sábado, 2 de abril de 2016

“Es una noticia terrible”

sábado 02 de abril de 2016


STIGLITZ Y GUZMAN ANALIZARON LAS IMPLICANCIAS DEL ACUERDO 

BUITRE

"Es una noticia terrible"



El investigador argentino y el ganador del Premio Nobel de Economía de 2001 advirtieron en un artículo de The New York Times que el pago a los fondos buitre pone en riesgo futuros procesos de reestructuración de deuda soberana.
"El juez les dio a los buitres el arma que necesitaban", sostiene Stiglitz 
en referencia a Griesa.


"La resolución del juicio más complejo de la historia entre un país, Argentina, y sus acreedores, los fondos buitre, es una noticia excelente para un grupo de inversores muy bien conectados y terrible para el resto del mundo, especialmente, aquellos países que enfrenten crisis de deuda en el futuro", sentenciaron los economistas Martín Guzmán y Joseph Stiglitz. El investigador argentino y el ganador del premio Nobel de 2001 advirtieron en un articulo de opinión publicado en el diario The New York Times que el pago a los fondos buitres pone en riesgo futuros procesos de reestructuración de deuda soberana: "¿Por qué un tenedor de bonos aceptaría una quita si pueden esperar y obtener retornos exorbitantes por una pequeña inversión?", señalaron en el texto publicado ayer en Estados Unidos. Reclamaron retomar en Naciones Unidas la discusión consagrada el año pasado con la aprobación de los nueve principios básicos sobre reestructuraciones de deuda soberana y avanzar en el diseño de un marco internacional que regule esos procesos.
En "Cómo chantajearon a la Argentina los hedge funds", Guzmán y Stiglitz ponderan la dura negociación que permitió normalizar el 92,4 por ciento de los pasivos y destacan que esa decisión le permitió al país recuperar un sendero de crecimiento económico. "En cierta forma, Argentina es un caso aparte. El país negoció agresivamente preparando el escenario para una recuperación espectacular: entre 2008 y 2008, hasta que estalló la crisis financiera global, el país creció al 8 por ciento anual en promedio mientras que el desempleo cayó al 7,8 por ciento desde más del 20 por ciento", señalan los economistas.
A lo largo del artículo no cuestionan el acuerdo donde el gobierno de Mauricio Macri reconoció a los buitres una rentabilidad que estimaron del 1180 por ciento, "algo similar a los términos que estableció el juez Thomas Griesa", pero sí lamentan las implicancias globales de esa resolución. "El pago de Argentina a los buitres implicará un precio muy elevado para el sistema financiero internacional ya que alentará a otros fondos a convertirse en holdouts volviendo virtualmente imposibles la reestructuraciones de deuda", explican los profesores de la universidad de Columbia en Nueva York.
En ese sentido, recurren a la experiencia histórica para evidenciar que, a la hora de renegociar, "con consecuencias devastadoras, la mayoría de los países se ven intimidados por sus acreedores y aceptan lo que les demandan". De acuerdo a las cifras presentadas por Guzmán y Stiglitz, el 52 por ciento de las reestructuraciones de deuda soberana desde 1980 fueron seguidas por una segunda reestructuración o, directamente, un default a los cinco años. El ejemplo más reciente que citan es Grecia: "Reestructuró su deuda en 2012 y a los pocos años necesita desesperadamente un nuevo alivio", sostienen al referirse a la experiencia helénica.
Los investigadores acuñaron el año pasado el término Griesafault para referirse, con mayor precisión, a la situación de tensión creada por las decisiones del magistrado neoyorquino Thomas Griesa a mediados de 2014 ya que entendían que el país era forzado a incumplir con sus obligaciones. "El juez les dio a los buitres el arma que necesitaban: o bien Argentina les pagaba o el país incumplía con sus acreedores, arruinando el acceso al crédito en el futuro y amenazando su recuperación", sostienen Stiglitz y Guzmán.
Los nueve principios básicos aprobados en septiembre de 2015 en las Naciones Unidas fortalecieron la línea de defensa de los países y sus acreedores genuinos contra el agujero negro existente en materia de resolución sustentable de las crisis de deuda. Fue el puntapié inicial para un extenso proceso impulsado por Argentina y los miembros del G77 más China que buscaba restringir el margen de maniobra para los fondos buitre, legitimar el derecho de los países para encarar reestructuraciones de deuda que les permitan volver a crecer y seguir pagando sus obligaciones y garantizar que los inversores de buena fe no se vean afectados por el accionar carroñero del sistema financiero internacional. Con esos lineamientos, la meta es crear un marco jurídico global que ofrezca reglas claras para resolver los problemas asociados al endeudamiento excesivo.
La propuesta se aprobó con 136 votos a favor, 6 negativos y 41 abstenciones. Estados Unidos, Reino Unido, Japón, Alemania, Israel y Canadá son los miembros de del poderoso pero reducido bloque opositor. "Como son las principales jurisdicciones para la colocación de deuda soberana los principios no serán muy efectivos", advierten Stiglitz y Guzmán. "Muchos países tienen leyes de quiebras pero no existe un marco equivalente para las quiebras soberanas, ni siquiera algo remotamente parecido. Las Naciones Unicas tomaron la delantera para llenar este vacío", destacan el ganador del premio Nobel y el economista argentino, ambos activos miembros de los equipos de especialistas que acompañaron la discusión en la ONU.
"Es común escuchar la frase 'riesgo moral' cuando se analiza a los países con crisis de deuda como Grecia o Argentina. Riesgo moral refiere a la idea que permitirle a los países (o compañías o personas) que renegocien y reduzcan sus deudas solo refuerza el comportamiento derrochador que los llevó a endeudarse en primer lugar. Es mejor que el deudor enfrente la desaprobación y duras consecuencias", explican los economistas al referirse a la visión dominante del establishment financiero contra las reestructuraciones exitosas como la argentina. Sin embargo, Guzmán y Stiglitz advierten que "el acuerdo de Argentina revirtió el riesgo moral recompensando a inversores por pequeñas apuestas y cosechar enormes beneficios".





