Página/12, junto con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, descubrió en esta guarida fiscal nuevas offshore de empresas de Macri, de los Rocca, Soldati, Eurnekian, Bulgheroni y Blaquier. También otras de los hijos del ex almirante Massera y del ex presidente De la Rúa
APARECIÓ LA NOVENA FIRMA DEL GRUPO MACRI MONTADA EN UN
PARAÍSO FISCAL, A TRAVÉS DE LA RED GLOBAL FINANCIERA
Huellas del entramado offshore del Grupo Macri
El Registro de Compañías de Bahamas reveló la existencia de Viajeya.com International Holdings. La participación del holding familiar se dio a través del Galicia Advent Socma Private Equity Fund, que manejaba Daniel Chain.
Macri con Daniel Chain, actual secretario de Obras Públicas del Ministerio del Interior
Por Santiago O'Donnell y Tomás Lukin
Las empresas offshore de la familia del presidente Mauricio Macri y su entorno no paran de salir a la superficie. Documentación originada en una nueva filtración del Registro de Compañías de Bahamas reveló la existencia de Viajeya.com International Holdings. La aparición de la novena firma del grupo montada a través de la red global de servicios financieros offshore expone un comportamiento sistemático del holding Socma y sus miembros para canalizar sus negocios. La firma radicada en la guarida fiscal caribeña fue creada en abril del 2000 con un capital social de 10 millones de dólares. La empresa figura en un listado con más de 175.000 sociedades, fideicomisos y fundaciones incorporadas en el archipiélago caribeño al que accedió el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación y que Página/12 pudo analizar en exclusiva. El uso de firmas offshore en el entramado societario de los Macri es una práctica compartida con otros miembros prominentes de la cúpula empresaria argentina que también son mencionadas en la filtración como Ledesma, Boldt, Corporación América, Soldati y Techint (ver página 5).
La información disponible en la nueva filtración es más focalizada que la ofrecida en los Panamá Papers, donde se dio a conocer la existencia de Fleg Trading, la offshore bahameña en la que el mandatario argentino se desempeñó como vicepresidente en el directorio encabezado por su padre Franco Macri. En abril el mandatario había asegurado públicamente que Fleg, firma por la que es investigado en la Justicia Federal, había quedado inactiva ante el fracaso del negocio para el que había sido creada. Sin embargo una investigación realizada por este diario demostró que la compañía no solo no quedó abandonada en Bahamas sino que desembarcó en Brasil, donde estuvo involucrada en operaciones millonarias del grupo Socma. En esta oportunidad, el acta de constitución de Viajeya.com International Holdings a la que accedió este diario no menciona a ningún miembro del clan familiar como sí sucedió con otra offshore descubierta en los últimos meses, Kagemusha, donde figuraba Mauricio como director, o como cuando se conocieron las cuatro panameñas (Le Mare A-18, Joy B-28, Serenity C-44 y Yoo H-45) inscriptas a nombre de Gianfranco, un hermano del mandatario argentino.
La participación del holding familiar en la novena firma montada a través de una guarida fiscal se dio a través del Galicia Advent Socma Private Equity Fund. De acuerdo a los balances presentados ante la Comisión Nacional de Valores, cuando se concretó la creación de Viajeya.com el Grupo Socma controlaba el 44 por ciento de la inversora y el Banco Galicia ostentaba el 27,8 por ciento de las acciones. Pero la capacidad de decisión de los Macri sobre el fondo a cargo de abrir la offshore en Bahamas era todavía más importante. Entre 1997 y 2000, la fecha para la cual se realizó la operación, la dirección de las inversiones del fondo estuvo a cargo de Daniel Chain, el actual secretario de Obras Públicas del Ministerio del Interior que antes de administrar la empresa se había desempeñado como adscripto a la presidencia de Socma.
Ayer, a poco de conocerse las revelaciones de los Bahamas Papers a las 3 p.m. hora de Berlin, incluyendo la existencia de ViajoYa, fuentes del Grupo Macri relanzaron el discurso sobre la inocuidad de las empresas offshore, el mismo que utilizaron en abril cuando se conoció la existencia de Fleg Trading, y aseguraron que la compra de la empresa bahameña fue debidamente declarada. En ese sentido, vale señalar que incluso cuando se cumplen las regulaciones, el uso de los servicios provistos por las guaridas fiscales como Bahamas, que forman parte de la red de servicios financieros offshore, representa una vía para que las empresas minimicen el pago de impuestos, oculten activos en sus países de origen y fuguen capitales.
