sábado 29 de octubre de 2016
Los mitos como los liderazgos, los construye el pueblo en su conciencia histórica, fijando los hitos que construyen memoria.
PERÓN, EVITA, NÉSTOR
Por Jorge Rachid
SIN MORDAZA
Cuando la historia colocó a la Argentina frente a la muerte de Néstor Kirchner, se comenzó a erigir una conciencia colectiva de la pérdida, al mismo tiempo que su acción política se agigantaba ante el pueblo, al valorar en toda su dimensión el liderazgo que asumió en la peor página de la crisis en nuestro país, saliendo adelante, con el pueblo incluido, con mas peronismo, ampliando derechos y con heterodoxia económica, que el poder no perdona.
En ese tránsito hacia un lugar sólo ocupado por los grandes de la historia, el mito reemplaza al hombre, ubicándolo en esa categoría en que sólo Perón y Evita fueron erigidos por el pueblo, pudiendo incorporar a Irigoyen, Rosas y el Che, como expresiones populares elevados a ese nivel de afecto, que superan sus circunstancias biológicas, donde la narrativa oral va incorporando en cada instante, nuevos elementos de afecto popular.
Ese hecho es quizás el que más daño le causa a los enemigos de la Nación y en especial a ese gorilismo militante que anida en algunas capas de los argentinos, profundamente antiperonista, que no admite los afectos en la política, sólo la racionalidad de los números macro económicos, ni mucho menos admite que los "negros" escriban la historia, de ahí su necesidad de intentar borrarla en cada momento.
Los mitos a diferencia de los héroes de bronce que nos brinda la historia, personajes construidos por historiadores alejados de la concepción humana en cada uno de nosotros puede ser un actor que cambie la historia.
En el peronismo cada liderazgo al servicio del pueblo, comprometido con sus intereses y necesidades al calor de las demandas de la Patria, se convierte en parte de la conciencia común identitaria.
Néstor se colocó ahí por acción del pueblo argentino.
La diferencia es que ningún liberal ha ocupado jamás ese lugar, nunca desataron afectos aquellos argentinos que sólo se ocuparon de gestionar correctamente en el mejor de los casos, aunque la mayoría los hizo obedeciendo ciegamente lo que el colonialismo cultural, instaló como políticamente correcto: la sumisión a los poderes internacionales de los "hermanos mayores imperiales", en cada etapa Inglaterra y EEUU, mientras el pensamiento los construían desde Europa.
El peronismo irrumpe en esa lógica colonial, la destroza con la fuerza del sentido común de asumir su compromiso con los sectores más débiles de la sociedad, intentando humanizar la política construyendo un modelo social solidario biocéntrico, que se erige alrededor del hombre y la naturaleza, cuidando los recursos naturales, privilegiando la vida de todos y la movilidad social ascendente.
Cuando un liderazgo asume esos desafíos eleva su rango al mito, fue Néstor, también Chávez, Evo y Lula a nivel de su construcción histórica del UNASUR.
Los procesos que han interrumpido esos hitos históricos del pueblo como protagonista de la historia, se han dedicado a estigmatizar al peronismo, a perseguir a sus dirigentes, a encarcelar y silenciar, intentando borrar la memoria historia común de la conciencia social argentina.
No pueden permitir esa circunstancia que limita su accionar de entrega, con eje econométrico que arrasa conquistas sociales, fijadas por el peronismo como derechos humanos esenciales del hombre.
Néstor que ha ocupado ese lugar por méritos propios y su lealtad peronista, tanto en su accionar desde el Gobierno en plena crisis terminal, como en su filosofía doctrinaria e ideológica, recuperando para el pueblo los valores perdidos en la tempestad neoliberal del mercadismo de los 90, que incluyó un cambio cultural que permitió restituir la identidad perdida.
Se escribirán miles de páginas intentando presentar al superhombre, como lo hace el eje cultural anglosajón del héroe individual, como todos los personajes de historieta y películas que inundan las pantallas.
El peronismo por lo contrario, construye en su memoria por dos carriles confluentes que permiten pervivir la conciencia histórica: por un lado esa formación de la conciencia nacional, arrastrada desde los inicios mismo de nuestra Patria y un liderazgo que confluye con esa vereda en un momento histórico determinado, que lo interpreta y construye.
Eso es Perón, Evita y Néstor para el pueblo argentino.
En medio de este proceso político neoliberal que intenta destruir las bases mismas de la nacionalidad, con entrega del patrimonio común de los argentinos, enfrentar esa situación con todos los medios democráticos de lucha, es el mejor homenaje que podemos brindar a la memoria de Kirchner Presidente, aunque muchos de los que hagan cola en los salones VIP de los actos, sean los mismos que han facilitado las leyes, en los últimos tiempos, que arrasaron conquistas construidas con el esfuerzo y el sacrifico del pueblo argentino, desde lo previsional a la deuda externa, desde Memoria, Verdad y Justicia a ubicar el estado como ordenador social.
A lo mejor algunos de "Ellos", puedan reflexionar sobre su defección.
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