Promulgaron la ley buitre


El gobierno de Mauricio Macri promulgó ayer la ley para el pago a los fondos buitre aprobada el miércoles pasado por el Congreso. La norma implica la derogación de las leyes Cerrojo y de Pago Soberano y habilita al Ministerio de Hacienda a endeudarse por 12.500 millones de dólares en los mercados internacionales para obtener los fondos para pagarles en efectivo a los holdouts. El proyecto fue convertido en ley con una votación en el Senado de 54 a favor y 16 en contra. La promulgación en el Boletín Oficial lleva las firmas de la vicepresidenta Gabriela Michetti; el jefe de Gabinete, Marcos Peña; y del ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay. La ley insta a Prat-Gay a ir al Congreso para informar trimestralmente el avance de las tratativas y los acuerdos a los que se arribe durante el proceso de negociación con los tenedores de deuda y lo habilita a realizar todos los pasos que considere necesario para cancelar la deuda con los buitres.








 PANORAMA POLITICO

El diablo

Por     Luis Bruschtein


Hay una canción de los Redondos, "El Tesoro de los Inocentes", que dice: "juegan a 'primero yo' y después a 'también yo'/ Y a 'las migas para mí' y cierran el juego porque ya saben que el tonto nunca puede oler al diablo, vida mía, ni si caga en su nariz". Si es como dice el Indio Solari, lo mejor hubiera sido que quedaran asentados en un referéndum todos los que no pueden oler al diablo. Un referéndum, a favor o en contra.
El pago a los fondos buitre, una decisión estratégica que afectará a las próximas generaciones, se resolvió finalmente entre urgencias, mentiras, presiones, disputas, intereses miserables y otras mezquindades, donde el voto de los representantes dejó de existir como tal para convertir una decisión esencial en la mera formalidad de levantar la mano.
Se asume que la democracia directa tiende a la inestabilidad o la parálisis. Pero la democracia representativa tampoco es perfecta. Los votos del Congreso tienen fidelidades y disciplinas muy intermediadas por los partidos o los gobernadores y el parlamentarismo sufre presiones y chantajes mediáticos, profesionales, materiales o judiciales, que tratan de distorsionar la voluntad del elector. A veces resulta imposible entender el cambio abrupto de un legislador. Se supone que fue elegido a causa de una determinada línea de propuestas con la que convocó a quienes lo votaron. Cuando el legislador transmuta esa voluntad, algunas veces podría indicar que de esa manera acompaña un cambio de humor en la sociedad, pero la mayoría de las veces no es así: el legislador se despega de lo que representa y de esa manera desnaturaliza su papel en una democracia representativa. Lo que vota no representa a los que lo votaron. En la nueva Constitución, se ofrecen herramientas para proteger de estas contingencias a las definiciones estratégicas. Por eso, la constitución, que describe a la organización del país como una democracia representativa, toma una herramienta de la democracia directa como el referéndum o la consulta popular y la incorpora a su letra.
Los legisladores del trotskismo plantearon correctamente esta iniciativa para realizar una consulta popular por el pago a los fondos buitre. En el Frente para la Victoria el debate fue entre pagar o no, pero muchos de los integrantes de los bloques del peronismo-kirchnerismo estaban sufriendo todo tipo de presiones motivadas por la desesperación del oficialismo para cerrar el tema y pagar lo que fuera. Hubo aprietes a los gobernadores y promesas y concesiones a los opoficialistas del progresismo y el justicialismo. Margarita Stolbizer apareció como vocera del oficialismo al mismo tiempo que Diego Bossio y Sergio Massa trataban de adornar un voto que ya habían anunciado cuando el oficialismo comenzó a abrir el tema. El pago a los fondos buitre fue decidido, prácticamente impuesto, a una sociedad que no tuvo la herramienta ni el tiempo para expresarse. Los medios concentrados y sus periodistas emblemáticos, como parte del aparato de propaganda hegemónico de la gestión conservadora, transmitieron la urgencia desesperada del gobierno como si se tratara de salvarle la vida a un bebé, cuando lo más seguro es que se trate de lo contrario. Cada quien corrió con su propia camiseta pero la más visible es la de un gabinete económico integrado en su mayoría por ex empleados de la banca financiera y el JP Morgan, que recibirán jugosos beneficios con el retorno al viejo negocio de la deuda.
Como la mayoría de las decisiones que ha tomado este gobierno en política económica, justificándolas en una supuesta "pesada herencia" en realidad, la desesperación por resolver el diferendo con los buitres obedece a su cosmogonía neoliberal. Son decisiones ideológicas y no de necesidad y urgencia. Ideológicas, no sólo por su concepción teórica, sino también por los intereses a los que responden sus integrantes. Este gobierno eligió financiarse prioritariamente con deuda externa y no con ahorro interno y se desfinanció antes siquiera de empezar a negociar al eliminar los 50 mil millones de pesos que significaban las retenciones. Se sentó a la mesa de negociación con la desesperación de un adicto al juego.
