marzo de 2015
'Dilemas y Encrucijadas'
por EMIR SADER
Igualdad, (1) el cientista político brasileño analiza los dilemas y
encrucijadasque enfrentan los países de la región, prestando
especial atención a la ideología consumista del modo de vida
norteamericano y el rol de los capitales especulativos, así como
a la necesidad de democratizar los medios de comunicación y
avanzar en el proceso de integración regional.
Los dilemas y encrucijadas de Brasil no son distintos de los otros. Atacan al gobierno de Brasil
por las mismas buenas razones que atacan al gobierno de Argentina, al gobierno de Venezuela,
al gobierno de Ecuador.
Por buenas razones: porque hemos roto con el modelo neoliberal. No atacan al gobierno de
México, no atacan al gobierno de Perú, porque son gobiernos que se han mantenido en el marco
de ese modelo. Nosotros podemos estar orgullosos de nuestra querida América Latina en este
siglo XXI porque algunos de nuestros países, aun en un marco de crisis internacional del
capitalismo y de hegemonía imperial norteamericana, han disminuido la desigualdad, la miseria y
la pobreza. Hemos construido unproceso de integración regional como no hay en ninguna otra
parte del mundo. Podemos estar orgullosos de todo lo que hemos hecho.
Por eso nos atacan.
Al contrario de nuestro querido México: México se casó con Estados Unidos creyendo que se
casaba con una viuda rica, pero se casó con una viuda quebrada, uno de los epicentros de
recesión internacional, el país con mayor grado de consumo de drogas en el mundo por todas las
razones que sabemos. "El modo de vida norteamericano".
Brasil, Uruguay, Argentina, Venezuela, Ecuador y Bolivia han escogido otro camino. En lugar de
la centralidad del ajuste fiscal, hemos elegido la centralidad de las políticas sociales. ¿Qué mejor
política podría haber para el continente más desigual del mundo? Promover los derechos de los
más postergados, de los más frágiles, de esos que más han sufrido la dictadura militar en los
gobiernos neoliberales. Si tenemos apoyos extraordinarios luego de diez, quince años, es porque
tenemos el pueblo con nosotros. Y tenemos el reconocimiento y el voto popular porque hemos
promovido el derecho de gente que era excluida por el modelo neoliberal. Para el neoliberalismo
basta un tercio de nuestros países. Si hubiera una enfermedad brutal que llevara a la muerte a
dos tercios de la población, ahí viene el capitalismo neoliberal. Porque hay una masa de gente
que no son consumidores de sus shopping centers, que no son mano de obra altamente
calificada para sus industrias. Lo que nosotros hemos hecho es incorporar a toda la población de
Ecuador, de Bolivia, de Venezuela, de Uruguay, de Brasil y Argentina a nuestros gobiernos, a
nuestros presupuestos, a nuestras luchas políticas. Y eso es insoportable. Por eso hemos
ganado una, dos, tres elecciones y seguiremos ganando. Por eso, el temor era que gente de
"otro tipo", como Evo Morales o como Lula, no lograra siquiera gobernar. Hoy tienen miedo, como
dice Evo, de que no se vayan nunca más. Tienen pánico. Ahí está la desesperación de la
derecha brasileña, porque miran el horizonte y ven a Lula en 2018. Entonces claro que están
asustados. No basta perder una vez, dos veces, tres, cuatro veces, con su más querido cuadro,
el dirigente del PSOE, Pedro Sánchez, vino a América Latina a buscar alternativas para renovar
su imagen, para no copiar la vieja imagen de Felipe González, ¿con quién se entrevistó?
¿Con Fernando Henrique Cardoso? No. Se entrevistó con Lula.
Porque sabe que ese hombre representa la lucha contra el hambre, la recuperación del
desarrollo económico en la distribución de la renta.
América Latina hizo avances fundamentales: prioridad de las políticas sociales y no del ajuste
fiscal. Prioridad de los procesos de integración regional, intercambio sur-sur, y no tratados de
libre comercio con Estados Unidos. Ahí está México. Ahí, los veinte años de balance del
NAFTA. ¿Qué es lo que trajo a México? Más miseria, más desigualdad, más tráfico de drogas.
