lunes 04 de abril de 2016
LOS VINCULOS DE MACRI CON UNA RED ARMADA PARA ELUDIR
IMPUESTOS
Huellas en un paraíso fiscal
La firma en la que fue director figura radicada en las Bahamas, una de las principales guaridas fiscales del mundo, y estuvo asesorada por un estudio de abogados investigado por corrupción en varios países. Cómo operan estas organizaciones.
Las islas Bahamas ocupan el puesto 25 entre más de 100 jurisdicciones opacas del mundo.
Por Fernando Krakowiak
Las islas Bahamas ocupan el puesto 25 entre más de 100 jurisdicciones ordenadas de acuerdo al secreto financiero que le ofrecen a multinacionales e individuos deseosos de esconder sus fortunas y eludir al fisco. El dato surge del ranking difundido en noviembre del año pasado por la Red para la Justicia Fiscal (Tax Justice Network), un grupo internacional que combate prácticas de evasión impositiva. Ese es el país donde estuvo constituida entre 1998 y 2009 la sociedad offshore Fleg Trading Ltd., en la que el presidente Mauricio Macri figuró como director, según la filtración de datos del despacho de abogados panameño Mossack Fonseca, especializado en la creación de sociedades fantasmas e involucrado en casos de corrupción en Brasil, España, Alemania, Malta, Libia, Uruguay y Estados Unidos.
Apenas surgió el nombre de Macri, desde el gobierno rápidamente buscaron despegarlo del escándalo al informar que el presidente era director, pero sin participación accionaria en la empresa, lo que supuestamente lo liberaría de la obligación de haber informado en sus declaraciones juradas la participación en dicha empresa. Los especialistas consultados por Página/12, que prefirieron opinar en off the record hasta que se conozcan mayores precisiones sobre el caso, dijeron que no está tan claro que Macri no debía informar sólo por el hecho de ser director ya que los directores muchas veces cobran honorarios por ocupar esos cargos y no hay certezas de que la tarea de Macri haya sido ad-honorem. Además, coincidieron en destacar que en este tipo de sociedades off-shore se suele poner como accionistas a personas desconocidas para despistar al fisco, las cuales no toman decisiones ni disponen del dinero de la firma, siendo los directores los verdaderos controlantes. Ese tipo de cuestiones podrían ser develadas a medida que la investigación avance, pero, más allá de eso, la aparición de Macri como director de una firma radicada en un paraíso fiscal para eludir impuestos complica al presidente, más allá de cualquier otra derivación que pueda surgir.
El ranking de guaridas fiscales elaborado por Tax Justice Network cada dos años toma en cuenta las regulaciones, leyes y tratados de las diferentes jurisdicciones para elaborar el índice de secretismo que luego es ponderado de acuerdo al tamaño del país y su relevancia para los mercados financieros globales. El año pasado Suiza lideró la lista, pero Bahamas ocupó una posición expectante y fue mencionada explícitamente como un ejemplo negativo: "Facilitadores del sector privado (ej. oferentes de servicios legales, contables y corporativos) y jurisdicciones recalcitrantes como Dubai y las Bahamas trabajan muy duro para aprovechar exclusiones y lagunas legales, siendo selectivos a la hora de decidir con cuáles países van a intercambiar información, o simplemente haciendo caso omiso de las reglas", remarca el último informe. John Christensen, director ejecutivo de la organización sabe de qué habla, pues trabajó en la multinacional de servicios Deloitte y asesoró durante once años a las autoridades de Jersey, isla ubicada en el canal de la Mancha que funciona como uno de los paraísos fiscales británicos. La Comisión Europea también elaboró una lista negra en junio del año pasado integrada por países considerados como no cooperativos en materia de lucha contra el fraude y la evasión fiscal y las Bahamas integraba ese ranking.
Macri no solo está complicado por aparecer vinculado con una sociedad radicada en un paraíso fiscal sino también porque esa firma fue asesorada por el estudio Mossack Fonseca, vinculado a numerosos casos de corrupción. De hecho, uno de los socios del estudio, Ramón Fonseca Mora, ministro consejero del presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, pidió licencia el pasado 11 de marzo para defender a su firma de las acusaciones que la vinculan con el escándalo de corrupción en la estatal brasileña Petrobras, ya que habría sido utilizada para ocultar activos y colaborar con prácticas de lavado de dinero. En Alemania, Mossack Fonseca también está siendo investigada desde comienzos de año por ayudar a evadir impuestos de una serie de corporaciones, mientras que en España se le puso la lupa porque fue el estudio de abogados que creó una serie de sociedades en Belice a través de las cuales habría fugado dinero Iñaki Undargarin, el esposo de la infanta Cristina de Borbón. Ese estudio negó ayer cualquier vinculación con los delitos que pudieron haber cometido sus clientes, entre los cuales figura Fleg Trading, donde Mauricio Macri fue director.
ESCANDALO MUNDIAL POR LA FILTRACION SOBRE LAS
EMPRESAS OFFSHORE
Presidentes, reyes y multimillonarios
En los Panamá Papers fueron citados el premier islandés Sigmundur David Gunnlaugsson, allegados del mandatario ruso Putin, el padre del premier británico Cameron y el empresario favorito del líder mexicano Peña Nieto, entre otros.
El premier de Islandia, Sigmundur Gunnlaugsson, compró la empresa Wintris en 2007,
pero no la declaró.
Los nombres de cinco jefes de Estado o primeros ministros en funciones, de ciento veintiocho políticos y de 61 familiares o socios cercanos a líderes mundiales aparecen mencionados en 11,5 millones de documentos utilizados para crear sociedades offshore sospechadas de evadir impuestos y ocultar bienes en paraísos fiscales. La infanta Pilar de Borbón, hermana del rey emérito español Juan Carlos I, allegados al mandatario ruso Vladimir Putin, el empresario favorito del presidente de México Enrique Peña Nieto, el primer ministro islandés Sigmundur David Gunnlaugsson y el padre del primer ministro británico, David Cameron, fueron citados en los "Papeles de Panamá", información interna perteneciente al buffet de abogados Mossack Fonseca.
El escándalo nació de una denuncia que llegó al diario alemán Süddeutsche Zeitung hace poco más de un año. Una fuente anónima que no quiso ni dinero ni ningún tipo de contraprestación – pero sí algunas medidas de seguridad – se contactó con ese medio para entregarle los documentos a través de una vía encriptada. Por la magnitud de material – unos 2,6 terabytes, es decir 46 veces más documentos que los filtrados por WikiLeaks en 2010 – el SZ decidió compartir la información con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) que ya había coordinado proyectos como Lux-Leaks y Swiss-Leaks.
El estudio de abogados panameño Mossack Fonseca, especializado en gestión de capitales y patrimonios en ese conocido paraíso fiscal, reaccionó con un comunicado enviado a sus clientes en el que informó que "por desgracia" había sido objeto de un ataque informático y que los datos de sus administrados podrían haberse visto afectados.
