
martes 05 de julio de 2016
SAQUEARON LA CAPILLA DE LA ISLA MACIEL DONDE HABÍA
ESTADO CFK
"Un robo para ensuciarnos"
Por Miguel Jorquera
En la madrugada del domingo y en un extraño episodio, desconocidos destrozaron y saquearon lo poco de valor material – equipos electrónicos – que había en la caja fuerte de la parroquia de la isla Maciel, la misma que visitó la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner en abril pasado y que está a cargo del sacerdote Francisco "Paco" Olveira.
"Me quedan poquísimas dudas de que el robo fue armado para advertirnos y ensuciarnos, no solo a mi sino al Grupo de Curas en Opción por lo Pobres que públicamente manifestamos nuestro no acuerdo con un gobierno que atenta contra la vida de los pobres", sostuvo el padre Paco al responder en forma grupal a las muestras de solidaridad que recibió por el ataque vandálico que sufrió su parroquia y reafirmar su postura crítica ante las políticas de ajuste del Gobierno de Cambiemos.
En la caja fuerte no había dinero sino que se guardaban algunos elementos de valor para el trabajo en la parroquia Nuestra Señora de Fátima: un proyector que había sido otorgado por el Ministerio de Educación durante la gestión kirchnerista, un radiograbador que habían comprado recientemente y una computadora, entre otras cosas. En la isla, sostienen que el extraño asalto a la iglesia del lugar – que nunca antes había sucedido – está vinculado al posicionamiento crítico frente al gobierno macrista y la cercanía de Olveira y los Curas en Opción por los Pobres con el kirchnerismo.
La parroquia de la isla Maciel, en el partido de Avellaneda, fue uno de los pocos lugares que visitó la ex presidenta en su primer regreso a Buenos Aires tras dejar el gobierno. Allí, ante un el Grupo de Curas en Opción por los Pobres, CFK reiteró varios conceptos de los que expuso frente a una multitud de seguidores y militantes en las puertas de los Tribunales Federales de Comodoro Py, donde había sido citada por el juez Claudio Bonadio por la cuestionada causa de dólar futuro.
El saqueo y los destrozos en la iglesia coinciden con una nueva llegada de Cristina Kirchner a Buenos Aires y un nuevo pronunciamiento del Grupo de Curas en Opción por los Pobres que en la carta del 30 de junio criticaron la política de ajuste del Gobierno y los dichos con que sus funcionarios lo justifican, cuestiona "el silencio cómplice de los medios de comunicación hegemónicos" que ocultan los escándalos como los Panamá Papers y el lavado de dinero del HSBC que involucran al presidente Mauricio Macri y a muchos integrantes de su gobierno.
En el extenso documento también critican el atropello de la justicia jujeña contra la dirigente social Milagro Sala y recuerdan los 40 años de la masacre de los curas palotinos. De la misma manera que cuestionan actitudes de la iglesia también replican la forma en que algunos medios de comunicación abordan el escandaloso caso de José López. El Grupo de Curas en Opción por los Pobres embiste contra el ex funcionario, reclama que la justicia también investigue la pata empresaria de la corrupción y toma distancia del fallecido obispo de Mercedes-Luján, Rubén Di Monte: "Es sabida la histórica cercanía del obispo con los sectores de poder y dinero, algo que no aprobamos; esto pone en penumbras el accionar eclesiástico, pero lamentamos que cierta prensa intente 'meter todo en la misma bolsa'", sostienen.
El padre Paco tampoco duda de que el ataque está relacionado con el compromiso asumido por el Grupo de Curas que integra, porque "públicamente manifestamos nuestro no acuerdo con un gobierno que atenta contra la vida de los pobres". Olveira también agradeció "a mi intendente" Jorge Ferraresi que lo llamó para decirle que el municipio – que reclamó públicamente que se esclarezca el hecho – repondría todo lo robado, así como a los artistas que le propusieron ayudar a recaudar fondos y a los "militantes de la vida que se ofrecieron a cuidar el convento".
"Qué decir si no gracias, sintiéndonos tan acompañados. Que el dios de la vida y la virgencita de los crucificados nos siga amuchando para que en nuestra patria reine el amor y la igualdad y no un país para pocos", agregó en su comunicación colectiva el padre Paco para agradecer con "cariños" la solidaridad recibida.
La parroquia fue el único lugar que visitó la ex presidenta fuera del Instituto Patria.
UNA PATOTA ENTRÓ A LA MEDIANOCHE A TIEMPO ARGENTINO
PARA DESALOJAR LA REDACCIÓN A LAS PATADAS
Golpes contra la libertad de expresión
Ante la pasividad de los efectivos policiales que estaban en la puerta, veinte hombres vestidos de negro entraron a la redacción encabezados por el empresario y supuesto dueño Martínez Rojas. Sacaron a las patadas a los empleados que hacían guardia.
Una vista de cómo quedó la redacción de Tiempo Argentino luego del paso de la patota.
Por Laura Vales
Pocos minutos después de las 12 y media de la noche del lunes unos veinte hombres vestidos de negro, con sus cabezas medio cubiertas con capuchas, irrumpieron en el edificio del diario cooperativo Tiempo Argentino y Radio América. Encabezados por el empresario Mariano Martínez Rojas, habían abierto, con un cerrajero, una de las puertas de ingreso. Una vez adentro sacaron a golpes y patadas a tres trabajadores que se encontraban de guardia. Todo lo que siguió fue en la madrugada, bajo la lluvia: los trabajadores empezaron a reunirse frente al edificio, alertados por sus compañeros, pudieron ver que los intrusos habían tapado las ventanas con papeles y aerosol, oyeron ruidos de destrozos; luego encontrarían a la redacción con graves daños operativos. Durante tres horas intentaron que la Policía Federal interviniera para frenar el ataque, sin lograrlo. Finalmente, cuando los trabajadores ya eran más de un centenar, y apoyados por integrantes de otras empresas recuperadas, lograron reingresar a la redacción. Martínez Rojas, que se dice dueño de los dos medios, quedó imputado por la fiscal Verónica Andrade por usurpación. El empresario aseguró que entró a Tiempo autorizado por la Policía Federal que, de hecho, finalmente intervino pero para sacarlo sano y salvo del lugar junto a sus patovicas.