Nosotros hemos optado por la no centralidad del mercado. Hemos rescatado el Estado como
agente activo de desarrollo económico y de garantía de derechos sociales. Por eso tenemos hoy
una capacidad de resistencia a la crisis internacional. El capitalismo vive en su centro la más
prolongada y profunda crisis desde el 29. En otras circunstancias, hubiéramos entrado en
recesión profunda y prolongada como ellos. Qué cuadro triste ver a Europa, que había
construido el generoso marco del estado de bienestar social, destruirlo y de la manera más
cruel. Castigando a los más frágiles, a los sidosos, a los inmigrantes, a los niños, a las mujeres.
Mientras tanto, nosotros tenemos que resistir a la crisis. No hemos entrado en recesión.
Bajamos, sí, nuestro nivel de crecimiento, porque nos falta la demanda del centro del
capitalismo.
Nosotros tenemos otro tipo de demanda. Tenemos la demanda de Asia, tenemos el intercambio
intenso de nuestros países por los procesos de integración regional. Y, mucho más importante,
tenemos la demanda de las capas populares que, con distribución de renta, han ganado
capacidad de consumo. Porque, como dice Lula, el pobre no es el problema, el pobre es la
solución: distribuye renta. El pobre no va a depositar su plata en el HSBC, en Suiza. A la derecha
le encanta denunciar supuestos casos de corrupción vinculados al Estado. Ese, como es un caso
de ellos, de corrupción privada mucho más grande, la esconden, no les interesa.
En cambio, el pobre con plata en mano va a consumir, genera demanda económica, paga
impuestos, genera empleo. Nosotros aprendimos con la Europa keynesiana y neokeynesiana
el bienestar social y lo aplicamos hoy acá. No es la austeridad la que lleva a retomar el
crecimiento económico. Si lo fuera, Alemania habría comandado la recuperación del crecimiento
económico de Europa, y no es lo que pasa. Lo que pasa con Grecia es, simplemente, algo
multiplicado de lo que pasa con todas las políticas de austeridad: paga cada vez más su deuda y
debe cada vez más. Esa es la política neoliberal que fracasó acá, pero que dejó herencias
duras.
Nosotros pagamos un precio sobre ella, y de ahí los dilemas actuales que tenemos. Ellos
han fracasado con el modelo económico y social. Y por eso nosotros triunfado desde la primera
victoria de Hugo Chávez hasta las victorias últimas y las futuras que seguiremos teniendo. Pero
tenemos una economía primarizada. Hubo desindustrialización de nuestras economías, apertura
a la predatoria competencia internacional. Hubo, además, fragmentación de la sociedad: la
mayor parte de la gente dejó de tener contratos de trabajo. Hubo desarticulación de la capacidad
de acción del Estado. Y la herencia más pesada fue una ideología consumista del modo de vida
norteamericano. Eso es lo que ellos proponen para nosotros, una utopía para algunos: la utopía
del shopping center. La utopía de las marcas de consumo del estilo norteamericano a escala
mundial. Eso es lo que proponen a nuestra juventud. Ese es el tipo de vida que sólo vale para
algunos. En el shopping center nadie tendría prohibida la entrada. Pero, por algún milagroso
control, sólo entran los consumidores. No hay pobres. Siempre menciono que una vez, en un
shopping center famoso del sur de Río de Janeiro, había un niñito negro. Inmediatamente los de
seguridad se abalanzaron sobre él: "¿Qué hace un niñito negro por aquí?". Y la niñera dijo: "No,
no, cuidado. Es hijo adoptivo de Caetano Veloso". "Ah bueno, entonces puede permanecer
porque el papá tiene poder de consumo", respondieron.
¡Es un filtro elitista terrible!
Es el tipo de sociedad que ellos tienen para proponernos, que destruye la manufactura local, la
artesanía local, la gastronomía local. Destruye los tipos de vida diferenciados de cada ciudad, de
cada región, de cada país. Para que todos consumamos exactamente lo mismo que consumen
ellos.
Cuando las personas entran en el shopping center se olvidan de su calle, de su barrio, de su
país, de sus problemas. Están conectadas, a través de las marcas, con el circuito de consumo
de California, de Japón, y olvidan su mundo. Es lo que llaman un no-lugar. No hay reloj ni
hay ventanas, para que uno se olvide del mundo, se olvide del tiempo y quede reducido a un
consumidor, víctima de las grandes marcas internacionales. Esa es la mayor batalla que
tenemos que dar. Estados Unidos es débil en lo político, en lo económico, incluso en lo militar.
