningún partido, aunque se les conozcan simpatías históricas, transitoriamente asesoren a algún candidato o integren cíclicamente los cuadros de la administración. Generalmente pertenecen a las filas de los departamentos de investigación de bancos, cámaras empresarias y consultoras de la city, como las que componen el REM del BCRA. Son la pata ideológica del mundo de los negocios y su tarea principal, además de legitimar teóricamente las políticas públicas, macroeconómicas y sectoriales, es la creación de expectativas. Dicho de manera sintética y sin argumentos en el medio: el rol de los economistas profesionales es la creación de expectativas. Esto no está ni bien ni mal. Para una parte de la teoría económica las expectativas de los actores son esenciales. Por ejemplo, un sistema de metas de inflación persigue, precisamente, que la política monetaria alinee las expectativas del "mercado" en función de las metas perseguidas. En la economía real, en tanto, las expectativas sobre el futuro de la actividad son las que guían las decisiones de producción e inversión.
Las expectativas, entonces, son fundamentales por donde se las mire y muchos empresarios están convencidos de que son los economistas quienes tienen la clave de su contenido, nada menos que del futuro del ciclo económico. Pero el poder de los gurúes no termina aquí, su capacidad es doble: no sólo pueden predecir el futuro, sino que también tendrían la capacidad de crearlo, lo que explica los millones que las grandes empresas invierten en financiarlos. Por ejemplo, muchos de estos economistas profesionales pasaron los 12 años del kirchnerismo anunciando su debacle. El modelo era insostenible, los logros eran transitorios y consecuencia de factores externos y la crisis fue siempre inminente. No sólo eso, la crisis llegó incluso a existir, pero de una manera muy peculiar que se esgrimió sin rubor: fue "asintomática". Con Cambiemos, se sabe, llegó el cambio. El camino es ahora el correcto, los salarios bajan junto con los impuestos a los más ricos y lo que hoy se volvió inminente no es la crisis, sino la bonanza. La historia no es nueva. Bajo los regímenes neoliberales siempre hay que pasar el invierno.
Entre los economistas profesionales, como en todas las profesiones, los hay menos y más lúcidos. Resulta de interés el discurso de estos últimos, quienes llegaron a formular propuestas para una continuidad superadora del modelo anterior, incluso asesorando al candidato que perdió en el ballottage, pero que hoy apoyan desembozadamente al nuevo régimen. No importa la ortodoxia, sino la más sofisticada "paraortodoxia", una versión camuflada por una racionalidad más elaborada y que, a diferencia de su prima hermana, mecha en su discurso componentes de verdad que le permiten ganar en credibilidad.
El punto de partida de este discurso, su componente de verdad, es que los ciclos económicos y las limitaciones estructurales existen. Como el crecimiento que privilegia el consumo hace que la masa salarial incrementada se destine también a productos industriales, los cuales tienen una alta composición importada, llega un momento que, si no se transforma la estructura productiva, aparece la restricción externa, faltan dólares y el ajuste se produce por la vía de la devaluación y consecuente freno de la actividad. El segundo componente de verdad, menos contundente porque debería contextualizarse, es que las tarifas estaban atrasadas y que los subsidios ya habían alcanzado 4 puntos del PIB explicando casi la totalidad del déficit fiscal. Sintetizando: restricción externa y atraso tarifario, lo demás sería "chamuyo".