El Indec del macrismo debió reconocer que la economía creció más de dos puntos durante el año pasado, gracias a medidas contracíclicas que permitieron contrarrestar los efectos desastrosos de la misma situación internacional desfavorable que ahora. Macri tomó un país en crecimiento, no en recesión, como ellos afirman. Y el déficit fiscal apenas pasaba también de los dos puntos y medio. No fue del 7 por ciento como mintió descaradamente Alfonso Prat-Gay en la campaña electoral, ni mayor del 4 por ciento, como dicen ahora forzando las cuentas para obtener una cifra que sirva para argumentar la necesidad desesperada de endeudarse para tapar pretendidos agujeros del presupuesto. El déficit real – que apenas pasaba los dos puntos y medio – era perfectamente manejable. El endeudamiento y la mayoría de las medidas económicas que están tomando son ideológicas, no tienen nada que ver con la necesidad o la herencia. El que está a favor de la distribución de la renta, subsidia los servicios y defiende la educación y la salud públicas y gratuitas. En cambio, para el que no está de acuerdo con la distribución de la renta, todo eso es gasto y despilfarro igual que la capacidad de consumo del salario.
Finalmente el llamado progresismo de Stolbizer votó con el macrismo, convencida del despilfarro de una economía de servicios baratos y de salarios con capacidad de consumo, igual que el massismo y el bloque justicialista – que no casualmente se formó para esta circunstancia concreta –. Y el peronismo-kirchnerismo tuvo fugas que le prestaron los votos que le faltaban al oficialismo que así logró un importante triunfo parlamentario. Era cantado que iba a suceder porque forma parte del debe y el haber de la masividad del peronismo que puede generar mayorías que son variables y difusas en los bordes, por lo que son previsibles este tipo de fugas, pese a lo cual hay que reconocer que las grandes transformaciones modernas de la Argentina fueron realizadas por estas mayorías.
Por esas complejidades del parlamentarismo que en situaciones como esta parece más ocultar que expresar lo que representa, hubiera sido importante que la decisión definitiva fuera auscultada en toda la sociedad a través de una consulta popular vinculante como planteó el trotskismo. El único obstáculo real para hacerla era la urgencia desesperada del gobierno para cerrar la cuestión.
Es probable que si no tuviera tanta urgencia, el oficialismo se hubiera detenido a pensar en los beneficios y los riesgos de una consulta porque acaba de ganar una elección. Pero uno en las antípodas del gobierno tampoco sabe cuál sería la respuesta de esta sociedad tan vulnerable a los mensajes de los medios concentrados. Un ejemplo quizás podrían ser los taxistas porteños, la mayoría de los cuales tenían el cerebro hecho puré por los operadores mediáticos del macrismo que inundaban las radios. El tipo estaba mucho mejor que en los '90, pero lo habían convencido de que vivía en un infierno y que le sacaban su plata para dársela a los vagos de los planes Trabajar o a los que se jubilaban sin aportes. El aparato de propaganda conservador le hizo hervir la cabeza porque lo estaban robando, pese a que pudo cambiar el auto e irse de vacaciones a Mar del Plata en los últimos años. Fue votante cantado de Macri y le hizo campaña. Pero ahora le vienen con los aumentos en la nafta y el gas y con Uber.
El mismo que se enojaba porque antes el Estado protegía a los más vulnerables, a los que menos defensa tienen frente a los más poderosos, ahora quiere que el Estado lo proteja a él porque se siente vulnerable frente a Uber que, cuando funcione, cobrará 35 por ciento más barato que el taxi. La trasnacional Uber forma parte de la lógica del libre mercado que ese taxista votó en la boleta de Macri presidente. Otros tacheros podrán quejarse, pero ése no tiene derecho al pataleo. Está comiendo del menú que le hicieron elegir los operadores que le pudrieron la cabeza por la radio las 24 horas del día. Son de los tontos que no pueden oler al diablo ni cuando les caga en la nariz como dice el Indio Solari.
Hablando de los operadores mediáticos, y ya que al comienzo hay una cita de este gran filósofo nacional del rock, vamos a terminar con el comienzo de esa misma canción sobre los falsos mensajes, como el que le metieron en la cabeza a ese tachero y a gran parte de la sociedad: "el tesoro que no ves/ la inocencia que no ves/los milagros que van a estar de tu lado/ cuando comiences a leer de los labios/ Y a ignorar los embustes y gustar/ Con tu lengua de las aguas que son dulces/ Aunque te sientas mal".









