jueves 20 de octubre de 2016
OPINIÓN
Violencia en cadena
Por Martín Granovsky
Las protestas producen más impacto cuando se entienden fácil.
El #NiUnaMenos de ayer se entendió fácil: el objetivo era frenar la violencia.
El detonante fue la violencia extrema y macabra de los asesinos de Lucía Pérez, torturada, violada y muerta por empalamiento a los 16 años.
Toda violencia tiene una lógica detrás. Supone que la víctima no es una persona ni tiene derecho a ejercer su voluntad. Toda violencia contra una mujer en cuanto tal tiene la lógica de que esa mujer es una cosa de la que es natural apropiarse. Quienes mataron a Lucía se sintieron dueños de su vida. Por eso eligieron su muerte.
La violencia institucional o social tiene una lógica todavía más nítida. Mata – mataron las dictaduras, matan las policías bravas, matan las bandas, matan los parientes, matan los vecinos – por un imperativo estratégico de exterminio o por una cadena de violencias que incluye al Estado intermitente pero no termina en él, como descubrió el investigador Javier Auyero.
La muerte de Lucía Pérez colmó la paciencia, pero no despertó una reacción delirante como sucedió con el asesinato de Axel Blumberg, por ejemplo, cuando su propio padre decidió convertirse en bandera para bajar la edad de imputabilidad penal de los chicos. Es que ya había muchas agrupaciones y colectivos con alto grado de articulación y mucho debate previo.
La protesta es contra la violencia y apunta no tanto a una solución penal mágica sino a la prevención e, incluso, a la provisión de herramientas simbólicas y prácticas en defensa propia para las mujeres.
El camino no solo es largo. Es perpetuo. Como sucede en el movimiento obrero con la jornada de ocho horas, la naturaleza de la dinámica social tiende a extenderla. Mantener las ocho horas requiere una lucha permanente porque lo natural no es la emancipación sino la falta de límites.
Preservar la dignidad y la voluntad de las mujeres también va contra la corriente social de dominio, discriminación y hasta esclavitud.
Reducir drásticamente la violencia, y sobre todo la violencia extrema consumada en el asesinato, es un gran desafío que merece ser transitado, como ayer, con inteligencia. No pone a la sociedad solo contra los monstruos, como si fueran ajenos al género humano, sino contra su propio espejo.
AMPLÍAN DENUNCIA POR LAS EMPRESAS OFFSHORE DE
MAURICIO MACRI
El backstage de Kagemusha
El diputado Darío Martínez presentará hoy una ampliación de su denuncia por supuesta omisión maliciosa de patrimonio contra el presidente de la Nación. Aportará certificados de registros de Panamá que probarían que la firma sigue activa, con Macri como vice.
Macri, la fórmula. Franco presidente, Mauricio vice. Así en
Fleg Trading como en Kagemusha.
El diputado nacional del FpV por la provincia de Neuquén Darío Martínez pondrá hoy a disposición del fiscal Federico Delgado y el juez Sebastián Casanello los certificados originales de Kagemusha SA, emitidos por el registro público de Panamá, que prueban que la firma está activa y que su vicepresidente es Mauricio Macri. La documentación que aportará el legislador amplía la denuncia contra el actual presidente de la Nación por presunta infracción al artículo 303 del Código Penal.
Kagemusha no figuraba entre las sociedades offshore reveladas como parte del los llamados Panama Papers, aunque su constitución guarda similitudes con Fleg Trading, la que sí aparecía en el listado que surge de las filtraciones de documentos del estudio Mossack Fonseca de ese país centroamericano. En ambas, Francisco Macri es quien aparece como presidente de la sociedad y su hijo Mauricio como vice. Al igual que con Fleg Trading, en el caso de Kagemusha la explicación oficial fue que "no había nada irregular en la existencia de la empresa", ya que no había tenido movimientos y permanecía inactiva. Así se daba por justificado que no figuraran en las declaraciones juradas de Mauricio Macri, ni en las impositivas ni en las que está obligado a presentar como funcionario para exponer su situación patrimonial y la evolución de la misma.