Luego viene el componente ideológico, el gobierno anterior habría estimulado artificialmente el consumo mediante el bálsamo del atraso cambiario, los subsidios y los salarios, una supuesta "nitroglicerina" en la nafta. Aquí la paraortodoxia se vuelve lisa y llana ortodoxia y empalma con el macrismo duro: el gobierno anterior no cometió errores sino "algo peor", "intentó fundir" sectores de la economía, por eso "se perdieron 10 millones de cabezas de ganado para favorecer la mesa de los argentinos, se perdieron las reservas de gas y de petróleo y las reservas del Banco Central", todas simplificaciones que ignoran a sabiendas los procesos que están por detrás de cada uno de estos ítems. La pérdida de stock bovino tiene alta correlación con la rentabilidad puramente agraria, el autoabastecimiento de petróleo y gas se perdió como consecuencia de políticas muy similares a las del presente, que desde mediados de los '90 sólo favorecieron la extracción en el contexto de altos precios dolarizados, y con las reservas del BCRA se pagó deuda externa, lo que habilitó las condiciones para emitir más de 35 mil millones de dólares de deuda nueva en apenas nueve meses. Después se critica el déficit fiscal generado por los subsidios cuando los mega ajustes tarifarios de 2016, que dispararon la inflación y profundizaron el parate, respondieron especialmente a las necesidades emergentes de la duplicación del precio del gas en boca de pozo, alrededor de 3000 mil millones de dólares que nadie que mire los números puede ignorar. También se critica el déficit provocado por las transferencias a consumidores y empresas vía subsidios tarifarios sin decir nada de las transferencias implícitas en la eliminación de retenciones. La nueva alquimia sería que se puede hablar de baja de impuestos ignorando la caída de ingresos provocada, algo así como una nueva distinción entre déficit bueno y déficit malo. Pero la peor simplificación de la paraortodoxia es que todo lo que sea incentivar consumo sería agenda de corto plazo, "populismo" por la necesidad de ganar elecciones cada dos años, mientras que la verdadera agenda del desarrollo de largo plazo sería el incentivo de la rentabilidad por el lado de la oferta, presunto motor de la inversión. Esta necesidad de populismo transformaría a la política económica en una montaña rusa entre años impares, electorales, y pares, no electorales, "lo que hay que hacer si querés que la gente que no ahorra, que no terminó el secundario, te vote". Lo que es falso es la oposición entre consumo e inversión, usada como eufemismo de la verdadera oposición entre salarios y ganancias.
Este diagnóstico, que sirve para legitimar el ajuste, necesita ser acompañado por el segundo paso: crear expectativas falsas. El concepto central es el de "rebote". Aquí también la argumentación tiene componentes de verdad. Es evidente que cuando llegan los salarios nuevos post paritarias o las nuevas jubilaciones, aunque la recomposición este por debajo de la inflación interanual, el mayor ingreso disponible se traduce en aumento parcial de la demanda de corto plazo. Lo mismo ocurre con la "keynesiana" obra pública después de meses de parálisis. Pero el rebote ocurre en el fondo del pozo. La economía deja de caer, pero ahora con otra distribución del ingreso y más desempleo, ahí está "el truco". Podría ocurrir incluso que en 2017 aparezca algún punto de crecimiento, pero será por la comparación contra los bajísimos niveles de 2016. También es posible que el último cartucho que le queda a la Alianza PRO, el atraso cambiario, contribuya a la mejora de la demanda de 2017. Cualquiera sea el caso, esa mejora nunca será del 5 por ciento. Tirar cualquier número no es de economistas serios.
OPINIÓN
Sobre el precio del gas
Por Ignacio Sabbatella *
El gas natural no es un commodity. No existe un precio de referencia internacional, sino una diversidad de precios regionales, ya que a diferencia del petróleo su transporte presenta ciertas limitaciones. La expansión de la tecnología del gas natural licuado (GNL) posibilitó su transporte marítimo en forma creciente, marcando una tendencia hacia la internacionalización de su precio. No obstante, solo un tercio del volumen total del gas natural comercializado a nivel mundial se hace por esta vía, mientras que dos tercios se sigue realizando mediante gasoductos transfronterizos con costos menores.
A nivel local, el gas natural es un bien natural estratégico para el sector productivo y el transporte, al mismo tiempo que es socialmente necesario para satisfacer los usos de calefacción y cocción en el sector residencial, comercial y entidades sin fines de lucro. La matriz energética primaria argentina es gasífera dependiente ya que constituye el 52 por ciento de la misma. Asimismo, nuestro país es el principal productor de gas de la región, constituyendo en principio una ventaja comparativa, pero debe importar cerca del 20 por ciento del fluido que consume internamente por medio de Bolivia y de cargamentos de GNL o, en su defecto, combustibles sustitutos para la generación eléctrica y el sector industrial en ciertos momentos del año.