Los primeros resultados de esta investigación se pueden ver en el sitio web Panamapapers.icij.org y es, hasta el momento, el mayor trabajo de cooperación de este tipo con la participación de periodistas y medios de todo el mundo, entre ellos el diario argentino La Nación, el español El Confidencial y El Universo de Ecuador. Los papeles, principalmente, son mails, archivos PDF y material fotográfico, así como extractos bancarios internos de Mossack Fonseca, abarcan un período que va desde 1977 – año en que se creó el estudio de abogados – hasta comienzos de 2016 y revelan sociedades offshore creadas en 21 paraísos fiscales y otras 214.000 empresas off shore vinculadas a cerca de 200 países.
El estudio Mossack Fonseca fue fundado en 1977 por el abogado de origen alemán Jürgen Mossack, que nació en la ciudad de Fürth y emigró a Panamá siendo un niño. Tiene oficinas en 42 países, 600 empleados y 14.000 clientes. En 1986 se unió al buffet el panameño Ramón Fonseca Mora, ex ministro consejero de la Presidencia de Panamá y presidente del oficialista Partido Panameñista, quien el 11 de marzo pasado pidió al presidente Juan Carlos Varela licencia por un año para defenderse de las acusaciones que lo vinculan a la trama de corrupción en la estatal brasileña Petrobras por medio de la firma de abogados. Mossack Fonseca fue señalado por beneficiarios del régimen de delación premiada en Brasil como partícipe de maniobras para ocultar parte de los multimillonarios fondos desviados ilegalmente de la petrolera estatal Petrobras. En enero, uno de los fiscales brasileños del caso, Carlos Dos Santos Lima, calificó a la empresa como "una gran lavadora de dinero" y el 29 de ese mes la Fiscalía Auxiliar de Panamá informó que abriría una investigación de oficio al respecto.
Aunque Vladimir Putin no es directamente mencionado en los documentos, sí aparece Arkady Rotenberg, padrino de su hija mayor, Sergei Roldugin, amigo de la infancia devenido en multimillonario, y Yury Kovalchuk, uno de los banqueros que se enriquecieron bajo sus mandatos. De acuerdo a las conclusiones de ICIJ, el grupo de empresarios, que en Rusia fue beneficiado supuestamente con varios contratos y licitaciones públicas en los últimos tiempos, crearon una red de cuentas offshore y enormes préstamos por valor de 2000 millones de dólares. El diario británico The Guardian, que también tuvo acceso a los documentos filtrados, sostuvo que la evidencia describe una red organizada desde el Banco Rossiya en Rusia, en donde Putin y sus allegados habrían creado una cooperativa en los años 90 con una cuenta compartida, de la que todos podrían sacar dinero.
Otros líderes internacionales, en cambio, tenían las cuentas a su nombre. Entre ellos se destacan el presidente y uno de los hombres más ricos de Ucrania, Petro Poroshenko, quien creó una compañía en el paraíso fiscal de las Islas Vírgenes en 2014, en el apogeo del conflicto armado separatista que divide a su país. Desde Kiev, un vocero presidencial no desmintió la información, pero sí aclaró que el dinero de esa compañía offshore no está vinculado con "ningún hecho político o militar" de ese país.
Por otra parte, la filtración reveló que el primer ministro de Islandia, Sigmundur Gunnlaugsson, titular de una empresa acreedora de los bancos islandeses que se declararon en bancarrota en la famosa crisis de 2008, compró la empresa Wintris en 2007, pero no la declaró cuando fue elegido diputado en 2009 y, ocho meses después, la vendió a su mujer por un dólar.
Inmediatamente después de que estallara la noticia en Islandia, varios dirigentes de la oposición pidieron la renuncia del premier y reclamaron que el Parlamento se reúna de urgencia para discutir la salida del gobernante.
También quedaron involucrados directamente el presidente de Emiratos Arabes Unidos y emir de Abu Dhabi, jeque Khalifa bin Zayed bin Sultan Al Nahyan, y el rey de Arabia Saudita, Salman bin Abdulaziz bin Abdulrahman Al Saud, dos de las monarquía más ricas del Golfo Pérsico. La lista de los líderes políticos en funciones salpicados por la investigación es larguísima.
Muchos quedaron involucrados por la mención de algún familiar, como por ejemplo el padre del primer ministro británico, David Cameron; los primos del presidente de Siria, Bashar al Assad; los hijos del primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif; la esposa, hijos y hermana del presidente de Azerbaiján, Ilham Aliev; el sobrino del presidente sudafricano, Jacob Zuma; y el hijo del primer ministro de Malasia, Najib Razak.
Según los Panama Papers, la hermana del rey Juan Carlos y tía del actual monarca Felipe VI, presidió y dirigió durante años una empresa radicada en Panamá y gestionada por el polémico despacho. El informe, difundido en España por el diario digital El Confidencial y la cadena de televisión La Sexta, apunta a que la sociedad offshore se mantuvo activa durante todo el reinado de Juan Carlos I, desde 1975 a 2014. Pilar de Borbón, de 79 años, se convirtió en presidenta de la empresa en 1974, un mes después de que su hermano asumiera de forma interina la Jefatura del Estado español ante el empeoramiento de la salud del dictador Francisco Franco, que murió un año después. Dejó de figurar como presidenta en 1993, aunque siguió vinculada a la empresa. La sociedad, registrada en Panamá en 1969, fue disuelta en junio de 2014, cinco días después de que Felipe VI fuera proclamado rey de España, luego de la abdicación de su padre. Los documentos difundidos no muestran el número de cuentas bancarias asociadas a la compañía ni sus ingresos y gastos.
La investigación también señala que Juan Armando Hinojosa Cantú, empresario allegado al presidente Enrique Peña Nieto y propietario de Grupo Higa, empresa que obtuvo diversos contratos por parte del gobierno mexicano y que edificó la llamada "casa blanca", una mansión de siete millones de dólares para la familia presidencial en julio de 2015, habría depositado una suma millonaria en paraísos fiscales. Según el portal de la periodista mexicana Carmen Aristegui, el empresario sacó al menos 100 millones de dólares de cuentas bancarias en Estados Unidos para puentearlas en una compleja estructura a Nueva Zelanda, usando como instrumento a su madre y a su suegra. "Es la cifra que según los papeles consultados puso a disposición del despacho Mossack Fonseca el contratista de Peña Nieto para lograr que alguien perdiera la pista de esos recursos", indicó el portal Aristegui Noticias. Y agregó que en correos electrónicos del despacho Mossack Fonseca se puede leer que ese dinero es "apenas una pequeña parte de su portafolio de posibles inversiones".
Hable con Almodóvar
Según la filtración de documentos del despacho de abogados Mossack Fonseca, el director de cine y su hermano y productor Agustín Almodóvar fueron apoderados, desde junio de 1991, de la sociedad Glen Valley Corporation registrada en las Islas Vírgenes Británicas, un territorio considerado en España como un paraíso fiscal. La firma se mantuvo activa desde el 22 de marzo de 1991 hasta el 11 de noviembre de 1994 y su tramitación se gestionó desde el despacho de la firma panameña Mossack Fonseca en Ginebra (Suiza).