La fiscalía, que recibió críticas por no haber actuado de inmediato, dejando la situación en manos de la Federal, informó que Martínez Rojas será investigado por usurpación (181 del Código Penal) y daños (183 CP) y lo citó a declarar para el miércoles. El hombre, de 37 años, dueño del grupo M de Luxe, organizador de recitales, ya venía de cometer otros hechos violentos contra los periodistas: hace un mes tomó por la fuerza de la misma manera la planta transmisora de Radio América en Villa Soldati y con eso logró sacarla del aire.
Ayer, tras la frustrada toma, acusó de "clandestina" a la cooperativa y sostuvo que él es el dueño de Tiempo Argentino y Radio América. De hecho, este verano, en medio de la crisis por el cierre de estos medios, Martínez Rojas se presentó como comprador del diario y la radio a su antiguo propietario, Sergio Szpolski, que adeudaba varios meses de sueldos. Sin embargo, no cumplió con los planes que ofreció ante el Ministerio de Trabajo para pagar las deudas laborales. Tampoco reconoció la deuda con la imprenta, y en poco tiempo dejó de publicar el diario.
Hace dos meses, sus trabajadores lo relanzaron con un formato semanal. La cooperativa hoy da empleo a 130 personas. Ha logrado sostenerse y comenzó a pagar sueldos. "El accionar de estos tipos fue absolutamente impune y con cobertura. El que encabezaba la patota es un personaje conocido, Juan Carlos Blander, encargado de seguridad de grandes eventos de rock", aseguró a Página/12 Gustavo Cirelli, director de Tiempo Argentino.
El periodista Martín Piqué explicó que el ministerio de Trabajo dio a la cooperativa el resguardo de los bienes de la empresa, que fue vaciada. "Por eso hay siempre una guardia, y apenas los compañeros avisaron lo que había pasado empezó a juntarse un montón de gente en la puerta. La policía nos decía que no podía intervenir, que la fiscal les había dicho que tenían que esperar hasta las 9 de la mañana y a esa hora tomarle la identidad a los que estaban adentro. Pero para los que conocen los procesos de vaciamiento, esa es la antesala de que no recuperes más el edificio".
Eduardo Montes, de Gráfica Patricios, Eduardo Murúa del Movimiento de Empresas Recuperadas, los diputados Lauro Grande y Josefina González (FPV) y la abogada María del Carmen Verdú fueron algunos de los que se acercaron a apoyar a los trabajadores, que lograron abrir la única puerta que había quedado sin custodia – un portón que da a un depósito – ingresar a oficinas de América y, tras tirar abajo una pared de durlock, pasar a el edificio de Tiempo.
Aunque superaban en número a la patota, hubo una dura pelea. Los patovicas gasearon los trabajadores con el contenido de varios matafuegos, y los golpearon con caños y palos; y recibieron también lo suyo, en un cuerpo a cuerpo . En la calle, los dirigentes seguían negociando con la policía y lograron que entrara. Los efectivos sacaron a Martínez Rojas y su grupo – menos a cuatro de ellos, que escaparon por los techos – y garantizaron su seguridad en la salida. Todos están ahora imputados por usurpación.
Como parte de los destrozos que dejaron en la redacción, el sistema que unía en red a las computadoras quedó inutilizado. "Fueron muy concretos en lo que fueron a romper, cortaron los cables, rompieron los lockers de los fotógrafos, los CD donde teníamos archivos", detalló Alejandro Wall. La cooperativa ratificó que continuará trabajando. Hoy sacará una edición especial, y el próximo 9 de julio la tirada que realiza semanalmente.
EXIGEN EXPLICACIONES DE BULLRICH, BURZACO Y
MARTÍNEZ ROJAS
Repudios y pedidos de interpelación
El bloque de diputados nacionales FpV-PJ, que preside Héctor Recalde, pidió la interpelación de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y del secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco, para que expliquen la actuación de las fuerzas policiales en el ataque sufrido por los trabajadores del diario Tiempo Argentino y Radio América. Asimismo, la comisión de Libertad de Expresión invitó a hacer lo propio al empresario Mariano Martínez Rojas.
El intento de tomar del edificio – que en realidad no pertenece a estos medios sino a una empresa sueca que se lo alquilaba a su ex propietario, Sergio Szpolski – generó inmediatas reacciones de repudio. Las Abuelas de Plaza de Mayo exigieron que la justicia investigue y sancione a los responsables. "La escena trae el recuerdo de una Argentina que creíamos superada: con la complicidad de la Policía Federal una patota escoltada por el empresario Mariano Martínez Rojas, ingresó al edificio donde está la redacción de Tiempo Argentino y rompió muebles y herramientas de trabajo de los periodistas", plantearon en un comunicado.
También expresaron su solidaridad con los trabajadores el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba), la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (Argra), la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) y el Foro de Periodismo Argentino (Fopea). Desde el ámbito político y de las organizaciones de derechos humanos, repudiaron el ataque, entre otros, el CELS, Taty Almeyda, Aníbal Fernández, Martín Sabbatella y el titular del Sistema Federal de Medios, Hernán Lombardi.
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