 GILDO INSFRAN Y GUILLERMO MORENO ANUNCIARON QUE

 COMPETIRAN EN LA INTERNA DEL PJ

La primera fórmula anotada



Desde la conducción del Frente para la Victoria negaron que esa iniciativa responda a la voluntad del espacio. Moreno aclaró que sigue en "el esquema de la unidad", pero que si no se alcanza, competirá. Gioja espera respuesta de Scioli.
El ex secretario de Comercio Guillermo Moreno y el gobernador de Formosa, 
Gildo Insfrán.
Imagen: DyN.


El gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, y el ex secretario de Comercio Guillermo Moreno anunciaron ayer la primera precandidatura conjunta para competir en las elecciones internas del Partido Justicialista, previstas para el 8 de mayo. A una semana del cierre de listas, fue el ex funcionario quien anunció la intención de presentarse a la contienda electoral en caso de que no se llegue antes a un acuerdo de unidad. "Los dos primeros lugares son para Insfrán-Moreno", celebró al anunciar la novedad.
Desde la conducción del Frente para la Victoria negaron que esa iniciativa responda a la voluntad del espacio de cara a la compulsa: "Fue una decisión de ellos y no están respondiendo a ningún mandato", descartaron. En tanto, el sector que se encolumna detrás de la candidatura de José Luis Gioja espera la respuesta de Daniel Scioli, a quien le ofrecieron la vicepresidencia. El ex candidato asegura que sólo aceptará el convite si tiene el consenso de todo el partido.
"Acordamos con Gildo Insfrán y conformamos la primera lista para el PJ. Los dos primeros lugares son para Insfrán-Moreno. Es la primera lista que se conforma. No obstante, todos estamos en el esquema de la unidad. No descartamos la unidad, pero si no se alcanza ya tenemos la primera lista para competir", señaló Moreno ayer al anunciar el lance. La candidatura que compartiría con Insfrán, si se llega a la instancia de una elección, deberá competir con otras que se presenten de aquí al próximo viernes, cuando, treinta días antes de la fecha acordada para el comicio interno, cierren las listas.
Hasta entonces, el cabildeo es constante. La unidad, más allá de las declamaciones, parece una condición necesaria para que el peronismo sea competitivo electoralmente en un año y medio. Gioja, que pintaba como prenda de unidad, se mostró en coincidencia con los sectores del peronismo que más se distanciaron del último gobierno en demasiados temas como para terminar de resultar elegible por ese sector. Por eso intentó buscar a Scioli como un fuerte compañero de fórmula.
Fiel a su estilo, el ex gobernador dijo que no está en sus intenciones tener un cargo partidario pero podría aceptarlo si eso facilita el encuentro de todos los sectores. No aclara qué cargo. La solución al intríngulis podría ser un enroque de piezas en esa fórmula, lo que derivaría en una ocasión acaso más aceptable para el kirchnerismo, que sabe que tiene poder de veto. De llegar a últimas instancias sin conformar un acuerdo, están trabajando, del modo ultrasecreto que los caracterizó cuando eran gobierno, en una boleta competitiva.
De todas formas el tic tac del reloj de la jueza federal María Servini de Cubría, con competencia electoral y encargada de supervisar la normalización de un PJ que viene estirando soluciones transitorias hace un lustro, es el incentivo principal que lleva a negociar civilizadamente a figuras que preferirían arrojarse objetos contundentes entre sí. La magistrada ya advirtió que no tolerará más demoras y si hay algo en lo que coinciden todos los sectores que integran el peronismo es que una intervención judicial tiene consecuencias "potencialmente desastrosas" para el partido.
Por último, en un escenario en el que no faltan sorpresas, las pláticas exitosas entre los tres sectores mayoritarios de la CGT respecto a presentar un plan común en el Congreso para discutir empleo e impuesto a las ganancias envalentonó a algunos operadores de la rama sindical, que ya empezaron a proponer que la prenda de unidad del movimiento sea lo que ellos llaman, su columna vertebral, y agitan la posibilidad de que entre en la disputa una fórmula "cien por ciento obrera".