Pero los elementos que hoy se sumarán a la causa darían la pauta que la realidad, en algunos aspectos, es diferente a como se la presentó. El juez Casanello pidió, por exhorto a las autoridades de Panamá, información acerca de estas firmas radicadas en ese país. Pero el diputado Martínez se adelantó a los tiempos del trámite y viajó al istmo para obtener por sí mismo la documentación solicitada. Los certificados oficiales que hoy tendrán a su disposición el fiscal y el magistrado probarían que la empresa sigue activa y que el actual titular del gobierno argentino sigue figurando como vicepresidente de Kagemusha.
En el mes de julio, en declaraciones periodísticas, Mauricio Macri insistía en que lo relacionado con las empresas off shore y los Panama Papers "quedó absolutamente claro", en cuanto a que no había nada oculto: "solamente fui director durante unos meses de una compañía de mi padre que estaba declarada". Acerca de su vinculación con la misma, sólo informó que "era un episodio de mi vida privada, del año 98; para mí quedó absolutamente claro que no tengo nada que haya ocultado y está todo perfectamente en regla".
Las declaraciones juradas del primer mandatario están bajo la lupa de la Justicia Federal. El juez federal Sebastián Casanello estudia si Macri incurrió en el delito de omisión maliciosa en su declaración jurada de bienes, donde no figuraban las firmas offshore Fleg Trading LTD y Kagemusha.
Los mecanismos son repetidos, tanto de funcionamiento como su posterior justificación. Cuando estalló el escándalo de los Panama Papers, el presidente informó que la primera firma offshore encabezada por su padre que se le atribuyó, Fleg Trading, quedó inactiva porque el grupo no logró llevar Pago Fácil a Brasil. Sin embargo, los registros comerciales paulistas a los que tuvo acceso este diario revelan cómo Socma puso en marcha ese negocio en el país vecino a comienzos de 2001. El emprendimiento fue canalizado con una subsidiaria del holding llamada Global Collection Service do Brasil. En el caso de Kagemusha se repitieron los mismos argumentos, pero recién ahora empiezan a conocerse elementos que probarían que hay algo más que una empresa registrada e inactiva desde su fundación detrás de ese nombre de película.
El diputado Martínez prometió aportar información que vincularía a las firmas de Macri entre sí, y además con otras hasta ahora no reveladas que cumplirían la misma función de ocultamiento de operaciones. En definitiva, ese es el objetivo para el que se inscriben las firmas offshore en guaridas fiscales.
MEDIOS Y COMUNICACIÓN
Territorializar la batalla cultural
Héctor Poggiese y Eva Piwowarsky proponen que municipios y provincias intervengan en el debate de los medios desde un medio propio o asociado con otros actores de la sociedad.
Por Héctor Poggiese * y Eva Piwowarsky **
El dominio de los grandes medios hegemónicos y concentrados de la prensa se torna incontenible e intolerable. Sin andar mucho, en estos días han cerrado una etapa bélica ("periodismo de guerra" según Blank, una de las plumas más tenaces de Clarín) en Brasil, con un triunfo altisonante que significó derribar a una presidenta escogida por el voto de la ciudadanía. En Argentina mantienen el fuego cerrado de acusaciones múltiples, a diestra y siniestra, contra funcionarios del gobierno K y en humareda levantada ocultan los haceres del actual gobierno nacional destinados a favorecer a los poderosos del dinero y a apretar a los humildes contra el fango del desempleo, los precios escandalosos y el retiro sistemático de los derechos reconocidos, creados, conquistados en el período que se pretende borrar de la historia y la memoria.
En pocos meses quedaron liquidados todos los avances de la LSCA, entre ellos la reserva del 33 % del espectro radioeléctrico para las organizaciones sin fines de lucro, la limitación antimonopólica de cantidad de canales y señales, la pluralidad de la grilla de TV, los porcentajes de contenidos locales y nacionales.