OPINION
La zonza perversión de los contentos
Por Mempo Giardinelli
Tras la impresionante repercusión del texto del lunes pasado sobre la pobre inocencia de la gente, esta columna cree válido reflexionar ahora sobre la zonza perversión de los contentos, que son muchos y en estos tiempos viven su festival de espaldas a una realidad crecientemente atroz.
Mientras Clarín y su gigante mentimedio, ahora, fustiga al gobierno macrista para que no entregue el Fútbol para Todos al emporio Turner y lo reserve para la voracidad del grupo, La Nación practica su habitual seguidismo y mantiene titulares idiotas durante varios días seguidos, como para distraer a la gilada. Por ejemplo, "Juliana Awada y Carla Peterson, con 'buena química' en su estadía en Washington" es un título que ayer domingo cumplió tres días ininterrumpidos en el centro del portal digital.
En paralelo, y también varios días seguidos, el título "Stolbizer denunció 'una clara estrategia' para culpar a Lázaro Báez y no a Cristina Kirchner", siguió intentando dar relieve a una no-noticia que solamente delata el ciego odio de la diputada y ex candidata presidencial, que jamás denunció los muchos procesamientos al ahora presidente, ni las incontables licitaciones y otros negocios protegidos en favor del íntimo amigo presidencial.
Como sea, cualquiera se da cuenta de las burdas intencionalidades de estos escarceos. Cualquiera menos los contentos mentecatos que aplauden todo. Aunque ya hay algunos que reconocen la mentira y el desastre y al menos dicen, un poquitín culposos: "Bueno, pero todavía hay que darles tiempo porque la herencia...". Y alzan las cejas como supuestos buenos entendedores.
Los contentos no es que sean todos felices – que sería lo de menos, e irreprochable – sino que se han revelado resentidos sin razones, lo que es absurdo porque a ellos siempre les va fenómeno gobierne quien gobierne.
Lo perverso, pues, es que son incapaces de reconocer por lo menos dos obviedades: que todo se dirige hacia el encarcelamiento vil de ex funcionarios – cierto que algunos de dudosísima moralidad – pero vil porque lo único que importa a los fiscales y jueces del régimen es satisfacer la venganza macrista asegurándole sonoridad mediática, lo que es natural resultado de la corrupción que infecta al que ya se podría llamar Poder Injusticial de la Nación. Y la segunda: que todo esto parece anticipar la muerte del acceso televisivo gratuito al deporte más popular de esta nación, que fue una de las mejores medidas tomadas por el kirchnerismo.
En todos los órdenes se advierten los sinsentidos que aplauden los contentos. No les importa que se deje sin trabajo a decenas de miles de trabajadores; ellos les gritan que son "ñoquis" y que "ahora van a tener que laburar". Y les parece bárbaro, ¿viste?, que en el Centro Cultural emblemático del kirchnerismo, donde se despidió a más de 600 personas ahora se llama a un circo mediático dizque concurso para contratar 20 técnicos. Y miran para otro lado frente al nepotismo serial de este gobierno, que ahora designa al ahijado de la ministra Patricia Bullrich en un alto puesto de la Anses.
Y por supuesto tampoco se alarman ante la próxima, casi segura prisión de Cristina Kirchner el 13 de abril. Con el antecedente de la absurda prisión de Milagro Sala, y el show del Sr. Jaime esta semana, es fácil imaginar la gruesa enjundia del juez Bonadio profesorando ante los canales amigos, lo cual será para los contentos como pasto verde para bestias.
Porque, y hay que reiterarlo, si acaso la familia Kirchner o los Sres. Báez, López, De Vido, Boudou o cualesquiera otros funcionarios hicieron indebidos negocios – acerca de los cuales esta columna viene reclamando transparencia por lo menos desde 2007 – lo que habría que hacer son investigaciones serias, probanzas claras si las hubiere, y entonces, velozmente, o condenas precisas o bien disculpas públicas. Que eso es lo que corresponde a la Constitución, la democracia y la paz de la república. Todo lo demás, como viene la mano y con la injusticia que padecemos, es basura.
Sumisos seguidores y creyentes de las heces del periodismo infame que se ha entronizado en esta república y este continente, los contentos más zonzos aceptan y comen sonrientes los mugrientos maníes que les tiran la tele, los operadores de redes a sueldo y algunos diarios masivos.
Frente a esas mal disimuladas perversiones, y a la vista de la ingenuidad (que no necesariamente inocencia) de muchos distraídos, a la ciudadanía sensible y atenta no le queda otra que embanderarse en la recuperación moral de esta nación. Sería una noble tarea, además, para desautorizar a los economistas gobernantes que medran con el sufrimiento del pueblo y a los medios corruptos que incendian sociedades. Esa bandera es, y debe ser, nuestra. Y para ello hay ser firmes, derechos y no traidores. No es un camino fácil, pero es digno, necesario y posible.
LOS SUPUESTOS LOGROS DE MACRI QUE YA
HABIA PRESENTADO CFK
Anuncios con hermanos mellizos
Desde inversiones e inauguraciones de obras hasta la ampliación de la cobertura educativa y la candidatura conjunta con Uruguay al Mundial de 2030 fueron lanzadas por Macri como triunfos de su gestión, cuando en realidad las había conseguido el gobierno anterior.
El presidente Mauricio Macri, durante su paso por Davos, en enero pasado.
Entre el 20 y el 22 de enero, durante su estadía en Davos, el presidente Mauricio Macri mantuvo reuniones de quince minutos con algunos de los CEO de las principales multinacionales del mundo, con la premisa de "traer inversiones al país". Tuvo fotos con Andrew Liveris, CEO de The Dow Chemical Company; Margarita Louis Dreyfus, presidenta de Louis Dreyfus Holding; Patrick Pouyanné, CEO de la petrolera Total; Sheryl Sandberg, CEO de Facebook; Yorihiko Kojima, presidente de Mitsubishi Corporation; Ben Van Beurden, CEO de la petrolera Royal Dutch Shell; Muhtar Kent, CEO de Coca-Cola; y Carlos Ghosn, CEO de Renault-Nissan. Pero no se llevó más que promesas y compromisos de palabra ante el nuevo clima de negocios que pretendía ofrecer el flamante gobierno. Los únicos dos anuncios concretos por parte de Presidencia fueron los mil millones de pesos asegurados por Coca-Cola y los 600 millones confirmados por Renault-Nissan, presentados como logros de gestión. Sin embargo, los 600 millones de Renault ya habían sido anunciados por la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner en abril de 2015, por cadena nacional.
