lunes 22 de agosto de 2016
Los negocios del segundo caballero
Malestar y amenazas telefónicas. Juan Tonelli quedó bajo la lupa de la Justicia como prestamista del dinero que le robaron a la vicepresidenta Gabriela Michetti, su pareja. Cómo benefició a los hombres del poder. Lobby, pauta millonaria y contrataciones directas.
El robo de 245 mil pesos y 50 mil dólares en efectivo de la casa de la vicepresidenta Gabriela Michetti se convirtió en una rueda con final imprevisible. Fue el 22 de noviembre pasado, no lo denunció hasta que se hizo público, aún no justificó el origen de los fondos ante el juez federal Ariel Lijo, incurrió en contradicciones sobre el efectivo y el rol de la fundación que preside y que habría motivado que tuviera el dinero en su domicilio e hizo su reaparición en escena su novio, Juan Tonelli. ¿Qué hace Tonelli para poder prestarle en efectivo ese monto? La pareja de Michetti es desde hace quince años director ejecutivo de la Cámara Argentina de Medicamentos de Venta Libre (CAPEMVEL). Él mismo se presenta o acepta ser denominado como "lobista" del sector. Y no es para menos: en ella están nucleados los principales laboratorios que operan en el país, como Boehringer, Pfizer, Bayer, Procter & Gamble, Sidus y Bagó.
Desde 2013, además, Tonelli es director general de la Industria Latinoamericana de Automedicación Responsable (ILAR) que nuclea a las distintas cámaras que congregan a los laboratorios especializados en medicamentos como las asociaciones de Brasil (ABIMIP), la mexicana (AFAMELA), la colombiana (ANDI), la venezolana (CAMESIP), la chilena (CAMEVED) y por supuesto la argentina (CAPEMVEL).
Tonelli también es fundador de una empresa que edita una revista, organiza eventos gourmet y de cata de vinos y champagne, que recibió millones de pesos de pauta oficial del Gobierno de la Ciudad hasta el año 2014, es decir, cuando ya era pareja de la ex vicejefa porteña, ex diputada y ex senadora del Pro (ver recuadro).
La primera en vincular a Tonelli con el lobby de los medicamentos fue la fiscal Mónica Cuñarro y lo ratificó de esta manera ante Veintitrés: "Tonelli vino a verme en 2011 para pedirme que no se avanzara en la Legislatura porteña con la ley de regulación de medicamentos libres en la que estábamos trabajando, ya que hay una disposición nacional que se cumple en todo el país menos en la ciudad de Buenos Aires".
La fiscal se refiere a la ley que en 2009 restringió la venta de medicamentos en cualquier lugar que no fuera una farmacia. La medida fue apelada por la Confederación Farmacéutica Argentina. Pero días después la jueza en lo Contencioso Administrativo Elena Liberatori habilitó la comercialización de medicamentos de venta libre en kioscos, supermercados y estaciones de servicio.
Lo hizo al conceder una medida cautelar presentada la Asociación de Kiosqueros de la República Argentina. La cámara tuvo el apoyo público y explícito de la Cámara de Productores de Medicamentos de Venta Libre. El argumento central de la magistrada fue que "la ciudad es autónoma y por lo tanto puede decidir si aplica o no la ley nacional". El fallo se produjo en medio de la disputa entre farmacéuticos y laboratorios.
La ley finalmente vetada por Macri fue sancionada por la Legislatura de la ciudad el 17 de noviembre de 2011, con 32 votos positivos provenientes de los bloques de la oposición y 21 negativos de parte de la bancada del Pro.
Por entonces la disputa, ganada por el lobista Tonelli, tenía un precio, los 1.300 millones de pesos de venta en medicamentos de venta libre (que representan el 30% del total de los remedios comercializados) solo en Capital Federal, que quedarían únicamente en manos de las farmacias. Esa ley también impedía que comercios como Farmacity vendan otro tipo de productos en sus locales, como golosinas, bebidas y hasta productos lácteos y libros.
Con el veto de Macri, Farmacity no solo podría vender sopas instantáneas, como lo hace ahora, sino también remedios de venta libre en góndolas (cosa que más tarde se prohibió y ahora lo venden en mostrador pero la ecuación comercial no cambió).
Sucede que el negocio de los medicamentos de venta libre que representa la pareja de la vicepresidenta pasa por el volumen, por la cantidad vendida. Es decir, mientras en más ventanillas se vendan, mejor es el negocio para los laboratorios.