La constitución de ViajeYa.com se firmó el 25 de abril de 2000 en Nassau, la capital de Bahamas. El documento de 22 páginas que forma parte de la nueva megafiltración lleva la firma de Daniel Eduardo Falcón en representación del Galicia Advent Socma Private Equity Fund. Comandado por el actual Secretario de Obras Públicas, el fondo salió al mercado en 1998 cuando adquirió participaciones en empresas como una compañía algodonera, otra firma al mantenimiento de edificios y bodegas. En la operación offshore donde se creó Viajeya.com participaron otros tres fondos de inversión. El primero es Antarctic Ventures Limited con la participación de Federico Agardy, responsable del fondo de riesgo y miembro de la familia propietaria de la Editorial Estrada. La lista de involucrados en la compra de Viajeya.com se completa con Winslow Investment Limited representado por un empresario español llamado Alejandro Di Césare y la empresa Morner Investment SA con la firma de Juan Randle. Los balances de Socma revelan que la empresa se desprendió del fondo de inversión que controlaba a la offshore en Bahamas en octubre de 2001. En tanto, los datos del Registro de Compañías del archipiélago caribeño revelan que Viajeya.com quedó desactivada en 2004.
Primera y última página del acta de constitución de
Viajeya.com firmada el
25 de abril de 2000 en Nassau, la capital de Bahamas.
LOS GRANDES BANCOS REGISTRARON MILES DE
EMPRESAS OFFSHORE EN BAHAMAS
Isla de banqueros y magnates
El paquete de 1,3 millón de documentos del registro entrega nombres de directores y de algunos dueños de más de 175.000 empresas, fideicomisos y fundaciones registradas entre 1990 y principios del 2016 en Bahamas.
Por Santiago O'Donnell y Tomás Lukin
Los principales bancos del mundo son responsables de registrar a miles de sociedades offshore a través de sus filiales en la Bahamas. Así, el banzo suizo UBS es el agente registrado de 9717 sociedades a través de sus subsidiaria UBS Trustees (Bahamas) Limited.
Otro reconocido banco suizo, Credit Suisse, registró más de 9,500 sociedades a través de tres subsidiarias distintas: Credit Suisse Trust Limited (8304), Creditr Suisse Nassau Branch Wealth Management (972) y Credit Suisse AG Nassau Branch LATAM (253).
J.P. Morgan, a través de J.P. Morgan Trust Company (Bahamas) aparece como agente de registro de 1617 companies; BNP, a través de BNP Private Bank & Trust Bahamas tiene el mismo vínculo con 286 companies, y BNP Paribas con 371 y Julius Baer, a través de Firmen, Julius Baer Trust Company (Bahamas) com 312 sociedades, así como HSBC con 26 companies.
Así surge de nuevos documentos del registro de compañías de Bahamas, los llamados Bahamas Papers, que analizó Página/12 en el marco de la investigación impulsada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y el diario alemán Süddeutsche Zeitung.
El paquete de 1,3 millón de documentos del registro entrega nombres de directores y de algunos dueños de más de 175.000 empresas, fideicomisos y fundaciones registradas entre 1990 y principios del 2016 en Bahamas.
También aparecen bancos iberoamericanos registrando empresas offshore. Santander Bank & Trust (Bahamas) Ltd., filial del Banco Santander español, figura como agente de registro de 560 compañías entre1990 y 2015. entre esas empresas figuran varias con nombres en español: Picasso, S.A., Cantabria, Inc., Iguazu, Inc., Vega Baja S.A. o Ibiza Business Inc.
Banco Atlántico (Bahamas) Bank & Trust, filial del Banco Atlántico de Santo Domingo, figuran copmo agentes de registro de 90 sociedades entre 1994 y 2004.
Además de los nombres de los grandes bancos bancos que registraron a miles de empresas en Bahamas, los documentos nombran compañías offshore con capitales multimultimillonarios, y grandes empresarios y grandes empresas de todo el mundo que buscan hacer negocios lejos de la luz pública.