Fue el primero, pero no el último anuncio de Macri que en realidad ya había sido anunciado por el gobierno anterior: le siguieron la repostulación en conjunto con Uruguay para organizar el Mundial de Fútbol de 2030 (CFK y José Mujica, entonces presidentes de ambos países, ya habían firmado un año atrás un convenio a tales fines); la inauguración hace pocos días – a cargo de la gobernadora María Eugenia Vidal y el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich – de la estación City Bell del Ferrocarril Roca, en proceso de electrificación, y la propuesta de universalizar la educación desde los tres años que realizó el Presidente al inaugurar el período de sesiones ordinarias del Congreso, ya contemplada por una ley de 2014.
Inversiones idénticas
Un comunicado de Presidencia del 21 de enero aseguraba que Macri destacaba la importancia del sector automotor, "fundamental para la generación de puestos de trabajo en la búsqueda de la meta de pobreza cero en la Argentina". Era el resultado de su encuentro con directivos de Renault, que volvía a prometer 600 millones de inversiones en el país, destinados a fabricar tres modelos de pick up en la planta cordobesa de Santa Isabel. Presidencia no reparó en que un anuncio idéntico había realizado CFK el último 7 de abril en una de sus conferencias desde Casa Rosada.
"Es una inversión tan importante que ha sido anunciada justamente por el CEO global en Estados Unidos, y significa, entre otras cosas, la generación de mil puestos de trabajo directos y otros miles indirectos en automotrices, proveedores, logística. Se transforma la vieja y querida fábrica de Santa Isabel en una de las más modernas plantas de todo el mundo", dijo la entonces presidenta.
Hace dos semanas, desde el Chaco y rodeado por cinco gobernadores de provincias del Norte, el Presidente incurrió en la misma actitud. Presentó el aporte de 6300 millones de dólares por parte del Banco Mundial para el financiamiento de la Asignación Universal por Hijo y obras de infraestructura para la región como otra conquista de cara el objetivo oficial, repetido como mantra, de "pobreza cero". Pero 5 mil de los 6300 millones ya habían sido acordados, igual que en el caso de las inversiones en el sector automotor, por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, detalle que Macri prefirió omitir.
Candidatura conjunta
"Hemos decidido comprometernos hoy a candidatearnos juntos para ser sede", anunció Macri desde Montevideo. A su lado asentía a su par uruguayo, Tabaré Vázquez. Ambos coincidieron en remarcar la cumbre presidencial como un relanzamiento de las relaciones bilaterales, para dejar atrás los "muchos problemas" surgidos "a lo largo de historia", con especial hincapié en el conflicto por la radicación de la papelera UPM (ex Botnia) a ambos márgenes de las aguas del río Uruguay.
"Estas cosas hay que empezar a planificarlas, a pelearlas, a plantearlas con anticipación" explicó Macri tras presentar la postulación en conjunto para el Mundial de 2030. Pero no hubo una sola mención al convenio firmado en agosto de 2011 por los ex presidentes Cristina Kirchner y José "Pepe" Mujica y presentado en el Salón de las Mujeres del Bicentenario de la Casa Rosada. De aquella reunión había surgido "la comisión binacional para promover la candidatura y organización conjunta del Mundial de Fútbol 2030", por lo que, en todo caso, se trataba de un relanzamiento y no de una novedad.
Macri y Vázquez omitieron, además, que el monitoreo conjunto de los ríos binacionales que resaltaron como un avance, también existía. El Comité Científico del Plan de Monitoreo de los ríos existe desde noviembre de 2010, producto de un acuerdo entre ambos países en el marco de la disputa por el daño ambiental de la pastera.
Trabajo en equipo
"Estamos demostrando que se puede, con un trabajo en equipo entre Nación, Provincia y Municipio". Así presentó María Eugenia Vidal, de la mano del ministro de Trasporte, Guillermo Dietrich, el paso a nivel de la estación City Bell, parte de las obras de la electrificación del Ferrocarril Roca, que cuenta con financiamiento del BID en marcha desde la gestión anterior. "Todo el equipo trabajó para dar respuestas concretas" se entusiasmó la gobernadora, que no hizo referencia alguna a que la ex presidenta había realizado la misma inauguración pocos días antes de dejar la Rosada. "Ojalá se continúe con todas las inversiones para que los argentinos tengan más y mejor nivel de vida", dijo entonces CFK. Desde City Bell, Vidal admitió que las obras "se habían comenzado", pero acotó que "estaban estancadas o mal planificadas. Ahora las retomamos, se terminarán y se van a empezar otras nuevas".
La ley preexistente
En el tramo de su discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, el Presidente prometió: "Los primeros años de vida son clave para el desarrollo. Por eso vamos a presentar un proyecto de ley de universalidad de la educación de nivel inicial a partir de los tres años". Rápido de reflejos, el ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández tuiteó: "Avísenle al presidente que eso ya es ley". En efecto, Macri no estaba enterado de que la Ley 27.045, promulgada en diciembre de 2014, modifica el artículo 19 de la Ley de Educación Nacional que establecía la universalidad a partir de los cuatro años. La norma explicita: "El Estado nacional, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tienen la obligación de universalizar los servicios educativos para los/as niños/as de tres años de edad, priorizando la atención educativa de los sectores menos favorecidos de la población". Otra omisión de la pesada herencia.
OPINION
Un cerco de buitres
Por Eduardo Aliverti
Dos grandes hechos que se llevaron y aún mantienen el interés de la prensa, aunque con diferente penetración popular. Y uno que pasó sin mayor pena ni gloria pero que, tal vez, en su significado tiene importancia mayor porque hasta puede servir para ilustrar a los anteriores. De eso se trataron estos días. De eso y de la renovada ola de despidos estatales, en medio del muro de silencio periodístico que permanece aunque, ya, con algunas muestras de esa palabra que inventó un vocero macrista y que tanto les gusta usar como demostración de lo que debería superarse: grieta.
La semana pasada arrancó con la triste o indignante votación del Senado que, por amplísima mayoría, supo ratificar el acatamiento ante los fondos buitre. Fue tal la conciencia culposa de quienes votaron a favor, con los peronistas ex kirchneristas a la cabeza, que la lista de oradores (52) pareció inagotable, al solo efecto de aparecer como republicanos atribulados por una encrucijada sin salida. Como expresión máxima de esa pusilanimidad que sólo podía derivar en la sanata de sus discursos, sobresalió el jefe de bloque, Miguel Angel Pichetto, perdedor por paliza en la última elección rionegrina. Se animó a decir – con un desparpajo sí para la historia – que por fin podía expresarse y votar con entera libertad de conciencia. Su confesión de parte lo releva de la prueba; pero, sobre todo, muestra cuál es el grado de seguridad ideológica que podía esperarse de quienes usaron al kirchnerismo como puente transitorio, apenas, hacia lo que los tiempos políticos determinaran. En la instancia, volver a girar a la derecha sin ningún problema. Es desde ya atendible que un parlamentario, y más a cargo de una jefatura de bloque, deba o haya debido obediencia partidaria. O de liderazgo circunstancial. Pero eso es cosa bien distinta que pegar semejante volantazo en las convicciones supuestamente más profundas y, encima, agregar que Kirchner hubiera votado a favor del acuerdo con la usura internacional. Como si el tema no fuera que, con Kirchner, con el Kirchner hacia izquierda de cuando ejerció el poder del país, jamás se habría llegado a presentar imprescindible una agachada que significa reiniciar el ciclo de endeudamiento externo. Es contrafáctico, por cierto, pero, ¿alguien se anima a desmentirlo?