Varios estudiosos del papel de la prensa (Ramonet, Rincón, De Moraes, por citar algunos) han manifestado y escrito que el factor más difícil de superar de la acción concentrada de los multimedia no es el monopolio informativo sino lo que denominan "el monopolio de la audiencia". Como un monstruo que aprisiona son sus tentáculos, aun si pudieras atenazarle alguno con normas legales y controles administrativos, dispone de otros indomables con los que te voltea en la batalla cultural. La forma de vencer ese monstruo aun es desconocida pero conviene preguntarse sobre qué hacer mientras tanto esa forma sea descubierta.
Tal vez las trincheras debieran ser menores y los campos de batalla más acotados, pero no habría que descartar enfrentamientos localizados. ¿Un gobierno local que no coincida con el vendaval neoliberal, habría de permanecer inmóvil ante una acción estructurada que socava los cimientos de su política orientada a los intereses populares y a su región? ¿Los medios alternativos locales de empresas pequeñas o entes comunitarios conseguirían, uno a uno, superar en su propio territorio aquel dominio? ¿Las universidades públicas con medios propios y consejos sociales consustanciados con el desarrollo local y las interrelaciones en el territorio donde se asientan, serán ajenas al debate de ideas y proyectos? Tal vez la cuestión apareciera como demasiado difícil para cada uno. ¿Por qué no asociarse de alguna manera especial, para una faja de la comunicación, sin perder su identidad ni autonomía, pero produciendo un mensaje comunicacional conjunto, una agencia local de noticias, un programa de radio y/o TV con diseño y recursos mixtos, que pueda ser leído y entendido como producto de un colectivo, de un conglomerado? Yendo de menos a más, hasta un medio propio de ese colectivo local-territorial mixto de estrado y sociedad pudiera proyectarse.
La LSCA definió tres formas de prestadores para operar los servicios (gestión estatal, gestión privada con fines de lucro y gestión privada sin fines de lucro) superando la ley de la dictadura que solo aceptaba la propiedad privada comercial. En los 21 recientes puntos de la Coalición para una Comunicación Democrática (CCD) se hace lugar también a formas asociativas mixtas públicas y privadas.
Sociedad mixta cogestiva es una posibilidad jurídica en el derecho nacional y comparado. Y, de hecho, una práctica de tal tipo de asociación se experimentó durante varios años en procura de construir una industria local de TV. Nos referimos a los conglomerados que promovía la LSCA en su artículo 153 y se materializó en el Programa de Polos Tecnológicos de la TDA. En los 44 Nodos de tal programa, organismos públicos nacionales, municipales o provinciales, organizaciones comunitarias, canales de TV locales, sindicatos, productoras, guionistas, redes y ongs de comunicadores o de comunicación y otros actores conformaron colectivos asociados, a los cuales allegaban sus propias especialidades y recursos.
La territorialidad de los poderes democráticos en nuestro país puede ser de escala nacional, provincial o municipal, esquema jurisdiccional que puede diferir en forma parcial en algunos otros países de la región, como también puede ser distinta la visión y la acción político-estratégica de los gobernantes electos. Nada impediría, por ejemplo, que un municipio o provincia se plantee intervenir en el debate de los medios desde un medio propio o asociado con otros actores de la sociedad, de la misma manera que cualquier intendente puede organizar un presupuesto participativo – por su estilo de formular y decidir sus políticas
ç– aunque el gobierno de la jurisdicción nacional no lo comparta.
Si esa acción comunicacional asociada se instala en distintos municipios, habrá territorios, aun acotados, donde la población acceda a un mensaje contrahegemónico reconocible e intencionado, capaz de competir en la conquista de la audiencia.
Una futura ley pudiera venir a adoptar y contemplar esta concepción siempre que en el mientras tanto, los actores de la comunicación hubieran ido ensayando e innovando modelos territorializados de comunicación democrática en los cuales lo fundamental de la innovación no haya sido el mensaje, sino el medio. O sea, apostar a que la ecuación democratizadora de la comunicación se juega en la naturaleza del actor que la produce. Si ese actor es mixto de sociedad y Estado se habrá generado una modificación no apenas en el mensaje, sino en el tejido social que lo sostiene y produce.
*
De Flacso-PPGA, fue orientador metodológico del programa Polos Audiovisuales de la TDA.
**
Ex coordinadora nacional del programa Polos Audiovisuales de la TDA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario