
miércoles 12 de octubre de 2016
ALFONSÍN CRITICÓ A LA CONDUCCIÓN DE LA UCR Y 
ORGANIZÓ UN HOMENAJE A YRIGOYEN PARALELO AL 
DE MACRI
En Cambiemos brota la interna radical
El diputado radical remarcó sus diferencias con el PRO y les reprochó "falta de firmeza" a las autoridades de su partido. Encabezará esta tarde su propio acto en el cementerio de Recoleta. No fue invitado al recordatorio oficial en Olivos.
Por       Sebastian Abrevaya
El diputado Ricardo Alfonsín volvió a dejar expuesta la grieta que se mantiene abierta al interior de Cambiemos. El dirigente radical habló de sus "diferencias" con el PRO, se quejó de la poca influencia que tiene su partido en las decisiones de Gobierno y le reprochó a las autoridades de la UCR nacional falta de "firmeza" para reclamarle mayor participación al macrismo. "No le vamos a responder. Está enojado porque se está quedando afuera de todo y lo único que le queda es salir a diferenciarse", retrucaron anoche en el entorno de José Corral, presidente del Comité Nacional, quien hoy acompañará a Mauricio Macri en su homenaje a Hipólito Yrigoyen en la quinta de Olivos.
El nuevo brote de conflicto en Cambiemos se disparó por el acto encabezado la semana pasada por Cristina Fernandez y Leopoldo Moreau en el que se reivindicó la figura del primer presidente radical. Corral y otros dirigentes del oficialismo radical se enardecieron y denunciaron el "robo" y la "utilización" de sus símbolos por parte de la ex mandataria y, según ellos, el "ex" referente radical.
Alfonsín calificó como "adolescentes" a los hombres de su partido que se enojaron por aquel acto y dijo que antes deberían "hacerse cargo" si otros reivindican las banderas históricas del partido.
"Me parece que Yrigoyen como Perón son dirigentes que trascienden sus propias pertenencias políticas, no me parece mal que se hagan homenajes, pero más que homenajes lo que tenemos que hacer los radicales es imitarlos, actuar en consecuencia", afirmó ayer Alfonsín, dejando entrever nuevamente sus diferencias. Como jefe de la UCR bonaerense, el hijo del ex presidente también armó su propio homenaje a Yrigoyen, que será hoy a las 15:30 en el panteón de los caídos por la Revolución del '90, en el cementerio de la Recoleta. Será su último acto en ese cargo, ya que hace pocas semanas perdió la conducción en manos de Daniel Salvador, el actual vicegobernador, apoyado por Ernesto Sanz y María Eugenia Vidal. Alfonsín, en cambio, negoció ir de delegado al Comité Nacional, un lugar desde el cual podría llegar a disputar la jefatura del partido, que se renueva a fin del año próximo.
El ex candidato presidencial también salió al cruce de Leopoldo Moreau, quien supo ser su rival en las internas de la UCR bonaerense. "No es radical. Pertenecer a un partido es cumplir con las obligaciones, estar afiliado, quien no las cumple no se puede decir radical", argumentó en declaraciones a la radio FM Futurock.
Además, Alfonsín también rechazó la idea del titular del Sistema Nacional de Medios Públicos, Hernán Lombardi, de prohibir que los espacios públicos lleven el nombre de personas que no hayan fallecido hace más de 20 años. El hijo de Raúl Alfonsín (fallecido en 2009) manifestó que si lo que se busca es combatir el populismo, eso se realiza "despersonalizando la propaganda de la gestión". "El culto a la personalidad y la propaganda personalizada en la gestión de alguna manera es un culto a la personalidad", remató.