El Senado dio 54 a 16. Aplastante. En el número y en las conciencias de quienes, como si fuera poco, argumentaron que el asunto con los buitres había que resolverlo de una vez por todas en lugar de aceptar que, sólo, se trató de ponerle una vela a cada santo para que la rendición allegue inversiones capaces de que las provincias reciban fondos. Omitieron que, salvo en función del discurso gurka de los economistas liberales, no hacen falta dólares para emitir pesos. Pregonan el federalismo y prefieren olvidarse de que el país es monetariamente soberano. Ese analista enorme que es Claudio Scaletta volvió a describirlo en forma muy sencilla, en el Cash del domingo pasado. "Es fundamental formularse dos preguntas que, en realidad, son dos caras de la misma: para qué necesita dólares la economía y para qué no los necesita. Los países necesitan moneda extranjera para cuatro fines principales: solventar importaciones, pagar deuda externa, remitir utilidades al exterior y formar ahorros en divisas. Todo el resto de los gastos de la economía se realizan en pesos (...) ¿Podrían los dólares (que lleguen por el acuerdo con los buitres) financiar el déficit fiscal (que tanto dice el Gobierno que lo obsesiona)? La respuesta es no, porque los gastos que provoca el déficit fiscal son en pesos (...) Los gastos corrientes como el pago a los agentes, desde maestros a policías y funcionarios, o el mantenimiento de la infraestructura, son en pesos". Un país puede necesitar endeudarse afuera porque buena parte de la oferta de bienes y servicios que demanda su economía, como recuerda Scaletta, posee componentes importados o son, directamente, productos del exterior. Entonces, si la economía crece, aumenta la demanda de esos productos y en consecuencia se incrementará el consumo de autos, motos, electrodomésticos y energía, que son todos productos con componentes importados. "Si los dólares para adquirir esos productos no están, entonces la economía simplemente se frena." Eso se llama Restricción Externa y "resulta legítimo tomar deuda en divisas", usándolas para "financiar un plan de desarrollo que sustituya importaciones y/o aumente exportaciones". Pero si no es para eso se patea el problema para adelante "o, peor, bajará el techo acelerando la reaparición de la RE", porque además de no haber promovido un cambio en la estructura productiva se habrá tomado el endeudamiento en dólares que agrava el problema. Y eso es justamente lo que promueve la Alianza Cambiemos: volver a endeudarse para que, en el mejor/peor de los casos, llegaran inversiones que tampoco cambiarán la estructura productiva. Ya se vio y sufrió gravemente esta película, con la dictadura y con Menem. Pero pareciera evidente que no termina de aprenderse. Y si eso atañe a un grueso de la sociedad que persiste en comprar espejitos de colores, más lo hace con gobernadores y representantes legislativos que conforman una clase política penosa, sin cuadros siquiera técnicos, que acaba de abonar el terreno para volver a chocar contra la misma piedra a cambio de una invisible provisión de fondos a sus provincias que es en pesos, no en dólares. Más luego y si ese derrame de pesos provoca inflación, como también recitan los extremistas de mercado, lo que queda en evidencia es que no tienen control sobre los formadores de precios, que frente al mantenimiento o aumento de la demanda sólo militan en remarcar.
Para contribuir a la solución del déficit fiscal, el gobierno macrista anunció un tarifazo bestial del que, a esta altura, huelgan mayores comentarios descriptivos. Cabe recordar, sí, que es este mismo gobierno quien agrandó el agujero del fisco al eliminar retenciones en forma generalizada. No hay misterios. Lo que ya no pagan los grandes grupos es compensado por el bolsillo popular. Si es que se votó a Cambiemos, consolarse con que no es lo que Mauricio anunció en campaña tienta a una respuesta de mala gana pero se debe ser más caritativo. ¿Qué podía esperarse de un gobierno de derechas que representaría, y vaya si lo hace, a lo más granado de las corporaciones económicas? Alcanza con quedarse ahí, sin entrarle a la lista de amigos, familiares y socios del poder (del auténtico, el de la ingeniería financiera, el de los jugadores en serio y no los Jaime o los Báez) que vienen entronizándose en el Estado, de modo directo. Hasta Carrió, más allá de su compulsión por destruir cuanto construye o ayuda a edificar, sale indignada a denunciar a los operadores macristas en la Justicia. Y a preguntar a quién se le ocurre largar un ajuste tarifario descomunal en simultáneo con una inflación casi igual de bruta. A Carrió la empardan las generales de ley en cuanto a haber creído, si es que lo hizo con honestidad intelectual, en los méritos republicanos y socialmente justicieros de un gobierno encabezado por Macri. Ese Gobierno que únicamente ajusta el bolsillo de los laburantes y que todavía tira, bastante bien, en las percepciones favorables de amplias franjas de clase media. Sectores a los que – como dijo el vocero macrista fraseológicamente más descarnado, obrante como ministro de Hacienda y Finanzas y primer fusible cuando las papas quemen – podrá parecerles por ahora que el tarifazo en luz, gas, transporte, no es más que el precio de una pizza. Es otra concepción propia de quienes, con suerte, saben manejar números de escritorio que son únicamente eso, números, y no gente. El golpe del tarifazo es tremendo para el segmento inferior de la pirámide, y en el del medio se comenzará a sentir por dos vías: a corto plazo en el ingreso real que las paritarias no compensarán; y a corto/mediano en una economía recesiva, debido un mercado interno deprimido que no articulará cadena de felicidad alguna porque incidirá en la actividad comercial e industrial. La respuesta a ese horizonte no tiene plan económico, excepto la recesión, que no sea estrictamente política. Tribunales, que Cristina o aledaños reales o inventados vayan presos, malla de protección mediática; el astillamiento de los peronistas en tres, cuatro o más fracciones; fantasías de eso que llaman integración al mundo aun al costo de revisar acuerdos con los chinos (un costo que podría frenar el reacomodamiento en política exterior más equitativo, logrado desde 2003, a cambio de nuevas promesas vanas del amor carnal con Washington).
A todo esto, la noticia número tres, la del último orejón del tarro, fue que – oficial: lo dijo Jorge Todesca, titular del Indec – la economía creció nada menos que un 2,1 por ciento en 2015. El "nada menos" y la propia sonoridad de la cifra pueden resultar tan exagerados como paupérrimos, respectivamente. Pero basta pegarse una vuelta por cómo le fue al mundo, y a países de la región en particular, para comprobar que el crecimiento argentino fue excepcional. La gente de Cambiemos se desgañitó advirtiendo que nuestra economía no aumentaba desde hacía cuatro años, y ahora deben admitir que a "la pesada herencia" hay que sacarle el adjetivo.