MAXIMO KIRCHNER LE RESPONDIO AL SENADOR MIGUEL ANGEL 

PICHETTO

"Es muy ingrato con Cristina"




Pichetto dijo que había "recuperado la capacidad de pensar, reflexionar y decir lo que pensaba". El diputado y dirigente de La Cámpora le contestó: "Creí que siempre decía lo que pensaba". Luego, el senador afirmó que sus dichos no eran contra la ex presidenta.

"No es de buen compañero no discutir puertas adentro", aseguró 
Máximo Kirchner.


El diputado nacional Máximo Kirchner confrontó con el presidente de la bancada del Frente para la Victoria en la cámara de Senadores, el rionegrino Miguel Angel Pichetto, por un pasaje del discurso que dio en la sesión de esta semana cuando se debatía permitirle al gobierno nacional endeudarse para pagar a los fondos buitre. El miércoles por la noche, el senador había dicho que al no estar "atado por las obligaciones de ser gobierno" él había "recuperado la capacidad de pensar, reflexionar y decir lo que realmente pienso". En una nota televisiva, el diputado respondió: "Es muy ingrato con Cristina. Nosotros siempre pudimos decir lo que se pensaba dentro del Frente para la Victoria".
El intercambio entre el referente de La Cámpora y uno de los peronistas que lleva las riendas de las negociaciones con el oficialismo se inscribe en un momento de tensión alta de la interna peronista, que está entrando en su recta final (ver página 10). Al respecto, Kirchner se mostró esperanzado de que "a medida que avance el tiempo la síntesis se va a ir encontrando" pero advirtió que la unidad no puede ser al precio de olvidar que "la columna vertebral de cualquier espacio político es la representación de la mayoría de la sociedad".
También confirmó que la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner se presentará el 13 de este mes en los tribunales de Comodoro Py para cumplir con la indagatoria a la que fue citada por el juez Claudio Bonadio (ver aparte) e hizo una fuerte crítica a las medidas tomadas por el gobierno del PRO en sus primeros cuatro meses:
"No es de buen compañero no discutir puertas adentro la política, y también a veces de cara a la sociedad comentó cuando fue consultado por los dichos de Pichetto en el recinto. Creo que es muy ingrato con Cristina. Ella lo acompañó mucho en su candidatura a gobernador. Yo pensé que siempre decía lo que pensaba. Nosotros siempre pudimos decir lo que se pensaba dentro del Frente para la Victoria". Además, aseguró que ese debate es lo que explica que el espacio "tenga la cantidad de dirigentes que tiene".
Más tarde, en otra nota, Pichetto aclaró que la expresión no era una crítica a la ex presidenta sino que se trató de "algo natural en el mundo político democrático" ya que "cuando uno pertenece al oficialismo, puede discutir algunas cosas hacia adentro y luego resuelta la decisión de impulsar medidas uno tiene el deber de acompañarlo". Cuando se es oficialismo, "no puede andar criticando y haciendo exhortaciones" sobre los proyectos que promueve su partido. "Cuando el espacio político al que uno pertenece hay una recuperación del debate que pasa a tener mucha más horizontalidad y libertad", explicó el senador.
Por su parte, en su entrevista, Kirchner además cuestionó duramente al gobierno de Mauricio Macri y dijo que la oposición debe "tratar de minimizar los daños" que las políticas oficiales inflijan en la sociedad. "El en su campaña hablaba de la ausencia de la soberbia. Creo que hay mucha soberbia en decisiones que está tomando y creo que hay mucha frialdad también", señaló y finalmente dijo que es falso atribuirle al gobierno anterior la "herencia" que explica las medidas impopulares que se están tomando: "Hubieran hecho lo mismo si ganaban en 2011, si ganaban en 2007 y hasta querían hacer lo mismo cuando asumió Néstor Kirchner."  – aseguró –  "Por eso lo que están haciendo no tiene nada que ver con el país que dejamos".








