viernes, 12 de agosto de 2016

Más jóvenes que todos

viernes 12 de agosto de 2016



ELOGIOS DE CRISTINA KIRCHNER EN LA CASA DE LAS 

MADRES


Más jóvenes que todos



La ex presidenta se acercó a la casa de la Asociación Madres de Plaza de Mayo. Durante casi dos horas compartieron anécdotas de los cuarenta años de lucha.




Por        Nora Veiras


"Las Madres estan maravillosamente jóvenes, hablan como si fueran a cumplir 20 años y hablan de los 2000 jueves como si hubieran empezado ayer. Hebe que es un poco el símbolo, tiene una fuerza y vitalidad únicas. Es un ejemplo". Cristina Fernández de Kirchner visitó la sede de la Asociación Madres de Plaza de Mayo y durante casi dos horas compartió anécdotas con esas mujeres que siguen construyendo la memoria, la verdad y la justicia. "Nos reímos mucho. Estoy feliz", cuenta Bonafini un par de horas más tarde antes de hablarle a una multitud en la plaza. Mercedes de Meroño "Porota" le pone palabras a la empatía que impregnó la charla y el almuerzo: "Es como nosotras, habla como nosotras. Es una presidenta del pueblo".

Apenas atravesó la puerta de la casa de las Madres que es también la entrada al bar El Revolucionario, la ex Presidenta pudo ver un inmenso óleo de ella y Néstor Kirchner. Las Madres la esperaron en la sala de reunión, un lugar donde atesoran recuerdos de sus 39 años en la calles del mundo exigiendo justicia por los 30 mil desaparecidos. CFK abrazó y besó a cada una antes de recibir el ramo de rosas rojas que le habían comprado. Se sentó al escritorio de Hebe y empezó la charla:

– ¿Cómo están chicas? Les digo chicas porque Máximo me contó que cuando las vio el jueves pasado ellos parecían viejos al lado de ustedes.

De inmediato la puerta se cerró y durante casi una hora la conversación fue a solas.

Mientras tanto en la misma cocina donde el día anterior habían recibido al juez Marcelo Martínez de Giorgi que fue a tomarle declaración indagatoria a Hebe por la causa Sueños Compartidos, se tendía un impecable mantel blanco para el almuerzo.

A la misma larga mesa ataviada, esta vez, como de fiesta se sentaron las madres junto a Cristina Kirchner y otros colaboradores. "Nos divertimos mucho", repetían ellas y empezaban a desgranar la cantera de historias que atraviesa su lucha. El día que sacaron las sillas a la calle y todas sentadas cortaron la Avenida de Mayo en pleno barrio de Congreso.

– Vino un policía a sacarnos y Hebe le dijo que no se iba a ir, el oficial se comunicó con su jefe y empezó un diálogo increíble. El policía decía: 'Acá la señora me dice que no se van a retirar'. El jefe le ordenaba y él repetía: 'Dice mi jefe que se tienen que ir'. 'Dígale a su jefe – retrucaba Hebe – que traiga la orden por escrito y firmada'. El oficial transmitía y el jefe insistía: 'La ley dice que se tienen que ir'. 'Explíquele a su jefe que no soy abogada, no sé de qué ley me habla', le decía Hebe. Así hasta que se fueron y nos dejaron. Se ríe Porota, sorprendida todavía de esos recuerdos de rebeldía.

Santiago de Chile, Viena, Washington, el mundo, fueron los escenarios que las madres aprendieron a conocer para exigir por la vida de sus hijos. Pasados los 80, hasta el dolor más profundo surge envuelto en alguna sonrisa y una historia digna de ser enriquecida por la picardía.

En esas vidas, el despliegue de hidrantes y policías pertrechados que rodearon el jueves pasado la sede de Madres para detener a Hebe se transformó en un nuevo hito: nunca imaginaron el abrazo popular que terminó disuadiendo la ejecución de esa orden. Hebe fue, como tenía agendado, el fin de semana a Mar del Plata y una amenaza de bomba en el hotel provocó otro diálogo para el recuerdo con un policía.

El oficial llegó a su habitación con un detector de explosivos y ella sentada en su cama lo interpeló: "Quédese tranquilo. La bomba soy yo y explotó el jueves pasado".