Es herencia a secas, no de las peores, no van ni cuatro meses desde que asumieron, el tarifazo blanqueó las intenciones, los gremialistas amigos muestran los dientes. ¿Cuánto les durará depender de los amigos mediáticos, de que el revanchismo judicial dé resultados y de que el peronismo siga fragmentado? La contestación está entre las reconfiguraciones de liderazgo auténtico, no de tribus, y la capacidad de respuesta popular.
JUAN MANUEL ABAL MEDINA, SENADOR DEL
FpV
"Vamos a estar unidos para defender los derechos sociales"
Después de la aprobación del acuerdo con los holdouts, Abal Medina advierte que la ruptura definitiva del bloque del FpV hubiera sido "un doble éxito de Macri" y asegura que la bancada va a enfrentar las políticas de ajuste del Gobierno.
Por Miguel Jorquera
Juan Manuel Abal Medida fue uno de los 16 senadores del Frente para la Victoria (FpV-PJ) que votó en contra del acuerdo que el gobierno de Mauricio Macri pactó con los fondos buitre, mientras la mayoría de sus compañeros de bancada lo hicieron a favor. Sin embargo, advierte que la ruptura definitiva del bloque hubiera sido "un doble éxito de Macri", prefiere "no adjetivar" sobre las diferencias y sostiene que el espacio político que gobernó doce años la Argentina todavía debe procesar la derrota electoral que los marginó del gobierno nacional y de las principales provincias del país. "Hicimos todo para perder y al final la militancia casi nos caga", repite a modo de autocrítica la frase que acuñó el diputado chaqueño Juan Pedrini. Aunque reconoce las diferencias internas sobre los candidatos a ocupar las vacantes en la Corte Suprema de Justicia – donde el FpV votaría dividido – dice no tener dudas de que los senadores del FpV se volverán a mostrar unidos contra el recorte de los derechos sociales y gremiales que proyecta el oficialismo.
–No hubo fractura pero la votación divida en el bloque de senadores del FpV dejó una fisura no fácil de cerrar. ¿Se va a mantener unida la bancada?
–Estoy seguro de que sí, nuestro bloque es el mayoritario y mantener la unidad de este bloque es una de las cuestiones más importantes que tenemos que hacer para no hacerle un favor a Macri.
–A pesar de las declamaciones a favor de la unidad que se hacen desde uno y otro lado, quedó una herida significativa...
–Creo que no. Me parece que se lo manejó bastante bien entre todos, fuimos muy cuidadosos partiendo de la base de la discusión y las charlas informales que tuvimos, aceptábamos que era muy difícil, imposible, que quienes habían tomado la posición de apoyar el acuerdo con los holdouts cambiasen por nuestra postura, y a la inversa. Se procesó, tanto en las reuniones de comisión y del bloque, de una forma bastante inteligente.
–Quienes votaron en contra cuestionan que el endeudamiento externo no es un tema menor, sino de fondo para el FpV.
–Es una cuestión de fondo. Estoy muy convencido de los argumentos que tuve para rechazar este proyecto – nada menos que Joseph Stiglitz en un artículo publicado en el New York Times va en la misma línea – pero quienes votaron a favor piensan que están en lo correcto, con sus sustentos y motivos. Todos compartíamos que era importante salir de esta situación y culminar lo que habían empezado Néstor y Cristina (Kirchner) con la reestructuración de la deuda. También hubo una mirada casi extorsiva de este Gobierno, que admitió no tener un plan B, con lo cual rechazarlo para muchos era un daño más grave para la Argentina y para la gente.
–Quienes inclinaron la balanza fueron los gobernadores peronistas que se mostraron a favor del acuerdo y del endeudamiento. ¿Lo comparte?
–No lo comparto, pero lo entiendo.
–Sectores del FpV mostraron su desacuerdo con el jefe del bloque, Miguel Pichetto, y otros senadores, y los acusaron de "traidores". ¿Entiende los cuestionamientos?
–Lo vengo diciendo hace tiempo, cuando estamos en una situación como la que atravesamos nosotros no estamos para pelearnos cada vez más y ser menos, sino que tenemos que estar trabajando todo el tiempo e intentando ser más. Si Macri tuvo el éxito de aprobar esta ley y se partía nuestro bloque, iba a ser un doble éxito para el Gobierno.
–Ahora enfrentan otra prueba, intentar votar unidos ante los pliegos de los jueces que el Gobierno propuso para la Corte Suprema. También en este tema hay opiniones muy divididas.
–Lo más importante que logró este bloque unido es que precisamente las designaciones de Macri por decreto nunca iban a tener el acuerdo del Senado. Y eso evitó que hoy ocupen la Corte por el dedo de Macri. Va a haber muchas decisiones que tomar y ésta no es la única.
–La postura frente al pago a los fondos buitre no solo dividió a los senadores del FpV, sino también a diputados y senadores del mismo espacio. ¿Esto también se puede saldar?
–Muchas de estas cuestiones van a ser complejas si queremos quedar dentro de este espacio. Como dijo Cristina a todos los legisladores antes de terminar su mandato, es un momento de mucha horizontalidad, de escuchar las posiciones, ser comprensivos y no renunciar obviamente a los principios y convicciones que tenemos.
–Tampoco va a ser la misma responsabilidad, entre los que votaron a favor y en contra, si se confirman los temores y el acuerdo abre una catarata de juicios de los bonistas que aceptaron los canjes.
–Creo que el acuerdo les abre las puertas a los peores fantasmas de nuestro pasado, ya sea por la catarata de juicios o porque el Gobierno inicie por su cuenta un nuevo ciclo de sobreendeudamiento, que tantas veces hizo daño a la Argentina. Vamos a trabajar para que no ocurra y a intentar sacar una ley que fortalezca las capacidades que tiene el Congreso para aprobar los endeudamientos, las jurisdicciones de ese endeudamiento. Obviamente esto fue una derrota, pero la pelea continúa.
–¿La definición de una nueva conducción en el PJ puede ayudar a saldar estas diferencias?
–No. Obviamente una conducción en el PJ va a ayudar y va a ser un espacio importante para todos nosotros, pero tampoco es una solución mágica. Más allá de la situación dramática por lo que están viviendo millones de argentinos, donde en todos estos días una y otra vez las políticas de este Gobierno han ido siempre en la dirección de favorecer a los que más tienen y perjudicar a los que menos tienen en la Argentina, la situación del bloque también es entendible, venimos de una derrota muy fuerte. Aunque perdimos una elección por muy poco, si bien las elecciones se ganan y se pierden por un voto, nos dejó en una situación muy compleja. Nuestro espacio político, el FpV, no solo perdió la Nación sino que por primera vez desde el año '87 no tiene la provincia de Buenos Aires, y tampoco tenemos ninguna de las siguientes provincias más grandes de la Argentina. De una derrota de esa naturaleza hace falta aprender, reconocer errores, que nos equivocamos y hacerlo con un ánimo constructivo. No buscar chivos expiatorios, no echarle la culpa al otro. Dicen que la derrota no tiene padres, pero acá somos todos responsables. Hay una frase muy ilustrativa sobre esa situación, que no es mía sino del compañero Pedrini: "Hicimos todo para perder y al final la militancia casi nos caga".