Pero es fuerte en ese tipo de proyectos que exporta hacia el mundo. El modo de vida
norteamericano sólo puede ser combatido con valores solidarios, humanistas. Nuestras políticas
redistributivas de rentas, depromoción de los derechos de los pobres, tienen en su seno
embriones de ideología humanista, solidaria. Tenemos que ayudar al pueblo a desarrollar esos
valores. Cuando ellos los desarrollen, cuando tengan conciencia plena de por qué han mejorado
de vida, el proceso será absolutamente irreversible. Estarán protegidos de la propaganda de las
marcas, de la propaganda de la televisión privada. La lucha ideológica, de valores, de cultura y
sociabilidad es la determinante en los destinos de nuestra sociedad y del mundo
contemporáneo.
El elemento más fuerte de la hegemonía imperial norteamericana, capitalista y neoliberal es el
modo de vida norteamericano que destruye los derechos, destruye al ciudadano como sujeto de
derecho para promover el consumidor. Por lo tanto, selecciona por el poder de compra de la
gente. En eso estamos debilitados, estamos desfasados. Tenemos el modelo económico y social
latinoamericano de esos países. Latinoamérica va a seguir adelante, se va a readecuar.
Necesitamos desarrollo económico y redistribución de renta. Tenemos que desarrollar medios,
valores, formas de lucha, para que tengamos una ideología a la altura de las políticas solidarias y
humanistas que estamos poniendo en práctica.
Y tenemos otros problemas por delante. Porque el capitalismo ha exportado, también, la
hegemonía del capital especulativo, muy bien llamada por los argentinos "fondos buitre". Hoy es
el sector hegemónico del capitalismo. Antes decían que la economía dejaba de crecer porque
había mucha reglamentación, mucha norma. "¡Liberemos el capital para que circule como le dé la
gana! Va a volver a invertir. Las economías van a volver a crecer y todos ganaremos". Lindo, ¿no?
No fue lo que pasó.
gana! Va a volver a invertir. Las economías van a volver a crecer y todos ganaremos". Lindo, ¿no?
No fue lo que pasó.
Sin trabas, el viejo y siempre nuevo Karl Marx dijo que el capital no está hecho para producir,
está hecho para acumular. Si gana más en la Bolsa de valores, la especulación financiera va
para allá. Porque la tasa de interés es alta, porque tiene liquidez, porque paga poco impuesto. Y
es lo que pasó a escala mundial: una gigantesca transferencia de capitales del sector productivo
al sector especulativo. El sector bancario, el sector financiero hoy vive de la especulación. No
financia la producción, no financia el consumo, no financia la investigación tecnológica.
Vive de la compra y venta de papeles. Al final del día pone no sé cuántos ceros, pero no ha
generado ni un bien ni un empleo. Al contrario. Es el capital determinante en el mundo de hoy y
en nuestras sociedades también. Nuestras economías tienen dificultades para crecer porque la
burguesía pone su capital en la especulación financiera y no en la producción.
burguesía pone su capital en la especulación financiera y no en la producción.
Es el tema central nuestro hoy en día: cómo reglamentar la circulación del capital especulativo,
cómo fomentar formas de inversión productiva, cómo inducir un nuevo ciclo de expansión.
Porque hay un modelo económico y social que nuestro pueblo aprobó y sigue aprobando,
eligiendo y reeligiendo. Desarrollo económico y distribución de renta. Pero al gran capital no le
gusta, porque no quiere producir para el consumo popular. Quiere producir soja para la
exportación, o coches, o poner la plata en el exterior, en paraísos fiscales.
Hay una contradicción en el seno del capitalismo entre las necesidades y la voluntad política de
nuestro pueblo y las decisiones que están en manos del capital privado. Tenemos que encontrar
formas de inducirlos, de condicionarlos, de hacer lo que sea posible con la presión popular, con
las mayorías políticas que tenemos, para volver a crecer. Tenemos, finalmente, que quebrar la
espina dorsal del capital especulativo. Al igual que Argentina tiene y va a derrotar a los fondos
buitre, tenemos que derrotar a los fondos buitre en nuestros propios países. Es la encrucijada
más importante. Volver a poner en movimiento una dinámica de producción, de generación de
bienes, de generación de empleos. Hay otros dilemas que conocemos bastante bien y en
Argentina se conocen mejor todavía. La fabricación, como diría Noam Chomsky, de la opinión
pública. Fabricación a través de los monopolios mediáticos privados. ¿Quién ha elegido a esa
gente para hablar en nombre del país? ¿Cuántos votos tuvo esa señora para dirigir el Clarín? Un
voto: ¡el de su marido! Y quiere hablar en nombre de Argentina. ¿Cómo puede ser?