"Decí que teníamos que venir a las 2000 marchas sino todavía estábamos contando cosas", contaban las madres. Bonafini brindó por "los 2000 mil jueves, por nuestra querida Cristina, para que haga lo que quiera y está bien lo que haga, y para que Macri nos tenga miedo, me encanta". La ex Presidenta le dibujó un "No" con el índice y comenzó la despedida.

"Hebe me decía que ella no se siente una heroina y tiene razón porque todas las madres son heroinas cuando defienden a sus hijos. Las madres que enfrentan al mundo por sus hijos, ser madres es todo un desafío. Discúlpenme los hombres pero si los hombres fueran los que tienen que parir se hubiera extinguido la humnanidad", comentó la ex presidenta antes de dejar la casa de Congreso y reivindicar que "en aquella época tan dura las únicas que se animaron fueron ellas, no se animó nadie más que ellas".
















EL GOBIERNO INTENTÓ JUSTIFICAR LAS DECLARACIONES

DEL PRESIDENTE SOBRE LOS DESAPARECIDOS Y LA 

DICTADURA.


Con críticas hasta de los aliados políticos



A pesar de los esfuerzos de los funcionarios por explicar las declaraciones, Macri siguió sumando repudios. "No se puede establecer equivalencias entre la guerrilla y el terrorismo de Estado", dijo Ricardo Alfonsín.  
                   El Presidente se refirió al terrorismo de Estado como "la horrible tragedia                                                                  que fue esta guerra sucia".

Mientras algunos funcionarios macristas intentaron enmendar las palabras del presidente Mauricio Macri, quien en una entrevista minimizó el genocidio y dijo no tener "ni idea" sobre el número de personas desaparecidas durante la dictadura, siguieron lloviendo críticas y cuestionamientos, incluso de algunos de sus socios del radicalismo. El diputado nacional por la UCR Ricardo Alfonsín sostuvo que "no se puede establecer equivalencias entre lo que fue el accionar de la guerrilla y el terrorismo de Estado". El premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel le pidió al Presidente "aprender y no generar más tensiones", al tiempo que la diputada Victoria Donda, de Libres del Sur, le exigió "que me diga si condena a esos militares que empujaron a mi mamá de arriba de un avión y me regalaron". En sintonía, Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora consideró que "a él nunca le importaron los derechos humanos, y se equivoca, tiene que hacer un poco de reflexión, no puede desconocer los juicios porque nos han dado en el exterior prestigio de defensores de la verdad y la justicia".
Cortiñas evaluó que "en estos casi ocho meses de gobierno hemos retrocedido mucho en derechos humanos" y que las declaraciones del jefe de Estado evidencian que "su ideología reaccionaria".
Página/12 publicó ayer, además, los cuestionamientos de Estela Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo línea fundadora, de la agrupación HIJOS (Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio) y otros referentes sociales y políticos. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, buscó explicar al Presidente y a la vez se quejó por las críticas, a las que calificó como "injustas" porque, consideró, "durante los años de gobierno en la Ciudad de Buenos Aires y ahora en la Nación" el PRO "siempre" sostuvo las políticas de memoria, verdad y justicia".