EDGARDO ESTEBAN CRITICO A MACRI POR NO DEFINIRSE 

CONCRETAMENTE SOBRE EL TEMA DE LA SOBERANIA

"Con Malvinas hay que ser intransigente"


El periodista y ex combatiente, autor de Iluminados por el fuego, advirtió que el Gobierno "está buscando una apertura" hacia el Reino Unido. También planteó la "necesidad de mantener viva la causa Malvinas en las nuevas generaciones".
Edgardo Esteban participará hoy de un festival en Parque Centenario 
por el Día del Veterano de Guerra.


Con actividades en las principales ciudades de todo el país se conmemora desde ayer el Día del Veterano de Guerra y de los Caídos en Malvinas, con el objetivo de mantener viva la memoria a 34 años del desembarco de la dictadura cívico militar en las islas. "Aún estamos esperando una definición del nuevo Gobierno en relación a la causa por la soberanía", afirmó el periodista y ex combatiente Edgardo Esteban, quien este 2 de abril participará de un festival cultural en Parque Centenario en el que se proponen darle un rol importante a los hijos de quienes participaron del conflicto bélico. Allí, desde las cuatro y media de la tarde, estarán entre otros Liliana Herrero, Teresa Parodi, Gastón Pauls e Ignacio Copani y se leeran poemas escritos por ex combatientes, como así también los textos de Julio Cortázar y Jorge Luis Borges sobre Malvinas.
Desde Río Gallegos, donde participó de un debate con estudiantes de la Universidad Tecnológica Nacional, el autor de "Iluminados por el fuego" dialogó con Página/12 sobre la "necesidad de mantener viva la causa en las nuevas generaciones" y evaluó las principales políticas de Cambiemos en relación al reclamo de la soberanía argentina sobre las islas.

–¿Qué temas le interesan más los estudiantes cuando se habla de Malvinas?
–Noto que los debates son cada más interesantes. En el sur particularmente hay un fervor especial hacia Malvinas y siempre está la pregunta de si se da de igual forma en todo el país. También hay un rescate de la mirada de los ex combatientes sobre la guerra. Creo que es importante hacer hincapié no sólo los 74 días del conflicto bélico sino los 183 años de la usurpación. No nos podemos distraer de cara a las nuevas generaciones, hay que profundizar. Y noto que Malvinas va más alla de los gobiernos, que es una causa que nos une a todos. Podemos tener matices, disensos, pero forma parte de la identidad de todos.

–Macri no mencionó el tema Malvinas al asumir, pero en la apertura de sesiones del Congreso sí lo hizo y afirmó que "mejorar las relaciones con el Reino Unido no implica renunciar a la soberanía". ¿Qué lectura hace de esa definición?
–Macri habla de diálogo. Yo también creo en el diálogo, pero sin claudicar en el reclamo de nuestra soberanía. El presidente claramente está buscando un perfil en política exterior distinto y una apertura. Más allá de los nuevos horizontes, hay causas como las de Malvinas en las que hay que ser intransigentes. Aún estamos esperando una definición concreta del nuevo gobierno, que marque el camino, más alla de las cuestiones políticas.

