lunes 24 de marzo de 2016
Tini Stoessel. Marca personal
Por Deborah Maniowicz LECTORES@VEINTITRES.COM
Rodeada de millones a los 19. Personalidad de la tele mundial, la carrera de la joven estrella parece no tener techo. Cómo pasó de una naif chica Disney a la sensual millonaria e influencer con nombre propio.
Una chica de unos nueve años se escabulle en el living de Susana Giménez y se para sigilosamente detrás de las cámaras para observar el show. Sueña con ser como la "Su", a quien identifica como la número uno del showbusiness local. Diez años más tarde, esa chica es elegida como una de las veinte figuras femeninas más influyentes de la televisión mundial, según la revista norteamericana The Hollywood Reporter. Esa chica es Martina Stoessel, que nació como un producto de Disney – Violetta – y logró autoposicionarse – es un decir, porque su padre, el productor televisivo Alejandro Stoessel, fue su escultor – como una marca propia: Tini.
En la película Tini
Alcanzó las 1.400 millones de visitas en YouTube, vendió 2,8 millones de discos y recaudó más de 6,5 millones de dólares. Su vida está rodeada de millones. Seis ceros de seguidores en Twitter, Instagram y Facebook. Y miles de productos con su cara: diarios íntimos, disfraces, acolchados, micrófonos, mochilas, DVDs, bandoleras, cocinitas de plástico, bijou, bucleras, paraguas, muñecas, bicicletas, tarjetas, invitaciones, pianos, perfumes, guitarras, ojotas, luncheras, rayuelas, relojes, billeteras, cartucheras, sábanas, zapatillas, valijas, auriculares, carpetas, toallones y labiales, por nombrar solo las primeras tres páginas de productos que figuran en Mercado Libre. ¿Pero cómo pasó de ser la protagonista naif de Disney Channel a la sensual millonaria e influencer con nombre propio?
Como Violetta para un show del Pro
Martina tiene 19 años: nació el 21 de marzo de 1997 en Buenos Aires y es la menor de dos hermanos. Estudió canto, piano, comedia musical, teatro y baile. Hasta los 14 años vivió como una adolescente del montón, salvo por un papel menor en la telenovela Patito Feo. Pero ese año su papá Alejandro le pidió un favor: que cantara algunas canciones para un proyecto que presentaría en Disney. Ese momento cambió su destino. Los productores desecharon el piloto y se centraron en "la chica que canta". La invitaron a participar del casting de Violetta y se quedó con el papel protagónico. Violetta fue una coproducción entre Latinoamérica, Europa, Medio Oriente y África, lo que puso al mercado internacional a sus pies.
Cantando el tema de Frozen
– ¿Alguna vez sentiste que los chicos se ven intimidados por quien sos? – le preguntó hace unos meses el periodista Luis Corbacho, de El Planeta Urbano.
– Para nada, yo ante todo soy una chica normal, una más del montón. Y en el amor actúo con total normalidad y siempre con los pies en la tierra.
Aunque es evidente que una chica que alcanza la fama a los 14 años, hace crecer un 93 por ciento la audiencia de Disney Channel, lidera los primeros puestos en Argentina, Colombia, Chile, España, Turquía, México y Rusia, tiene discos de triple platino, no es una más del montón, ni nunca lo va ser, Tini se esfuerza por parecerlo. Desde que es chica, sus padres intentan preservarla del mundo exterior, la sobreexposición y la soledad de las giras: la acompañan a todas. La obligaron a terminar el colegio a la distancia, a pasar vacaciones en familia y a incluir a su hermano Francisco en algunos proyectos. Manejar sus millones les da a sus padres, entre otros beneficios, ese poder de decisión.
Cuando The Hollywood Reporter publicó la lista de las 20 mujeres más poderosas de la televisión mundial, la definió así: "Es la más joven y la única no ejecutiva de esta lista. La actriz, bailarina y cantante que causa sensación en el mundo ganó su lugar luego de tres temporadas como la estrella de Violetta, la telenovela juvenil producida por Disney. Siendo un hit de rating en toda América latina y Europa continental, la argentina se convirtió en la heroína para una generación de niñas de entre 10 y 14 años".