"No tengo idea si fueron nueve mil o treinta mil", dijo Macri en relación a los desaparecidos en una entrevista con el sitio BuzzFeed. Allí también habló de "guerra sucia" y llamó "desquiciada" a la presidenta de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini. Peña alegó que en los primeros meses del gobierno "se rindió homenaje a las víctimas", en referencia al acto de Macri junto al presidente norteamericano Barack Obama en el Parque de la Memoria.
El presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, dijo que "el terrorismo de Estado es la guerra más sucia" que vivió el país y señaló que "lo que pasó en la Argentina, salvo una marginalidad que optó por ese camino, fue algo diferente, que está marcado claramente por el terrorismo de Estado y eso está fuera de toda discusión" y sostuvo que "tampoco duda" de esto el Presidente. "En una guerra oficial...declarada, con uniformes y dos banderas, hay dos bandos, no es lo que pasó en la Argentina". También desde la Secretaría de Derechos Humanos intentaron explicar a Macri. En un comunicado, el organismo que preside Claudio Avruj dijo que "la guerra sucia debe entenderse desde la responsabilidad mayúscula del Estado" y que "30 mil es la cifra que marcó el camino de la sociedad argentina".
Más allá del esfuerzo de sus funcionarios, las palabras de Macri fueron claras y siguieron cosechando rechazos, incluso entre sus aliados políticos. "No comparto esa visión para nada; no se puede establecer equivalencias entre lo que fue el accionar de la guerrilla y el terrorismo de Estado, porque el Estado está para evitar eso y no convertirse en caníbal", dijo Alfonsín. En el mismo sentido se pronunció el senador radical por Santa Cruz Alfredo Martínez quien dijo que el Presidente incurrió en un "retroceso" cuando describió como "guerra sucia" a la represión ilegal de la dictadura. "Pretender cerrar una discusión que está vigente en la lucha de quienes aún claman por 'verdad' y 'justicia' y referirse al horror perpetrado por un gobierno genocida con términos como 'guerra sucia' constituyen un retroceso que nos recuerda a aquella 'Teoría de los demonios'", afirmó Martínez. El legislador, quien conforma el interbloque Cambiemos en la Cámara alta, agregó que las declaraciones del presidente le produjeron "profundo dolor" y que el mandatario incurrió en un "grave error" al analizar el "horror según la cantidad de víctimas desaparecidas".
Pérez Esquivel indicó que no es "saludable para el gobierno y la sociedad decir esas barbaridades". Para el referente de derechos humanos "es preocupante que el presidente de la Nación primero quiera desconocer lo que pasó en el país y después quiera confundir hablando de guerra sucia. Aquí no hubo una guerra, hubo una represión brutal contra sectores sociales, religiosos, sindicalistas, estudiantes y bebés". El titular del Servicio Paz y Justicia le aconsejó a Macri "tener en cuenta la metodología aberrante que se utilizó para el secuestro y desaparición de personas". Y se preguntó: "habría que ver en qué guerra sucia pelearon los bebés", al referirse a los 500 hijos de desaparecidos apropiados por los represores, al tiempo que recordó que "la misma Justicia reconoció (el terrorismo de Estado) en el juicio a las juntas militares".
Donda afirmó que "en Argentina no hubo una guerra, hubo terrorismo de Estado", y cuestionó a Macri por sus dichos, porque consideró que "es como si la primera ministra alemana diga que desconoce cuántas son las personas asesinadas en el Holocausto".
