Sería muy injusto apuntar en este tema solo al poder de lobby y de injerencia que tuvo el novio de entonces diputada nacional por el Pro. En ese 2011, el CEO de Farmacity era nada más ni nada menos que Mario Quintana, un amigo personal del jefe de gabinete del alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Quintana renunció a su cargo de CEO de la mayor cadena de de venta de medicamentos del país cuando el presidente Macri lo nombró como secretario coordinador de Políticas Públicas en la Jefatura de Gabinete.
Es el mismo Quintana que en la causa por la compra de dólar futuro figura adquiriendo para el fondo Pegasus 11.480.000 dólares antes de asumir como funcionario. Quintana fue uno de los participó en las reuniones con las ex autoridades del Banco Central para decidir los precios de referencia del dólar y por ese motivo es investigado por el juez Sergio Torres.
Es una causa paralela a la que investiga el juez Claudio Bonadio y en la que está procesada la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner por el presunto delito de "administración infiel en perjuicio de la administración pública".
Una pauta millonaria
Tonelli y Michetti se conocieron en los "encuentros litúrgicos y desayunos de oración" que desde 2005 organizaba el ejecutivo. Es posible que ese vínculo haya servido para que Tonelli pudiera acceder a más de dos millones de pesos por pauta publicitaria y organización de eventos "BAM - Buenos Aires Market" y las "Sparkling Nights", según los datos del Boletín Oficial de la Ciudad de Buenos Aires. Todas fueron contrataciones directas y fueron recibidas a través de su empresa, Tough Match SRL.
La firma es propietaria de la web PlanetaJoy.com, la revista JOY, las catas de vino, de eventos de Bienestar Saludable y de la feria al aire libre Buenos Aires Market. Según denunció la entonces legisladora porteña Gabriela Cerruti, el gobierno porteño de Macri le otorgó a la revista JOY publicidad "por al menos 823.628 pesos". La cifra superó los dos millones de pesos y en sus páginas se observa que pautó hasta la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia del gobierno en la sección dedicada al "placer gourmet y las salidas nocturnas".
La firma de Tonelli también recibió publicidad oficial de la ciudad por la organización de las Sparkling Nights en hoteles cinco estrellas. Tough Match es también la propietaria de la marca Buenos Aires Market, feria gourmet y de comida saludable auspiciada por el entonces gobierno de Macri-Michetti. Por un stand en ese lugar se desembolsó 455.280 pesos.
Buenos Aires Data - Pauta Publicitaria es otra de las fuentes. Entre 2011 y 2013 fueron otros 565.280 pesos, esta vez por los eventos enmarcados en las "noches de brujas".
Blogs y fundaciones
El origen de los fondos que fueron robados de la casa de la vicepresidenta Gabriela Michetti es investigado por el juez Ariel Lijo, quien ya le pidió por escrito a la vicepresidenta que justifique la tenencia de ese dinero. En su declaración jurada figura un préstamo de 461 mil pesos que representaría unos 50 mil dólares, con un cambio de 9,3 pesos. En la declaración de Tonelli se informa bienes, depósitos y dinero, pero en ningún momento hizo constar una supuesta acreencia con Michetti.
Sobre los otros 245 mil pesos, la funcionaria precisó que 45 mil pesos (los cuales puede justificar) eran para pagar refacciones en su casa. Y que los otros 200 mil provenían de donaciones para la Fundación SUMA y estaban destinados a financiar una cena de recaudación de fondos que se realizaría el 30 de noviembre con la participación estelar de Macri, dirigentes del Pro, empresarios de medios y figuras de la farándula.
Según Michetti, ya tiene confeccionada la lista con los nombres de las personas y empresas que aportaron la suma que le robaron. Según el "Informe de Transparencia 2015", durante el año pasado SUMA recibió 1.816.961,05 pesos y en la Gala Solidaria 2015 el neto de la recaudación fue de 2.044.645,7 pesos. Según la foja 415 del expediente, Tonelli, quien ya declaró, fue quien llevó los 200 mil pesos a la casa de Michetti, pero no dijo si estos eran de él, o de las donaciones a la Fundación SUMA. Desde el juzgado de Lijo siguen muy de cerca este tema y un segundo nada menor y que le adelantaron a esta revista. Si la mayor parte del dinero en efectivo y en pesos robado correspondía a donaciones de la fundación de Michetti por qué la vicepresidenta no entregó a la AFIP, tal como está establecido, el formulario RG3166 para donaciones.
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