"Se habían olvidado"
"Al radicalismo le da bronca porque se dieron cuenta que se habían olvidado del centenario de Yrigoyen", disparó ayer Leopoldo Moreau, en respuesta a las críticas que los radicales de Cambiemos le hicieron por el acto en homenaje a Hipólito Yrigoyen que realizó junto a CFK. El dirigente del Movimiento Nacional Alfonsinista-Forja cuestionó también el recordatorio que hoy encabezará Macri en la quinta de Olivos. "Hubiera sido mejor que el acto lo organizara la UCR y lo invitara a Macri, no que lo organice Macri y los invite a ellos", sostuvo Moreau y remató: "Yo me fui de la UCR para seguir siendo radical. Si hubiese seguido, hoy sería furgón de cola de Macri".
MEDIOS Y COMUNICACIÓN
Curas comunicadores alternativos
Washington Uranga presenta como experiencia de comunicación alternativa las "Cartas al Pueblo de Dios" que quincenalmente difunden los sacerdotes católicos que integran el Grupo de Curas en la Opción por los Pobres.
Por        Washington Uranga
Desde hace casi nueve meses el llamado Grupo de Curas en la Opción por los Pobres (COP) emite quincenalmente una "Carta el Pueblo de Dios" en la que hacen un recuento de información nacional de todo orden y aprovechan para exponer sus opiniones sobre la situación del país. Los COP son sacerdotes católicos que trabajan en medios populares y suelen expresarse con autonomía respecto de la institución eclesiástica y de sus autoridades.
Las cartas, que no están dirigidas solo a los católicos, se han transformado en una experiencia de comunicación alternativa digna de ser analizada desde la perspectiva religiosa, por cierto, pero también desde la mirada de quienes se ocupan de los temas de comunicación.
"A poco de cumplidos los dos meses del gobierno de Cambiemos (principios de febrero) nos preocupaba la falta de información" afirma el sacerdote Eduardo de la Serna, coordinador de los COP, en diálogo con Página/12 a propósito de la iniciativa. "Las voces opositoras eran muy pocas, y el aparato mediático de publicidad era inmenso", sostiene. Y relata que "un grupo de curas nos reunimos en ese entonces en Berazategui, en una parroquia, para ver qué hacer, qué decir… y surgió la idea de escribir una carta quincenal - que llamamos "al Pueblo de Dios" - informando a quienes quisieran oír algunas cosas que ocurrían y no tenían la debida trascendencia".
¿Por qué ahora y no antes? se le pregunta. "No negábamos que ocurrieran cosas en tiempos anteriores, pero había centenares de voces que informaban de eso, o - con frecuencia - deformaban. Antes no hacían falta voces que mostraran cosas cuestionables del gobierno anterior" afirma el sacerdote.
Ya van diecisiete ediciones de la "Carta el Pueblo de Dios" y en ellas se puede encontrar un compendio de información y voces que no alcanzan repercusión en el sistema mediático. Con el tiempo "la Carta" también creció en extensión, por los datos que los curas recogen aquí y allá entre sus feligreses, pero también por el aporte de organizaciones y grupos que aprecian la existencia de este canal abierto de comunicación alternativa. Las cartas son cada vez más extensas. La última fue de 17 páginas.
"Lo siguiente que nos propusimos fue no preocuparnos si la carta resultaba extensa", dice de la Serna, conocedor de que los textos excesivamente largos difícilmente logren espacios en los medios de comunicación. "Es sabido que lo largo atenta contra la lectura, pero nos guió el ejemplo de monseñor (Oscar) Romero (arzobispo salvadoreño asesinado el 24 de marzo de 1980) que domingo a domingo por la radio diocesana (u otras cuando las bombas acallaban la señal) informaba a todos todo lo que ocurrió en la semana transcurrida en violaciones de derechos humanos, en atentados, en lo que afectaba a los pobres".
Está claro que el propósito de los COP no es aparecer principalmente en los medios masivos de comunicación, sino llegar a través de redes sociales, impresas y circulando de mano en mano, ser leídas en las capillas y parroquias. Para muchos estas cartas son documentos que sirven para debatir la realidad del país desde la perspectiva de los pobres.
"Las homilías de Romero eran larguísimas, lo contrario de lo que se espera que una homilía sea, pero el país entero se paralizaba escuchándolo. Tener una voz profética fue el criterio, probablemente poco periodístico" agrega al respecto el coordinador de los COP.