Ese es un tema fundamental, porque está vinculado al anterior: la disputa de valores, la disputa
por la hegemonía. Se trata de quebrar la hegemonía del monopolio privado de los medios de
comunicación. Argentina ha avanzado. Uruguay ha avanzado. Ecuador ha avanzado. Bolivia ha
avanzado. Venezuela ha avanzado. En Brasil casi se perdió la elección porque no se ha
avanzado nada, hasta ahora, en la democratización de los medios de comunicación. Casi se
pagó un precio irreversible por todo ello. Sin la investigación tecnológica. Vive de la compra y
venta. Sin embargo, al parecer se ha aprendido de eso. Aparentemente se va a avanzar en esa
dirección. Sin eso no habrá democracia. No queremos que nadie deje de hablar. Esa señora
podrá seguir escribiendo sus editoriales con sus asesores. Queremos que mucha más gente, que
todos puedan escribir las suyas, que todos puedan decir su palabra, que todas puedan
contradecirla.
Es otro tema esencial para América Latina. No habrá democracia sin la democratización de la
formación de la opinión pública. Somos sociedades plurales que tenemos miles de voces
distintas y tenemos que hacerlas oír. Entonces, vivimos un momento de dilemas, de
encrucijadas. Por eso el crecimiento económico disminuyó, por eso hay crisis políticas internas
en algunos de nuestros países. No son las primeras ni serán las últimas. Tenemos que fortalecer
la construcción de la hegemonía post neoliberal en América Latina.
Y allí vamos.
El último tema, absolutamente indispensable, es la integración regional. No vamos a poder nunca
resistir a nivel individual los empujes recesivos del capitalismo internacional ni las ofensivas
especulativas. En el Mercosur, en particular, tenemos una gran homogeneidad con el ingreso de
Venezuela, de Ecuador, de Bolivia. Sólo podemos avanzar, a partir de ahora, para superar la
primarización de nuestra economía, construyendo nuevos inicios de desarrollo industrial, de
desarrollo tecnológico.
Tenemos capitales. Tenemos el Banco del Sur. Tenemos el Banco de Desarrollo de los BRICS,
felizmente. Tenemos tecnología, tenemos personal calificado. Tenemos proyectos. Es nuestra
responsabilidad hoy en día organizar proyectos de desarrollo no a nivel nacional sino a nivel
regional. Proyectos que no sean sólo de desarrollo económico, sino de creación de nuevas
economías latinoamericanas. Creación de mecanismos dinámicos, basados en los recursos y en
la tecnología que tenemos.
Esto tiene que ser una obligación indispensable a partir de ahora. Sólo así podremos,
efectivamente, superar esas inestabilidades promovidas por la especulación financiera, por los
fondos buitre. No obstante, estamos contentos. En un mundo en crisis, recesivo, de retrocesos
enormes, resistimos. En estos países, por lo menos, resistimos. Resistimos bien. Con orgullo.
Con democracia. Con apoyo popular. Con líderes extraordinarios.
¿Qué continente del mundo puede tener a la vez, dirigiendo sus países, a tres mujeres que han
resistido la dictadura militar como Michelle Bachelet, como Dilma Rousseff, como Cristina
Kirchner? ¿Qué país puede tener en su presidencia, como hubo recién hace poco, dos
presidentes duramente torturados por la dictadura militar como Pepe Mujica y Dilma Rousseff?
Que no se han quebrado. Que no han desistido. Que no han cambiado de lado. Cambiaron la
forma de lucha, pero siguen en el mismo campo. En el campo popular, el campo democrático, el
campo antineoliberal.
Algunos países llegaron al siglo XXI sometidos: los que mantienen el modelo neoliberal. Los que
están saliendo del modelo, llegamos soberanos. Llegamos unidos, como dijo Juan Domingo Perón.
(1I Organizado por la Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento
Nacional, Ministerio de Cultura de la Nación, los días 12, 13 y 14 de marzo de 2015.
Mesa 1: " 1 Organizado por la Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento
Nacional, , los días 12, 13 y 14 de marzo de 2015.
Mesa 1: "Desafíos y encrucijadas en América Latina". http://foros.cultura.gob.ar/
Nacional, Ministerio de Cultura de la Nación, los días 12, 13 y 14 de marzo de 2015.
Mesa 1: " 1 Organizado por la Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento
Nacional, , los días 12, 13 y 14 de marzo de 2015.
Mesa 1: "Desafíos y encrucijadas en América Latina". http://foros.cultura.gob.ar/
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