lunes, 11 de julio de 2016

Tiempos violentos


lunes 11 de julio de 2016



Tiempos violentos


Por      Revista Veintitrés

El supuesto dueño irrumpió liderando una patota que destrozó las instalaciones y fue protegida por las autoridades. Los trabajadores recuperaron la cooperativa. La falta de respuesta del Gobierno.
"Si volviera la dictadura, el primer lugar al que iría es a Amenábar 23". La amenaza fue publicada hace unos días por Mariano Martínez Rojas en su cuenta de Twitter. El empresario lideró la patota que irrumpió violentamente el lunes 4 a la madrugada en la redacción de Tiempo Argentino y Radio América, sobre esa calle. Un grupo de 20 personas ingresó con armas blancas y se hizo con el control del edificio destruyendo computadoras, material de archivo, mobiliario e incluso alimentos no perecederos que los trabajadores – que no cobran sus sueldos desde diciembre pasado – recibieron como donaciones. Con el correr de las horas los trabajadores se fueron congregando en la puerta del edificio y consiguieron recuperarlo, pese a la inacción policial.

"Si volviera la dictadura, el primer lugar al que iría es a la redacción de Tiempo", había amenazado Martínez Rojas por Twitter.
A Martínez Rojas – que, se presume, sería testaferro de Sergio Szpolski – el tiro le salió por la culata: lejos de haber conseguido desalojar a los trabajadores, el hecho generó una verdadera conmoción y fue difundido a nivel internacional, lo que implica un espaldarazo para el reclamo que vienen haciendo los trabajadores. El empresario quedó imputado junto a los demás agresores por "daños y usurpación". En un reportaje a Perfil.com, Martínez Rojas confirmó que actuó con zona liberada: "La policía me autorizó a entrar", confesó. Entre los patoteros estaba el reclutador: se trata de Juan Carlos Blander (foto), dueño de Control Star Service, según informó el periodista Juan Diego Britos en la edición de emergencia de Tiempo Argentino del 5 de julio. Ese mismo día, el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) realizó una masiva asamblea abierta sobre la calle Amenábar, convocada con la consigna "contra las patotas, en defensa de los puestos de trabajo y de la libertad de expresión". Allí, trabajadores de prensa de los principales medios del país consensuaron medidas conjuntas de lucha, tomando todas las reivindicaciones del gremio, como la lucha contra los despidos y por la falta de pago de los aumentos salariales.

 La edición especial del diario.

Según explicaron los trabajadores de Tiempo Argentino en un comunicado, "Martínez Rojas amenazó a los trabajadores de Tiempo ante la presencia policial. A pesar de haber golpeado a trabajadores, destrozado las instalaciones y forzado cerraduras para remover papeles pertenecientes a la cooperativa Por Más Tiempo, la fiscal Verónica Andrade ordenó la liberación de los atacantes, quienes insólitamente fueron escoltados por la policía hacia el exterior del edificio". El diario es gestionado por una cooperativa y desde hace dos meses sale como semanario. Radio América transmite bajo control de los trabajadores, pese a que la planta transmisora fue usurpada por Martínez Rojas. El personal tomó esta determinación luego de que los antiguos dueños, Sergio Szpolski y Matías Garfunkel, vaciaron la empresa. A principios de año, en una maniobra turbia, Martínez Rojas anunció que había comprado el diario. Nunca pudo acreditar esa operación comercial.

Desde la Secretaría de Comunicación Pública, el gobierno nacional expresó "su más enérgico repudio" y señaló que "se solidariza con los integrantes de esa redacción, víctimas desde hace meses del accionar irresponsable de un grupo de empresarios".  Sin embargo, el ministro de Trabajo Jorge Triaca sigue sin recibir a los delegados de Tiempo y de Radio América. Los suspicaces mencionan el ascendiente que tiene un ex accionista del Grupo Veintitrés, Darío Richarte, con las nuevas autoridades de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), entre las que se cuenta el ex gerente general de aquel grupo y actual secretario de Finanzas de la AFI, Juan José Gallea. Tanto Richarte como Gallea formaron parte de la SIDE durante el gobierno de Fernando de la Rúa. 




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