Las sociedades offshore son vehículos financieros con una estructura legal similar a la de una empresa productiva, que sirven para mover dinero y activos en paraísos fiscales, donde las leyes locales les garantizan máxima privacidad y casi no tener que pagar impuestos.
Entre las empresas offshore con los capitales más elevados de los Bahamas Papers figuran un grupo de firmas con nombres prácticamente desconocidos. a saber, Brighton Preferreed Investment Ltd. fue registrada el 9 de febrero del 2005 con un capital de 8,500 millones de dólares. A su vez Binney holdings Limited figura con 6,500 millones de dólares, Nehori Inv. Limited con 5,900 millones y G.T. International Ltd. con cinco mil millones.
Distintos personaje del mundo de la política figuran en los Bahamas Papers, incluyendo un grupo de argentinos (ver páginas 4/5).La lista incluye a Theodore Brent Symonette, viceprimerministro de Bahamas 2007 to 2012. Symonette, perteneciente a una de las familias más ricas e influyentes de Bahamas,aparece como director y vicepresidente de Mid-Eleuthera Properties Limited.
También figura Walter Kieber, un ex ministro de Liechtenstein, como miembro del consejo de la fundación Baluga Familienstiftung. La fundación se trasladó de Liechtenstein a las Bahamas in 2014, el año en que Kieber murió.
La ex comisionada de la Unión Europea Neelie Kroes, el magante de las apuestas deportivas Victor Chandler, el empresario textil y el nieto del fundador de Adidas, Horst Bente Dassler, y el presidente de Nemo Inc. e hijo del sha de Persia, Reza Pahlavi, son algunos de los empresarios que figuran en los Bahamas Papers.
"Los Panama Papers muestran cómo Mossack Fonseca ayudó a clientes a usar la discreción bahameña para mantener sus nombres fuera de archivos públicos y cómo el despacho jurídico socavó el impulso global hacia la transparencia fiscal," escribieron Will Fitzgibbon y Emilia Díaz-Struck de ICIJ al presentar los Bahamas Papers.
"Más allá de Mossack Fonseca y los Panama Papers, los archivos de Bahamas revelan detalles sobre las actividades offshore de primeros ministros, ministros de gabinete, príncipes y delincuentes convictos. En general no es ilegal tener o dirigir una empresa offshore, y en muchos casos existen razones legítimas por las cuales establecer una estructura de esta naturaleza. Pero expertos en transparencia afirman que es importante que los funcionarios públicos den a conocer sus vínculos con estas entidades."
Los nuevos documentos filtrados incluyen los nombres de 539 agentes registrados, que son los intermediarios corporativos entre autoridades de Bahamas y clientes que desean crear empresas offshore. Entre ellos está Mossack Fonseca, el bufete de abogados cuyos documentos filtrados formaron la base de los Panama Papers. La firma estableció 15.915 entidades en Bahamas, convirtiendo a esa isla en su tercera jurisdicción más ocupada, después de Panamá e Islas Vírgenes Británicas, destacaron Fitzgibbon y Emilia Díaz-Struck.
"Las compañías offshore son usadas a menudo para facilitar el lavado de dinero," señala Debra LaPrevotte, una ex agente del FBI a los expertos del ICIJ. "Frecuentemente, las offshore son utilizadas solo para abrir cuentas bancarias, por lo que los documentos de los registros corporativos, que pueden servir para identificar a los dueños finales, son parte de la evidencia."
OPINIÓN
Malvinas no se negocia
Por Edgardo Esteban *
En la entrada del único colegio secundario que tienen los habitantes de Puerto Argentino hay un mapa de Sudamérica donde el territorio continental argentino no está, sólo se ve una prolongación del océano Atlántico y una señalización del "South Sea" (Mar del Sur). Su antipatía hacia los argentinos siempre fue visceral y aunque nos quisieron ignorar, siempre buscaron la forma de sacar ventajas de su situación de aislamiento. Por eso sorprende la celebración en el gobierno de la noticia del acuerdo de entendimiento entre la canciller Susana Malcorra y el Vicecanciller británico, Alan Duncan, que les permite seguir usurpando recursos como la pesca o los hidrocarburos, tener una libre navegación de sus barcos o reanudar vuelos a otros países de Sudamérica, todo a cambio de nada. El gobierno de Mauricio Macri les está cediendo demasiado privilegios. Como para que no lo vieran con satisfacción –y hasta lo celebraran– los isleños. El papelón del anuncio de la posibilidad de un diálogo sobre la Soberanía de Malvinas, después de la declaración conjunta, dejaba explícito un reconocimiento de que no se hablaría de soberanía, de alguna forma aceptando la posición británica. El anuncio que realizó Mauricio Macri en Naciones Unidas sobre esa posibilidad de hablar de soberanía generó aún más desconcierto. Hasta ahora ni el gobierno, ni los medios británicos abordaron el tema, silencio de radio a un tema que no es menor.