–¿Cuál cree que es el alcance que tiene la decisión de la ONU de reconocer los nuevos límites propuestos por la Argentina, que amplían el territorio nacional sobre el Atlántico?
–Además de que ayuda en el reclamo del diálogo por nuestra soberanía, condiciona el ejercicio militar británico en sus bases, lo cual es importantísimo. También deberíamos esperar que tenga consecuencias en la explotación de los recursos energéticos y marítimos, que tendrán que acordarse entre ambos países. Nos da la razón sobre lo que venimos marcando hace muchos años: nuestra soberanía a través del único camino posible, el de la paz.

–La ONU marcó varias veces la necesidad de diálogo, pero a los ingleses no parece importarles demasiado...
–Hay muchos intereses de por medio. Políticos, militares, pero fundamentalmente económicos. El Cordón biocéanico, la Antártida, el agua dulce y los recursos energéticos. Para ellos Malvinas es la puerta a la Antártida. No podemos distraernos, sino el imperio va a seguir avanzando.
–¿Qué piensa del festejo de los kelpers por el cambio de gobierno?
–Argentina siempre ha sido respetuosa con ellos. Pero quizás especularan con que podría haber una postura más flexible hacia ellos. De todas formas, lo importante es que hay dos Estados en disputa por un territorio.

–Jeremy Corbyn, líder laborista inglés, sigue insistiendo con llegar a un "diálogo sensato". ¿Es una esperanza?
–Es un referente importante. Una voz clave, un político con una postura mucho más generosa hacia la región y hacia la posibilidad de diálogo. Ojalá podamos tenerlo enfrente. Sé que vio Iluminados por el Fuego hace seis meses atrás.

Entrevista: Matías Ferrari.