Luego de la sanción de la Ley 26.741 de Soberanía Hidrocarburífera en 2012, que declaró de interés público nacional el logro del autoabastecimiento, y de la creación del "Plan Gas" en 2013, que estableció un precio estímulo de 7,5 dólares x MMBTU para la inyección de gas "nuevo" a aquellas empresas que comprometieran inversiones, se revirtió la declinación de la producción local. En 2015 la producción total aumentó un 3,6 por ciento.
El gobierno de Macri pretende reducir abruptamente los subsidios tanto a la demanda (incluyendo el costo del gas importado en las tarifas finales) como a la oferta (achicando la brecha entre el precio estímulo y el efectivamente percibido por las petroleras). A su vez, no está dispuesto a desnudar la estructura de costos de producción del gas ni a exigir compromisos de inversión a las productoras.
El nuevo esquema de precios en el punto de ingreso al sistema de transporte (PIST) para el sector residencial anunciado por el Ministerio de Energía propicia su alineación escalonada con el precio de paridad de importación, fijando como objetivo alcanzar un promedio ponderado de 6,78 dólares x MMBTU en octubre de 2019, lo que representa un aumento total del 426 por ciento respecto al precio vigente de 1,29 dólares.
El primer escalón de este sendero, previsto en octubre de este año, es de 3,42 dólares. El segundo peldaño tendrá lugar en abril de 2017 para ascender a 3,78 dólares. Por lo tanto, con el poder adquisitivo actual, buena parte de los trabajadores deberá afrontar el próximo invierno un aumento total del 193 por ciento promedio en dólares. Una burla a la gradualidad en medio de la caída generalizada del salario real. Al ser un aumento en dólares, una devaluación implicaría un aumento adicional en pesos.
Por otra parte, la meta final de 6,78 dólares se establece en función de la paridad de importación del GNL en 2017 (con regasificación y transporte). Sin embargo, nada hace suponer que este precio se mantenga hasta fines de 2019. Entre 2010 y 2015 la Argentina importó GNL por un promedio de 13 dólares x MMBTU, en tanto que este año se vio beneficiada por la caída de los precios internacionales que redujeron su costo a 6,65 dólares. Que el precio del GNL se mantenga en este nivel o retome la senda alcista depende de factores ajenos a la planificación energética nacional.
En definitiva, el precio del PIST debe permanecer regulado en función de la dinámica económica interna y con una YPF cada vez más fuerte. Abandonar el precio a las oscilaciones del mercado internacional como si el gas fuera un commodity, representaría un serio perjuicio a la industria nacional y a la calidad de vida de la población.
* Investigador del Conicet / Instituto de Investigaciones Gino Germani (UBA)
EL TRIUNVIRATO DE LA CGT RECIBIÓ A LOS INTENDENTES
PERONISTAS DEL GRUPO ESMERALDA
Un diagnóstico común de la situación
Coincidieron en la necesidad de reclamarle al gobierno de Macri que rectifique sus políticas en contra de la generación de empleo. Daer, uno de los secretarios generales de la CGT, consideró que crece el consenso para una medida de fuerza.
Los sindicalistas que están al mando de la CGT recibieron a los intendentes en la sede de Azopardo.
Por Laura Vales
El triunvirato de la CGT recibió a los intendentes peronistas del grupo Esmeralda, con los que coincidió en la necesidad de reclamar al Gobierno que "rectifique" las políticas que generan desempleo. "Hemos debatido y encontrado puntos en común en el diagnóstico de la realidad social", dijo Héctor Daer, uno de los secretarios generales de la central unificada, al término del encuentro. Casi con las mismas palabras, el intendente de San Martín, Gabriel Katopodis apuntó que hay "mucha preocupación por la situación social" y el ánimo de "reclamar para que este gobierno cambie su política". Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), agregó que trabajan en "una agenda programática para que el gobierno retrotraiga las medidas económicas que adoptó".