Bajo la pretensión de buscar socios para el crecimiento económico del país, el gobierno de Mauricio Macri refleja de alguna manera su intención de afianzar las relaciones con el Reino Unido, ignorando la Constitución y las medidas legislativas y judiciales que han tomado los representantes del pueblo argentino para proteger sus recursos naturales, frente a la explotación ilegal de la pesca e hidrocarburos que hace el Reino Unido y quienes se benefician con las regalías cedidas por los kelpers. Cualquier acuerdo que firme el presidente Mauricio Macri viola la Ley de Hidrocarburos que prohíbe la explotación de petróleo en la plataforma continental argentina y establece las sanciones pertinentes.
A lo largo de 183 años historia, las estrategias imperialistas de Gran Bretaña intentaron hacer usufructo de nuestros recursos naturales. En este caso, utilizan una supuesta alianza comercial para lograr nuevas ventajas que no son casuales. La separación económica del Reino respecto de la Unión Europea, introdujo la necesidad de la Corona británica de buscar nuevos aliados. Así los mares del sur se vuelven una zona de estratégico interés por su petróleo. En tanto, con el argumento de la inversión extranjera y de la apertura al mundo, el gobierno de Mauricio Macri pretende entregar nuestra soberanía y poner en segundo plano nuestros reclamos históricos.
El gobierno británico no sólo ha sido indiferente a la Resolución 2065 de las Naciones Unidas, que año tras año llama al Reino Unido a dialogar con nuestro país, sino que además incumple con la obligación de dar una solución pacífica a la controversia de soberanía.
Como una cuestión de Estado, hay que recordarle a las autoridades que está vigente la Declaración de Ushuaia, aprobada por unanimidad por todas las fuerzas políticas que integran el Congreso de la Nación, la cual reivindica la soberanía de las Islas Malvinas, denuncia la militarización del Atlántico Sur y establece que los recursos naturales son patrimonio de la República Argentina.
No se puede ignorar en la agenda, la situación de Mount Place, que es el mayor destacamento militar que hay en el hemisferio Sur. Con la excusa de vigilar a la Argentina por un supuesto ataque, la base mantiene el control militar de todo el mar austral y de los pasos bioceánicos, y pone su mirada territorial en el sector antártico.
¿Qué beneficio obtiene la Argentina con la firma de este posible acuerdo? ¿Abre el camino a la integración con los habitantes de las islas, o sólo les da beneficios a los Kelpers como en los años noventa? La causa Malvinas en Argentina tiene un consenso generalizado y parecía que sobre este tema no había discusión. Nuestros reclamos soberanos aparentaban ser una cuestión de unidad del pueblo argentino, en la cual todos teníamos la misma camiseta celeste y blanca.
La defensa de nuestra soberanía en Malvinas no sólo es una causa argentina, sino que se ha convertido en un principio político de toda América Latina, en la defensa de su territorio y de los derechos de la Patria Grande. Se trabajó a lo largo de los últimos años en el Mercosur, la Unasur y la Celac para que la región tomara como propio este reclamo. Además, la región acompañó y respaldó incondicionalmente a la Argentina en esta lucha en los foros internacionales rechazando la existencia de un territorio colonial en el sur de nuestro continente.
Como lo establece la Constitución, el actual gobierno argentino debe cumplir con el ejercicio pleno de la soberanía como un objetivo irrenunciable de todo el pueblo argentino. La defensa de la causa Malvinas no es potestad de un partido político o de un gobierno, sino que es una cuestión de Estado, un reclamo de la sociedad argentina en su conjunto, y que en estas instancias se ha vuelto parte de nuestra identidad como nación. Por todo esto, Malvinas no se negocia.
* Corresponsal Telesur, Argentina.
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