Cómo volver

Por     Sandra Russo


Esta semana, en su canal de YouTube, Cynthia García le hizo al psicoanalista Jorge Alemán una entrevista que luego circuló profusamente por las redes. Es notable su repercusión, porque Alemán hablaba de un modo comprensible pero profundo, sobre temas centrales de este momento argentino que atravesamos prácticamente sin nadie en los medios audiovisuales que lo refleje en la dimensión en la que la mitad del país lo vive. Las redes constituyeron ya una agenda no sólo completamente distinta a la de los medios convencionales, sino que también, pese a haber sido un soporte creado para contactos leves, han virado hacia el escenario de intercambios simbólicos fuertes, donde se intenta y se logra sostener en pie el pensamiento.
Hace más de tres meses estamos inmersos en algo que se impone sin permitir pensarlo, porque su vértigo nos repliega en una intermitencia insoportable de acción y azoramiento. Los ciudadanos, que padecen en su propia carne el ajuste de ortodoxia brutal que lleva adelante Macri, necesitan pensar, decodificar, asociar, expresarse y digerir lo que expresan los otros. Los medios convencionales han eliminado los espacios y las voces de las que podían surgir líneas de pensamiento que ayudaran a conceptualizar no sólo un momento de quiebre político sino lo más íntimo de cada uno, lo que nos llevamos a la cama con nosotros cada noche, ese malestar que nos oprime. Esa intermitencia entre la necesidad de acción y la necesidad de repliegue es un derivado de lo que Naomi Klein llamó shock.
Ha cambiado la doctrina, y necesitamos entender para movernos en consecuencia. Pero la batería de políticas destinadas a destruir y borrar de la historia reciente y sobre todo de la actual y futura al kirchnerismo es la misma doctrina que la derecha financiera viene aplicando hace décadas. Lo que sí se tiene en claro es que el primer objetivo de Macri es desmantelar toda la construcción material y anímica kirchnerista, de lo cual se desprende que lo que el propio macrismo identifica como proyecto antagónico al propio es el que lidera Cristina.
En la entrevista de La García se tocaban las tensiones que todos conocemos y que permanecen como el trasfondo de la angustia colectiva. La votación en el Senado y el cinismo retorcido de los elegidos por el FpV que invocaban a Néstor Kirchner para apoyar al gobierno de Macri dejó a millones sin habla y a otros millones con la urgente necesidad de actuar. ¿Pero en qué sentido? ¿Actuar hacia dónde cuando el camino está lleno de trampas y las deserciones aún no han terminado?
Alemán admitía en la entrevista quizá la tensión más visible y sin embargo soterrada, que es la que existe entre un sector del peronismo y el kirchnerismo. Cuando escribí el libro sobre La Cámpora pude observar y detenerme en esa diferenciación, que tiene también un corte generacional. En términos generales, para los de treinta para abajo que despertaron a la política en la última década y apoyaron el gobierno nacional y popular, una y otra cosa se funden en una misma identidad, que no necesariamente coinciden en una misma pieza con otras identidades peronistas pero que se complementan porque persiguen los mismos objetivos. Peronismo y kirchnerismo se superponen para muchos y se conjugan para otros. Son las generaciones preexistentes, con una identidad ya forjada en el peronismo cuando apareció Néstor en el 2003, las que siembran el rechazo. Cuanto más a la derecha se ubique ese peronismo, el kirchnerismo más se acomodará en esa lectura a la figura del viejo infiltrado. Cuando Néstor dijo "Nos dicen kirchneristas para bajarnos el precio" creo que lo decía porque él se llamaba Kirchner. Pero ahora, con el paso de los años, y con todo lo que destruye Macri con el aval de un sector del peronismo, para muchos está mucho más clara que antes la especificidad del kirchnerismo como fuerza política que ancla en el peronismo pero incluye, y no como aliados sino como parte propia, a sectores que provienen de distintas vertientes de izquierda. Por eso es el núcleo de lo que el propio macrismo inviste de antagonista: porque es una identidad política precisa y ya anclada después de las tres experiencias gubernamentales recientes.
Es hora de volver a hablar de proyectos de país. Los que votaron a favor del reendeudamiento nunca creyeron en el país en el que otros, cada día, cada hora, seguimos creyendo más intensamente que antes. Hay un sector del peronismo que no se reconoce kirchnerista pero que también pertenece al campo nacional y popular. La pesadilla que nos sobrevuela es tal, que la verdad que uno quisiera que se den estos debates, que se pongan las cartas sobre la mesa, que se hagan las discusiones de base, que se articule, que terminen con los recelos y las chicanas y el internismo, porque hay gente gritando, hay gente sufriendo, hay gente que necesita dirigentes.
Uno desearía que se den por saldadas las heridas que dejó, qué duda cabe, una construcción política que debió acelerar su estructura previendo que lo que iba a pasar era esto. Que los que acompañaban por pura lógica de poder iban a desertar, y que en la adversidad se vería que el kirchnerismo ha dejado este paisaje: múltiples dirigentes enganchados en las viejas lógicas, y un armado más pequeño, por momentos inestable, que sin embargo es el que representa a una enorme, multitudinaria conjunción de ciudadanos politizados. En las calles se grita un solo nombre.
"Podríamos llegar a presenciar hasta un cierto desvanecimiento de la experiencia kirchnerista, eso coyunturalmente, pero a la vez, y aquí voy a ser optimista, pienso que el kirchnerismo tocó cosas que inevitablemente van a volver." – reflexionaba Alemán –  "Cuando una experiencia toca ciertos puntos de la verdad, ciertos puntos de lo real, es muy difícil que eso no retorne. Cuando hemos hecho una experiencia que ha demostrado que no todo está capturado por el dispositivo neoliberal, ahí tenemos la posibilidad del retorno. Yo creo que el presente puede ser muy injusto, pero no han logrado todavía que la historia lo sea. No tuvo razón Pinochet, tuvo razón Allende. No tuvo razón Franco, tuvieron razón los republicanos. Y no va a tener razón Clarín, va a tener razón el kirchnerismo". 
Ya sé: agregaría que no tuvo razón la Fusiladora, que tuvo razón Perón.
En otra contratapa hace poco me preguntaba: "¿Qué hace uno cuando ya se dio cuenta? ¿Qué hace uno cuando ya abrió los ojos?". Me refería exactamente a lo que dice Alemán. A que hemos experimentado en lo personal y en político, en lo individual y en lo colectivo, esas palabras que fueron el lema del Foro Social Mundial desde 2001, que "Otro mundo es posible". Hoy hablamos de un mundo literal, atravesado por el tajo entre el poder de las corporaciones y el poder político, aquí y allá cooptado, como los medios, por el chantaje aplastante de los dueños del dinero. La restauración conservadora viene a coser por la fuerza otro gran tajo, que es el que existe entre los sectores de la población que aceptan que esta maraña de despojo y servilismo es lo único a lo que podemos aspirar, y los otros sectores, que han experimentado otra alternativa en sus propios estómagos, en sus sueños, en sus pieles y en sus corazones. Quienes hayan podido oír, oyeron. Finalmente, a lo que uno siempre termina siendo indefectiblemente leal es a su propia noción de la realidad.


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