CARTA DE LOS CURAS EN OPCIÓN POR LOS POBRES POR LAS

DECLARACIONES DE MACRI


"Nos causa rechazo el desprecio y ninguneo"

     "Hubo un genocidio, no un error", dicen los curas.


Por        Washington Uranga

En una de sus habituales cartas dirigidas a las comunidades de las que participan y a los argentinos en general los sacerdotes católicos reunidos en el Grupo de Curas en la Opción por los Pobres (COPP) calificó de "infelices" y como "tendal de desatinos" las recientes declaraciones periodísticas del presidente Mauricio Macri sobre derechos humanos, en las cuales utilizó el concepto de "guerra sucia" para referirse a al terrorismo de Estado. "No hubo guerra, no hubo dos bandos, hubo terrorismo de Estado que asesinó y desapareció de manera sistemática y planificada a quienes se le opusieron, obreros, docentes, estudiantes, obispos, curas, catequistas, militantes, etc.", dicen los curas. Y ratifican que "hubo un genocidio, no un error".
Agregan los sacerdotes que "el desprecio y el ninguneo por la vida de las víctimas del terrorismo de Estado" puesto en evidencia en las declaraciones del Presidente "nos causa rechazo". Y se preguntan "qué pasaría si algún mandatario europeo dijera que no le importan cuántos judíos fueron asesinados en el Holocausto nazi".
Sostienen también que "el proceso de memoria, verdad y justicia llevado a cabo en la última década ha merecido el elogio unánime de organizaciones de derechos humanos de todo el mundo, pero parece que el presidente estaba mirando otro canal". Y subrayan los sacerdotes que si al Presidente "le preocupan las presiones a la Justicia debería ponerle límites a sus funcionarios que presionan públicamente en los medios a la Corte Suprema en el tema del aumento de tarifas, y retirar sus operadores de los tribunales de Comodoro Py". Porque "las continuas declaraciones del presidente, la vicepresidenta y el jefe de gabinete no hacen sino manifestar sus deseos de una justicia dependiente y cómplice".
En otra parte del documento, los sacerdotes denuncian la vigencia de un "estado policial" y la falta de justicia en todo el país que "se manifiestan claramente en los 200 días de detención ilegal de la presa política Milagro Sala y sus compañeros y compañeras injustamente detenidos" y en otras situaciones como la detención en Carlos Paz (Córdoba) de nueve integrantes del "Comité para la liberación de Milagro Sala" mientras realizaban murales por la libertad de la dirigente jujeña detenida.
Los COPP dicen además que el intento de detención de Hebe de Bonafini "ha merecido nuestro rechazo y hemos expresado nuestra solidaridad con Hebe y con la Asociación Madres de Plaza de Mayo". Agregan que "el juez Marcelo Martínez de Giorgi, tan 'comprensivo' con poderosos como David Mulford uno de los imputados por el perverso 'Plan Megacanje', ha querido obedecer las iniciativas del gobierno que ha decidido medidas ejemplificadoras contra todo lo que se opone a su capitalismo salvaje".
Señalan los curas que "sigue siendo notable la presencia de una policía 'desatada' que golpea vecinos, manifiesta su autoritarismo y reprime sin control". Y tras recordar el "mensaje" que significó el robo en la Parroquia Nuestra Señora de Fátima de la isla Maciel, califican también de "mensajes mafiosos" los que padecieron en estos días la periodista Cynthia García y el ex secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno.
"En una misma sintonía" – dicen – "repudiamos el accionar policial en Santiago del Estero contra el MOCASE (Movimiento Campesino de Santiago del Estero) donde los derechos de nuestros hermanos campesinos poseedores centenarios de la tierra están siendo perseguidos por una justicia que sistemáticamente se pone del lado de los poderosos".
En vista de lo anterior los sacerdotes aseveran que "dejar a las fuerzas de seguridad y los agentes de inteligencia a su propio manejo no hace sino invitarnos al temor con personas armadas como 'dueños de las calles'", que "se agravaría notablemente con la participación en seguridad interna de las Fuerzas Armadas, algo que ya hemos repudiado".
Respecto de la situación social y económica "que deteriora la vida de la población" los sacerdotes católicos que trabajan en medios pobres resaltan los reclamos callejeros por salarios y tarifas y denuncian que "fue notable (y debidamente silenciado por la prensa hegemónica y oficialista) el segundo 'ruidazo' ante un gobierno cada vez más 'sordo' ante todos los reclamos populares".












OPINIÓN



La corrupción del siglo

 