La reunión, que duró casi tres horas, se hizo en la sede de Azopardo con Daer, Carlos Acuña y Juan Carlos Schmid. Los dirigentes cegetistas invitaron a este grupo de intendentes del conurbano – enrolados en el peronismo que plantea una "nueva renovación" – como parte de una serie de consultas que están realizando previamente al encuentro confederal del 23 de septiembre, en el que definirán si convocan a un paro nacional, una posibilidad que va ganando peso.
Ayer, en declaraciones a una radio porteña, Daer sugirió que el llamado a la huelga está cercano. "Por lo que hemos hablado con distintos compañeros informalmente, si tenemos que llegar a una medida, habría consenso para que fuera un paro sin movilización", declaró. El dirigente acusó al macrismo de haber impulsado una "transferencia de recursos del Estado" y de los ciudadanos "más vulnerables a los sectores de la economía más concentrada, creyendo que eso iba a generar un ciclo de inversiones que no se dio". También diferenció el modelo PRO del kirchnerista, al remarcar que "no hubo en el gobierno anterior acciones en contra de los trabajadores", aunque criticó la aplicación del impuesto a las Ganancias sobre los salarios.
En el encuentro de ayer, los intendentes hablaron sobre las dificultades que se plantean en sus territorios. "Las pymes han tenido nueve meses malos, la economía local está parada, el tarifazo nos viene golpeando y también la apertura de las importaciones. Todo esto afecta a los trabajadores, al nivel de empleo y a los salarios reales", señaló Katopodis a Página/12. "La preocupación es compartida y por eso la intención es ver cómo seguir reclamando al gobierno un cambio en sus políticas, que son las de un modelo económico excluyente", agregó.
Uno de los puntos acordados fue el de armar mesas de trabajo entre los municipios y los gremios para hacer un monitoreo permanente de la situación de desempleo y baja de la actividad económica. "Nosotros tenemos en San Martín muchas textiles, industrias plásticas y autopartistas; con las seccionales de los gremios vamos a ir haciendo un seguimiento", explicó el intendente.
Otro es mostrar, este viernes, en la audiencia pública por el aumento del precio del gas, una posición común de rechazo el tarifazo. Mientras se realice la audiencia en la Usina del Arte, en la calle habrá una manifestación que incluirá a gremios cegetistas, los de la Corriente Federal que encabeza el bancario Sergio Palazzo y las dos CTA.
Para Daer, "el Gobierno tendría que tomar medidas rectificatorias" frente a "los resultados de mayor pobreza, de un proceso inflacionario importante, de una recesión y de una avalancha de productos importados que le pega en la línea de flotación al empleo y al trabajo argentino".
En sintonía, Insaurralde afirmó los intendentes del grupo Esmeralda "estamos dispuestos a colaborar para defender el empleo. Nos hemos puesto de acuerdo rápidamente. No vamos a trabajar de ninguna forma para que se sigan devaluando los derechos de los trabajadores. Nos preocupa mucho que este Gobierno siga ajustando y provocando mayor pobreza en Argentina".
A su vez, el intendente de Hurlingham, Juan Zabaleta, manifestó su "preocupación" por la pérdida de las fuentes de empleo y anticipó que acompañarán un eventual paro de la CGT. "Siempre acompañamos las decisiones que adopta el movimiento obrero porque en definitiva las preocupaciones son las mismas, los trabajadores".
Participaron también del encuentro con el consejo directivo de la CGT los intendentes Alberto Descalzo (Ituzaingó), Fernando Gray (Esteban Echeverría), Mariano Cascallares (Almirante Brown), la diputada provincial María Valeria Amendolara y el senador bonaerense Patricio García.
La semana pasada el triunvirato recibió a las organizaciones sociales, y hoy continuará la ronda con la Unión Industrial Argentina (UIA), mientras que el próximo miércoles lo hará con la Iglesia Católica. También habrá un próximo encuentro con otra comitiva del justicialismo, en la que deberían estar José Luis Gioja y Daniel Scioli, presidente y vice del PJ.
No hay comentarios:
Publicar un comentario