En su historia también cuenta con haber hecho un show gratuito para 250 mil personas – que le costó al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires más de 3 millones de pesos – haber tocado en la Villa 31 – también contratada por el Pro – para otras 15 mil, haber cantado en el Estadio Olímpico de Roma convocada por el papa Francisco, haber publicado un libro autobiográfico donde confiesa por ejemplo que "dejé la mamadera a los 6 años y me chupé el dedo hasta los 12", y una película – Tini: el gran cambio de Violetta – que rápidamente se convirtió en éxito mundial. En los pasillos televisivos se dice que Underground la pretende para protagonizar una tira el año próximo.
"Da la sensación de que sabe perfectamente lo que hace: es muy decidida, pero un éxito de estas características marea a cualquiera. En términos personales, todavía le queda bastante por demostrar. No es lo mismo el talento personal que ocupar un rol en una novela, donde uno es parte de una fórmula que ya se replicó varias veces. Le queda mucho por aprender. En un medio tan exitista como es la televisión, es necesario pasar por fracasos para aprender", analiza Agustín Sacanell, director de contenidos de la productora Kapow, que trabajó con Cris Morena en éxitos como Floricienta y Rebelde Way: sabe lo que es trabajar con chicos y con sus padres. Por eso dice que "es importante que las familias los hagan tomar conciencia de la realidad. Es un peligro que un niño trabaje, porque el día que le sacan el dulce puede entrar en depresiones muy graves. Por eso es tan importante saber si la familia está ahí para vivir de ellos o para apoyarlos".
Marketing. La lista de productos llena varias páginas y va de acolchados a bicicletas.
Mientras estuvo bajo el ala de Disney, siguió a rajatabla todos los mandatos de la empresa: no se mostró sensual ni provocativa, no colgó en sus redes sociales fotos de su vida personal, cuidó su apariencia y su lenguaje, defendió el producto y fue agradecida en cuanta nota con la prensa dio. Por eso, al igual que Miley Cyrus cuando dejó de ser Hannah Montana, en el momento que Tini se emancipó de Violetta y terminó el contrato con Disney, se reinventó: no solo se independizó de la empresa de entretenimientos, sino también de su etapa naif.
Hoy, aunque sigue siendo la indiscutible ídola teen, se la disputan las marcas de ropa – Stoessel es una fanática confesa de los perfumes, la moda y los zapatos – los hombres (ver aparte) y las productoras internacionales. Una carrera precipitada y brillante que parece no tener techo.
Éxito precoz
14 años tenía cuando Disney la contrató.
3 temporadas y 240 capítulos hizo de Violetta.
130 países reprodujeron la serie juvenil.
1400 millones de visitas en su canal de YouTube.
250 mil personas la vieron en el recital organizado por el Pro en 2014.
6,5 millones de dólares lleva recaudados, según The Hollywood Reporter.
Ronaldo debe esperar
A Tini Stoessel le sobran pretendientes. Su última conquista es nada menos que la megaestrella del fútbol Cristiano Ronaldo. El delantero del Real Madrid sigue desde hace un tiempo a la cantante adolescente en Instagram y no tiene prurito en demostrar que la argentina le gusta. En los últimos días le puso "me gusta" – lo que en esa red social es un corazón rojo – a una foto en la que a Tini se la ve muy sensual. Sin embargo, Stoessel está en pareja desde hace unos meses con Pepe Barroso Silva, hijo de un magnate español. Barroso estudia dirección y administración de empresas y relaciones internacionales en Estados Unidos y es modelo ocasional. La pareja se conoció en el rodaje del videoclip "Great Escape", que se estrenó en mayo. Por ahora, Ronaldo tendrá que esperar.
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