miércoles 26 de octubre de 2016
El doble discurso de Vidal
Existe una idea que es característica de la cultura patriarcal: las mujeres somos propiedad privada de los varones. Nos tratan como a un mero objeto. La decisión sobre nuestro propio cuerpo es quizás el punto máximo en el que se expresa este pensamiento. El patriarcado quiere decidir por nosotras. Sobre nosotras. Contra nuestra voluntad y disciplinando nuestros cuerpos. La reciente marcha y contra marcha de la gobernadora María Eugenia Vidal sobre la adhesión al protocolo nacional de abortos no punibles deja en evidencia esta lógica conservadora, reaccionaria y clasista.
Por Mónica Macha *
Primero adhieren. A los pocos días conflictos internos. Doble discurso. Problemas con sus electores y puesta en riesgo del capital político. La iglesia católica se queja. Aparece un editorial de La Nación y la figura del Papa. Congelan la decisión. No lo publican en el Boletín Oficial. No entra en vigencia. Una semana después dan marcha atrás. Volvemos a foja cero.
No es la primera vez que el gobierno de Cambiemos toma una definición política de avanzar sobre ciertos temas y después, según la repercusión mediática, los efectos sociales y el costo político, decide volver atrás. Relativizan lo que hicieron diciendo que se equivocaron, apelando a la lógica del ensayo y error, argumentando que están aprendiendo (como si fueran pasantes y funcionarios de gobierno) pero sabemos que es tan solo una teatralización. Todas las definiciones que toman son políticas y se corresponden con las formaciones ideológicas de la derecha neoliberal y neocolonial que representan.
El aborto no punible contra el que va Vidal es legal y está reservado a situaciones puntuales. Aquellas mujeres que fueron violadas, cuando existe riesgo de vida para la mujer o cuando se trata de un embarazo inviable o incompatible. En todos los casos lo que se busca es evitar que la mujer sufra tormentos físicos y psicológicos por la continuidad del embarazo. Y que quede claro, se trata de una serie de casos en los que la interrupción es legal. Estas situaciones traumáticas y profundamente dolorosas para las mujeres son las que evitan el protocolo al cual Vidal no quiere adherir. Va en contra de acuerdos internacionales, de prácticas legales y del cuidado y el derecho de las mujeres.
Hoy en la provincia de Buenos Aires vivimos un contexto de enorme retroceso respecto a la salud sexual de las mujeres. Retroceso que se materializa en cuestiones y prácticas que ya estaban instaladas, que eran parte de una política de Estado con el gobierno kirchnerista y que trabajan en la lógica de la prevención. Sabemos del desmantelamiento que ha hecho el macrismo en temas de salud sexual a todo nivel y los efectos devastadores que tiene eso en la vida cotidiana de cientos de mujeres que quedan abandonadas
La ilegalidad y penalización del aborto afecta principalmente a las mujeres de los sectores populares, el tema está atravesado por una condición de clase. Las mujeres que pueden pagar lo realizan en ámbitos privados y sin riesgos. Es claramente una estigmatización para las mujeres de los sectores populares que no pueden acceder a esas intervenciones. El de Vidal es un gobierno conservador y clasista porque deja a la intemperie a las mujeres humildes. No le importa qué suceda con ellas. La práctica del aborto se da de igual cantidad y escala en cualquier sector de la sociedad, pero son los sectores populares los que corren riesgo al practicarlo de forma insegura.
La gobernadora no asume la responsabilidad que tiene en el cuidado de las mujeres. Hoy Vidal deja sin protección a las mujeres más humildes y afectadas de la provincia de Buenos Aires. No se puede hacer como si nada hubiera sucedido. La postura de Vidal sobre el aborto no punible da cuenta que no es condición sine qua non que si tenemos una gobernadora al frente de la provincia va a gobernar con perspectiva de género, por el contrario puede reforzar uno de los puntos nodales del patriarcado como es el hecho de relativizar y maniatar la autonomía de las mujeres para que decidamos sobre nuestro cuerpo.
La lucha por la igualdad de género y por las grandes luchas que damos las mujeres como es el aborto legal, seguro y gratuito va de la mano de la lucha por la igualdad social. Durante los doce años de gobierno kirchneristas se pudo avanzar en leyes y políticas que fortalecieron a las mujeres en sus luchas porque hubo un creciente contexto de igualdad social, de inclusión y reconocimiento de derechos que favoreció el empoderamiento de las todas. Por eso, luchar a favor de la igualdad de género es también luchar por una patria más justa, libre e igualitaria.
* Mónica Macha es Senadora de la Prov. de Bs. As. FpV
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