Por        José Massoni    *

El espectáculo mediático de actos de corrupción que se pisan unos con otros oculta la corrupción inmensamente más grande que domina la vida del mundo. Su causa principal es consecuencia del capitalismo del siglo XXI, global, expoliador y depredador de toda vida en el planeta. Es verdad que en cualquier sistema aparece corrupción. El punto es otro. En el socialismo, comunismo, comunitarismo, cooperativismo, populismo democrático o como se llame el acto corrupto atenta contra el interés común y de cada individuo: la solidaridad, el cuidado del otro y de todos es el centro vital social, es el sistema. En el capitalismo la corrupción es inherente a su práctica: el meollo creador es la apropiación privada de la producción colectiva, el mayor valor surge de la parte no pagada – apropiada – del trabajo vivo de los asalariados de cualquier calidad o especie. Esta verdad era tan cierta cuando se la desveló como hoy, cuando los patrones pugnan, con eufemismo por bajar salarios, en "bajar costos", para aumentar ganancias particulares. Este origen cultiva egoísmo individualista, categorías morales acordes y a partir de allí las variadas formas de corrupción en el literal sentido de pervertido, vicioso, venal. Sin aquella fuente, con eje productivo en el gregarismo humano, la paz, la solidaridad, el trabajo, el bien común, el favorecimiento de las expresiones existenciales espirituales y el interés y amor al prójimo, cualquier corrupción es fulminada por el sistema como anormal e inaceptable. Pero además, es incapaz de engendrar una perversión de tamaño universal como la dominante. No es lo mismo ser capitalista que no serlo.
En el siglo XXI el sistema tomó el planeta íntegro, no tiene más lugar. Se focalizó en las finanzas – producción de dinero con sólo dinero – y en depredar la Tierra misma, sin miramiento alguno. Las ciencias y la técnica tampoco le permiten ya soluciones cualitativas a la ausencia de espacio: están capturadas por el engendro y sólo a él sirven.
Para indagar el diseño del monstruo, empecemos por su síntesis final, su quintaesencia: el dinero. ¿Quiénes lo tienen? Con referencia a humanos adultos, ejemplifiquemos con el centro, EE.UU. De lo pagado por trabajo, el 1% cobra el 17%. Remarco: es desigualdad en remuneraciones. En cuanto a la originada por el producido del capital (inmobiliario y financiero), un 1% percibe el 35%; el 10% el 70%; la mitad más pobre – el 50% de la población – recibe el 5%. En el 1% de los muy ricos por cualquier ingreso están los que poseen más capital quienes, como siempre, perciben poco o nada que provenga de trabajar. Pero ahora están en esa franjita personas que llegan por sus ingresos y tienen poco o ningún capital. En general, son los "populares" CEOS. Esto se repite, con diferencias insustanciales, en todo el mundo central.
¿Dónde está ese dinero? En las guaridas o "paraísos" fiscales, o eufemísticamente zonas extraterritoriales. Con asepsia: lugar que atrae negocios garantizando, fuera del alcance de las leyes de los Estados, confidencialidad total sobre origen y propiedad del dinero depositado producto de delitos de cualquier tipo y dimensión, pago de impuestos y más. En lenguaje vulgar, una cueva de ladrones. "El sistema extraterritorial no es una excrecencia pintoresca de la economía mundial, sino que se halla exactamente en su centro". En 2010 la banca internacional y la emisión de bonos del mundo ocurría en un 85% en la zona sin Estado llamada euromercado; ese mismo año el FMI estimó que los balances financieros de los ínfimos territorios de Caimán, Bahamas, Vírgenes inglesas, Man, Jersey, Gibraltar, Malta y decenas más equivalían a un tercio del PBI mundial; en 2016 habría que sumar a la cuenta Mónaco, Andorra, Uruguay, Dubai, Irlanda, Panamá, Liberia, p.ej.,pero por sobre todo a la poderosa City de Londres y su red planetaria y al mismo Estados Unidos entero a nivel federal, con "especialidades" en Florida, Wyoming, Nevada e islas Vírgenes y Marshall (Shaxson, Nicholas, "Las Islas del Tesoro", FCE.)