–Esa militancia y una porción importante de la sociedad les demanda a ustedes actitudes más firmes frente a una situación muy compleja que golpea a los sectores más desfavorecidos de la sociedad.
–Sin tener ninguna de las provincias más importantes del país, nuestra capacidad de acción quedó bastante licuada, mucho más de los que esperábamos. He reconocido públicamente que hemos subestimado a Macri y en el caso de mi provincia de Buenos Aires nadie creía que la podíamos perder.
–Afirmó que la reorganización del PJ ayuda pero no es el único factor para revitalizar al FpV. ¿Cuáles serían los otros factores?
–Hace falta que todos nosotros tengamos una actitud de mucha humildad, inteligencia y comprensión. Si realmente queremos frenar las políticas de exclusión y ajuste permanente que estamos viviendo sobre los que menos tienen, que todos los días tienen un capítulo nuevo casi como un recuerdo de la década del 90, y todavía más insensible en muchos sentidos, hace falta reconstruir la mayoría política y social que hasta hace poco teníamos en la Argentina. Es un momento para sumar, no para restar, no para estar peleándonos duramente hacia adentro... Eso lo único que hace es ayudar al Gobierno que, con una oposición dividida, tiene las cosas mucho más fáciles.
–¿Qué opina entonces de quienes partieron el bloque de diputados del FpV?
–Me parece que tendrían que haber seguido discutiendo adentro. Hay que cuidar la unidad, discutir internamente, fuertemente, aceptar la mirada de los otros y esto no significa resignar convicciones. En esto de los fondos buitre yo discutí adentro, pero tampoco hubiera aceptado votar a favor.
–¿Algunos han perdido las convicciones?
–No es el momento para andar adjetivando. Hay que privilegiar la unidad del espacio porque es la única forma que podemos impedir que la peores políticas avancen y ser coherentes con el 49 por ciento que confió en nosotros. Y, sobre todo, para cuidar las conquistas de estos doce años.
–¿La reorganización del PJ debe ser a través de una lista de unidad?
–Sí. Es un momento muy complejo en lo social y económico como para que la sociedad y especialmente nuestra gente, los humildes y trabajadores argentinos, que nos ven poco activos en la defensas de las conquistas, nos vean encima ocupados por los cargos partidarios.
–¿Qué opina entonces del lanzamiento de la fórmula de Gildo Insfrán y Guillermo Moreno para conducir el PJ?
–No la conozco, puede ser un posicionamiento interno en busca de espacios. Reitero, en un contexto donde la gente sufre todos los días la disminución de un derecho o un aumento de precios, vernos en una discusión interna partidaria me parece que sería un delirio.
–Existen enunciados de políticas del Gobierno que deberán pasar por el Congreso...
–Se habla de modificar la edad jubilatoria, incluso de modificar el sistema de reparto, así como de volver a privatizar una parte. Se habla mucho del costo laboral argentino, esto termina trayendo los fantasmas de la flexibilización laboral. En cada área, cuando uno escucha un poquito, lo que uno ve es menos y no más derechos.
–La resistencia a estas políticas ¿puede reunificar al bloque de senadores del FpV?
–Sí, sin dudas. Estoy convencido de que, ante todos los intentos que tengan que ver con recortar derechos sociales, laborales, vamos a estar unidos para defender esos derechos. El miércoles, vamos a recibir en el Senado a todas las centrales sindicales que reclaman terminar con los despidos y otros reclamos gremiales. Ahí va a estar todo nuestro bloque para defender estas posturas.
OPINION
Biblioteca, libertad y tragedia
Por Horacio González *
Carta a los directores de bibliotecas nacionales de Ibero y Latinoamérica y del Caribe.
Les escribo ya alejado, por mi justificada renuncia, desde que asumió el nuevo gobierno, de las tareas que cumplí durante más de diez años como director de la Biblioteca Nacional argentina. Son reflexiones breves y para mí, aleccionadoras; las escribo pensando que no son innecesarias para el destino de nuestras bibliotecas. En primer lugar, un proyecto de biblioteca nacional implica tener una concepción amplia del Estado que escape de la estrechez eficientista al que lo condena al reducir personal, acusar a los instrumentos de acción pública de intervenir en lo que supuestamente debe estar bajo el dominio del mercado, darles zona liberada a los "emprendedores" privados o imaginar mecenazgos y acciones culturales forjadas por un cuño uniformador de la llamada "globalización". Ahora, esta concepción del Estado, autodestructiva del Estado mismo, resultó triunfante, y organizó en la Argentina una campaña de desprestigio moral contra sus trabajadores – llamándolos grasa sobrante – que no tiene antecedentes en el país.
Sobre esas leyendas que surgen del mundo gerencial que no vacila en dictaminar sobre las heterogéneas orientaciones culturales de nuestros países, con sus criterios productivistas (pertenecientes a una mera transposición del capitalismo salvaje al antiguo reino de los libros) se está destruyendo meticulosamente a la Biblioteca Nacional, cercada por policías y desde luego, mereciendo el repudio unánime, comprobado en numerosas declaraciones y solicitadas, de intelectuales, artistas, escritores, ensayistas, investigadores y lectores de las más variadas convicciones personales. Lo más grave, en lo inmediato, es el despido de una cuarta parte de sus trabajadores, con el argumento de que había aumentado dos veces y media su número durante la última gestión. La respuesta siempre es posterior y tardía, pero inevitablemente cierta: los servicios, tecnologías, actividades, publicaciones, técnicas de restauración de libros y obras planas, producción de imágenes, busca y acondicionamiento de archivos, competencias y extensiones de todo tipo de acción bibliotecaria, aumentaron por lo menos diez veces más. De una biblioteca mortecina y enredada en dilemas internos, junto a un numeroso grupo de colaboradores levantamos una Biblioteca activa, como quien reanima un cuerpo exánime. El personal nuevo que entró, sumado a la planta anterior, adquiría saberes y experiencias, si es que no los tenía. La Biblioteca era un cuerpo técnico, cultural y pedagógico, la metáfora viva de una ciudad cultural, una ruidosa metrópolis con sus problemas y sus discusiones apasionadas.
Varias escuelas funcionaban en su interior: de bibliotecarios, de encuadernadores, diversos talleres para la comunidad, posgrado de bibliotecología, estudios secundarios para quienes no los terminaron, y en general, reinaba un clima de aprendizaje y adquisición de oficios, a pesar de que debíamos ya entrar en una etapa de reforma de los planes de estudios y las modalidades de enseñanza, sobre todo bibliotecológicas, para producir un deseado equilibrio entre las tradiciones técnicas y las humanísticas. Nunca disciplinamos en torno a estos temas con medidas exteriores a la conciencia de los trabajadores, sino que intentamos crear responsabilidades colectivas. Aumentamos horarios de atención al público hasta la medianoche y redujimos las horas de trabajo, con concepciones laborales superadoras de los modelos fabriles del siglo XIX, marchando hacia una nueva responsabilidad productiva inmaterial. Culturalmente, exigimos variedad, alto nivel, crítica constante e investigación compleja. En cuanto a la tecnología, tratamos de sumarnos al horizonte de novedades en curso, sin conceder a las formas más superficiales de la globalización y del "tecnologismo" sin raíces culturales y con nulos respaldos espistemológicos. Construimos nuevos edificios, para dedicarlos a problematizar la cuestión de la lengua, en cuyo seno viven las bibliotecas, y pusimos a la BN detrás de los trenes –como vagón final–, que recorren el país con los más variados motivos de estímulo cultural y solidaridad social. Su página web era de las más activas dentro de las instituciones públicas nacionales. Tratamos de anudar las culturas populares con los testimonios más elevados y ciertos del secreto último y desconocido de las culturas. Reanudamos la relación con Abinia con un sentido latinoamericanista, tratando también de contribuir a que se despegue de su estilo burocratizante, redactamos la ley de biblioteca nacional argentina con media sanción en Diputados, que actualiza aspectos importantes del funcionamiento de estas viejas instituciones, detenida hoy irresponsablemente en el Senado. La editorial que fundamos renovó la concepción del libro público de rescate en todo el país, la biblioteca digital está pensada desde criterios despojados de una masividad caótica y sin rumbo. Nuevos papeles de la memoria nacional, además de los existentes, nos fueron confiados o adquiridos como lingotes escritos que validan o respaldan el halo simbólico de una institución.
Hablamos un lenguaje vinculado a la crítica intelectual y a los intereses laborales, entendiéndolos como un aprendizaje permanente afines a la creación de un campo de afectos solidarios de producción simbólica. Pensamos la política más allá y más acá de los gobiernos. Es decir, no nos era indiferente la existencia de un gobierno progresista, ni éramos la reproducción a nivel bibliotecario de ese ni de ningún otro gobierno, pues concebíamos una biblioteca como un ámbito de libertades clásicas y modernas, es decir, libertades obviamente preexistentes que súbitamente se juntan a las libertades que cualquier grupo humano o cualquier persona descubre como parte de su expansión individual o colectiva. Todas estas realidades, recibieron el acompañamiento de miles de personas vinculadas al mundo cultural, en nuestro país y en el exterior. Pero fue respondido por el nuevo gobierno con lo peor de un repertorio de medidas disciplinadoras, groseras, agresivas y en inhumanas. ¿Quiénes son los que las ejecutan? ¿En nombre de qué hablan? No lo sabemos, excepto que ya se conoce ampliamente su capacidad destructiva y su desprecio por la esfera pública activa.
Salieron tales medidas despectivas y devastadoras del gabinete de dos nuevos ministerios, el de Cultura y el de Modernización (conjugan ambos nombres un nuevo tipo de cultura moderna, la del telegrama del moderno despido, y por qué no, la de la arcaica persecución política), pero salieron también, de la Subdirección de nuestro establecimiento, instancia que paradójicamente nos acompañó durante buena parte de estos años, pero que ahora reveló, finalmente, para preocupación del gremio de bibliotecarios, lo que nunca en estos años se animó a expresar en público; que solo concordaba con su cerrada preferencia por abstracciones tecnológicas emanada de corporaciones comerciales, pero podía luego prestarse a hacer o a avalar listas de exclusiones en una Biblioteca ya sin proyecto, presa de las empresas mundiales que industrializan la catalogación en un único, macizo y proliferante "banco de datos" que hace del bibliotecario un símil de un agente bursátil bajo las figuras del data entry o del "buscador en la red". Sin desdeñar nada, solo eso no es un bibliotecario, olvidando que su papel es el de interrogar la cultura más que el de contribuir a una información serial. La reducción de las bibliotecas y los bibliotecarios a oficinistas de escribanías de documentación será el resultado de todo este desquicio que trae el mesianismo neoliberal.
Pero las justificaciones que tienen para producir el desastre, o son infundadas, o son exageraciones o interpretaciones aviesas de decisiones que, desde luego, hubieran podido ser mejores si se hubieran evidenciado esas críticas, solo que ahora que aparecen, suelen no evitar las arbitrarias justificaciones de las nuevas derechas e incluso de sus mensajes anónimos, inspirados en los peores estigmas que se pueden dirigir a los trabajadores. Para luego, con falsa magnanimidad de señores feudales, reincorporar a algunos elegidos. Son las viejas recetas de las oligarquías políticas y profesionales. Pues bien, cumplo con el deber de enviarles esta comunicación –con la que sin duda pueden concordar en un todo, parcialmente o nada–, pero no quería privarme de señalar uno de los modos más dramáticos en que las bibliotecas nacionales entran a la discusión pública. Menos por sus esforzadas realidades y realizaciones, que, lamentablemente, por los intentos groseros de convertirlas en entes resignados y en pequeños emporios de algún prestigio personal aleatorio, en nombre de lo cual tenemos curiosas situaciones en que se destaca el nuevo director designado para nuestra casa. Como Polonio detrás de los cortinados, no se hace presente más que con misteriosas y contradictorias órdenes y jergas a la distancia, no exentas de directísimos intereses personales.
Sin embargo, él parece que es puro espíritu, el Ulises que no supimos reconocer por su antigua cicatriz de Don Juan de las Bibliotecas, y por eso, el vasto mundo lo reclama para sus "delicatessen" literarias, que si me permito juzgarlas solo por no saber sofocar, como debería, una imprudencia que nace del corazón, son sin duda culturalmente interesantes pero no logran evitar en todo momento que hablan un idioma desvitalizado y fetichista, sometido a una gracia profesional, apenas superficial. Cuando se digne asumir su cargo, luego de agotada su agenda de simposios y curadorías globalizadas, podrá ser momento de preguntarle si sus compromisos, tan comprensibles como sean, le impedían hacerse cargo de la institución que ahora dirige, sin avizorar aún a Itaca, para decir simplemente si concordaba o no con tan crueles desmantelamientos. O, si se hará presente como en su preferido Shakespeare, según las frases finales de Fortimbrás, solo para retirar de escena y de su vista a las molestas víctimas. Los entes gubernativos y oficiales que he mencionado pueden estar contentos de su tragedia isabelina: han arruinado a una institución en plena reconstrucción, la han desplomado.
* Sociólogo, ex director de la Biblioteca Nacional.
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