Según nuestro gobierno desde fines de 2015, "hemos vuelto al mundo", al central occidental. Así, las cifras son "auspiciosas" en cuanto a aumento de la desigualdad. En Estados Unidos, el milésimo superior superó el 12% de ingreso anual. Vale reproducir que "…el carácter más o menos sostenible de desigualdades tan extremas depende no sólo del aparato represivo sino también – y tal vez por sobre todo – de la eficacia del aparato de justificación… insistamos, la cuestión central atañe a la justificación de la desigualdad, mucho más que a su magnitud como tal". En Argentina 2016 el discurso oficial es que con un sueldo "normal" no se puede viajar en vacaciones, tener celular y televisión modernos, "esa persona está desubicada". El mundo de los países centrales de occidente augura riquezas maravillosas. El cienmilmillonésimo de adultos de allá –unos 45– pasaron entre 1987 y 2013 de contar con 3.000 millones de dólares promedio cada uno a 35.000 millones promedio per cápita, muestra ineluctable de la falacia del "derrame". Las proyecciones estadístico matemáticas indican que 1.400 multimillonarios de 2013 con el 1,5% de todo el capital mundial, llegarían al 60% al finalizar el siglo por la fuerza centrípeta de las grandes fortunas. El 0,00000001 de la población sería dueña del más de la mitad del planeta; menos de la mitad, del 99,99999999 restante, de lo "derramado". Nada hay en el funcionamiento capitalista globalizado que lo cambie: funciona así de manera inexorable.
¿Quién tiene esa masa de riqueza y dónde? En principio las corporaciones multinacionales productoras de bienes y servicios, los dueños de latifundios, los bancos y el mundo financiero en general, son más o menos visibles. Pero casi en su totalidad permanece oculto: para nuestro mundo existencial, no está; es un vacío sin realidad siquiera como tal. Ya hace veinte años la mitad del comercio internacional pasaba por los paraísos fiscales, en la oscuridad; hacia 2010 el 85% de la banca internacional operaba en la impenetrable "eurozona", el más grande agujero de opacidad. Mucho se menciona a Reagan, Thatcher y Friedman cuando de globalización se habla, pero poco a la economía "en negro" que inficiona el mundo entero. En 2005, Tax Justice Network estimó que los individuos ricos tenían en guaridas fiscales 11,5 billones de dólares, un cuarto de la riqueza total del planeta e igual a un PBI de Estados Unidos. El Banco Mundial dividió en tres esa fortuna: un tercio provenía del narcotráfico, crimen organizado y delitos en general; un 3% al producido de sobornos a funcionarios estatales; el resto – casi dos tercios – a transacciones de empresas elusivas de tributos. Los tres – narcos, coimeros y CEOS – usan las mismas herramientas, en los mismos lugares, con iguales resultados y ocasionando análogos daños (por la masa de dinero involucrado y el hambre, enfermedades y carencias que ocasionan, por muy lejos los peores son los últimos). Los expertos afirman que las sedes económicas que no están en ninguna parte y no tienen ley que las regule han desplazado la riqueza y el poder desde los pobres a los ricos con mayor fuerza que cualquier otro acontecimiento en la historia de la humanidad.
Vamos al tema del título. El sistema está dirigido, literalmente, por ladrones de distinto rango que atesoran y mezclan, en guaridas inexpugnables, el dinero que logran con delitos, en su mayor cuantía sustracción de lo que deberían pagar – según sus mismas leyes – para sostener la infraestructura social. Quienes lo dirigen o usufructúan ¿de qué moral pueden hablar? ¿Con qué autoridad pueden ser justicieros de sus ínfimos cómplices? Como cabeza putrefacta derrama hacia toda la sociedad reglas de conducta moralmente no rechazadas, corrupción privada menor, egoísmo, individualismo, consumismo y más. La reserva moral humana solo se sostiene porque es inherencia gregaria de la especie y se manifiesta en los pueblos que en todas sus formas específicas trabaja y produce y, lo sepa o no, ha seguido haciéndose cargo de la subsistencia de la humanidad.
En su voracidad de ganancias máximas e inmediatas, encerrado en el planeta sin fronteras a traspasar, el capitalismo ha arremetido ahora contra la Tierra misma, su capa atmosférica, sus aguas de mares, ríos y polos helados, sus capas de humus, sus bosques, sus fuentes de energía no renovables, contra la biodiversidad, el clima y toda la vida misma. El Banco Mundial alertó en 2012 que con aproximarnos al 2% de calentamiento se entra en zona de riesgo de inflexión… y que estamos avanzando hacia el 4% que… "sumergiría Maldivas y Tuvalu y zonas costeras de Ecuador, Brasil, Holanda, California, sur y sureste de Asia y tendrían serio riesgo de inundación Boston, Nueva York, Los Ángeles, Vancouver, Londres Bombay, Hong Kong, Shanghai" (obvio, Buenos Aires).
La corrupción en serio al comando de la economía mundial está devastando a los pueblos del mundo. En la Argentina tenemos ahora una dirigencia de fervorosos peones de esta estructura degenerada, ponzoñosa como no se conoció jamás, letal. En estos días, sin que piensen retornar lo que ellos personalmente tienen, distrayendo al pueblo usando a los jubilados, aspiran a que otros saqueadores del producto argentino legalicen, sin explicación de origen, siquiera un décimo de lo vaciado al país (50.000 dólares sobre 500.000 que se calculan están en el exterior, ver La Nación del 19 de junio, Página/12 y El Cronista del 30 de julio de 2016).
Académicos economistas de estatura mundial proponen medidas de gobierno, cambio cultural, implantación de impuestos progresivos, transparencia y control democrático del capital. Es seguro que deben utilizarse los mecanismos institucionales de las democracias occidentales. Pero la metástasis de corrupción que las aqueja provoca una lucha despareja dentro de ellas para que sean eficaces en el combate contra la corrupción que vimos. Es una batalla a dar, pero aislada no alcanza para el tiempo que nos queda. Antes que llegar al triunfo, habremos perdido la guerra. Quien apunta bien es Naomí Klein. Inventaría innúmeras batallas menores, todas triunfantes, dadas por los pueblos, la mayoría de ellos originarios. El movimiento de masas es el eje primordial de un cambio de esencia en el modo de producción y de vida terrestre y cuenta con base objetiva como nunca antes la tuviera: le va la vida en él. Hubo en todo el mundo numerosos y ocultados ejemplos de luchas victoriosas contra las industrias extractivistas de aguas, bosques y animales, por preservación de culturas, fuentes de trabajo, recuperación de fábricas.
Este camino atraviesa una cuestión enorme: el de la representación popular y la participación de las masas. Escuetamente: el pueblo europeo padece un sistema bipartidista con política única, contraria a sus intereses; igual Estados Unidos, donde vota una minoría selecta y la mayoría reniega de quienes ejercen el mandato de magnates y corporaciones, que con dinero eligieron sus candidatos; en América Latina los factores de poder económicos nacionales y foráneos ejercen permanente dominio sobre las instituciones. En la Argentina, legisladores de todos los partidos aceptaron órdenes de un juez municipal de Nueva York sin atención al perjuicio del pueblo, ni al honor, la soberanía y la patria; un poder ejecutivo en manos de un beneficiario de la obra pública, que usa paraísos fiscales y se olvidó de otros 18 millones de pesos que tenía depositados en la guarida de Bahamas; un poder judicial en su gran mayoría corporativo, elitista y servil del poder real y, en la más importante organización no gubernamental, dirigentes con décadas al frente de una clase obrera que no representan. Se trata entonces de utilizar al máximo las posibilidades institucionales que nos proporciona la democracia librando batallas en concejos deliberantes, legislaturas provinciales, el Congreso Nacional y con acciones judiciales, para defender los derechos ganados. Pero el eje centralizador debe componerlo la movilización de todos los beneficiarios de los derechos conseguidos, cualquiera sea su ubicación partidaria o política si es que la tienen, para participar en la custodia de lo que obtuvo y le corresponde. Todos los modos imaginables –marchas, plazas por la democracia, protestas colectivas, peticiones, reuniones de vecinos, de consumidores, de clubes, de bibliotecas, de centros de salud, de estudio, comedores, difusión y propaganda, ayudas para las cooperativas, trincheras para las fábricas recuperadas, auxilios a las economías regionales y las pymes, de amparos colectivos ante la justicia– deben extenderse y articular con la medida de la infinita creatividad popular. Un machacar constante, cotidiano, sobre toda la geografía nacional detendrá y revertirá el ataque de la derecha contra el pueblo, saqueado a mansalva que, sin lugar a la menor duda, responderá y triunfará con algunos dirigentes a la cabeza y con la cabeza de la mayoría de ellos. Será el imprescindible Frente Ciudadano camino del poder democrático, participativo, popular, que se inscriba en la recuperación de la Patria Grande para la soberanía y bienestar de los argentinos con destino de ejercer su potente aporte en el difícil y peligroso panorama mundial, que nos incumbe en la misma y antagónica medida que a los buitres que lograron poner a sus administradores al frente de la Nación. En esa columna popular en marcha, por esos fines, objetivamente no existe lugar para corruptos. Quien pretenda serlo será un cuerpo extraño, un pequeño tumor que se irá o se verá expulsado por repugnancia exudada por su connatural condición. Esa es la única y auténtica vía contra la corrupción en serio, la que llegó a límites extremos en el siglo XXI, practicada y dirigida por praxis contrarias al interés del otro, enemigas del bien común, egoístas, miserables, sustractoras del producto social que cada individuo, quien sólo así, desarrollándose como tal en el abierto escenario de sus posibilidades existenciales sociales, será.
*    Ex juez de Cámara Penal, primer titular de la Oficina Anticorrupción.




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