También existe cuidado para que la información que se incluye sea veraz y esté comprobada. "Nos comunicamos en las redes para que toda la información, debidamente chequeada, pudiera juntarse para luego distribuirla temáticamente en la carta", sostiene el sacerdote.
No se rehúye el debate y el posicionamiento político. "Hay algunos temas que son recurrentes, especialmente porque nos negamos al olvido, como la prisión política e injusta de Milagro Sala y sus compañeros y compañeras, y el escándalo de los Papeles de Panamá", asegura de la Serna.
Ni él ni el resto de sus compañeros sacerdotes desconocen la importancia política y comunicacional de lo que están haciendo. "Sabemos que las cartas tienen una trascendencia importante. Gente creyente o no, de diferentes grupos y regiones las tienen como punto de referencia. Y eso molesta en el Gobierno. Molesta y nos han infectado de trolls los espacios, o incluso nos han seguido, o hasta ha aparecido gente doliente o agradable a encantarnos, seducirnos y tratar que 'pisemos el palito'. Sabemos que al Gobierno y sus amigos les molesta, como vemos en algunas reacciones y publicaciones. Un Gobierno que sigue intentando callar todas las voces posibles, espiar periodistas, no pagar pauta publicitaria, muestra todo su autoritarismo, y como curas, desde la Palabra de Dios y mirando la realidad, 'con un oído en el Evangelio y otro en el corazón del pueblo' seguimos decididos a hacer escuchar nuestra voz", concluye.
MEDIOS Y COMUNICACIÓN
¡Vamos! (¿A dónde?)
Hugo Muleiro analiza críticamente, desde lo comunicacional y lo político, la campaña publicitaria que lleva adelante en estas semanas el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
Por        Hugo Muleiro    *
Si la campaña publicitaria intensa que realiza el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires estas semanas fuera indicativa de determinaciones políticas del partido gobernante en el distrito y del jefe de la administración, no sería del todo fantasioso pensar que Horacio Rodríguez Larreta quiere gestionar un parque de diversiones, o ser alcalde de Disneylandia.
Sin embargo, ya quedó demostrado cuan desacertado es menospreciar los mensajes, las imágenes, los colores, los globitos, las sonrisitas, las palabras que aparentemente no dicen nada, en fin, el entramado de teatralizaciones -como bien las llama Horacio González- que el PRO usa a toda conciencia para escalar en el poder, influyendo en los planos más formales -como los procesos electorales- y en los simbólicos.
La campaña parece referirse únicamente a los ánimos expansivos que, según la convención, son obligatorios en primavera. Un objetivo modesto si no fuera porque el comienzo del mensaje trae el título "la ciudad la hacemos entre todos", lo que da derecho pleno a invocar prioridades, asuntos mucho más desafiantes que la elección de un lugar de paseo o cuál trinar de los pajarillos.
Dada la magnitud del esfuerzo económico -la campaña aparece en cuanta emisora se sintonice y se desarrolla también en la vía pública-, puede suponerse que el elenco gobernante le dio más peso y significado que un mero divertimento de estación. Así: ni hacemos entre todos educación, ni seguridad; ni salud pública hacemos, ni mejoras en el tránsito y planes productivos. Lo que hacemos entre todos es "morfar", "chusmear", "gambetear", "besar", "matear", "fotear" (genial inventiva del guionista para evitarnos el agotador verbo "fotografiar"), "fichar", "joder", "cantar" y "desconectar".
Este conjunto de acciones: A) ¿define lo que en verdad hacen los habitantes de la ciudad? B) ¿expresa el modo en que los "creativos" ven a esos habitantes? C) ¿resume la propuesta que Rodríguez Larreta y su elenco formulan o, dicho de otro modo, es lo que desea que los habitantes hagan? Si alguna de las tres posibilidades abarca en porción significativa a por lo menos una parte de la vecindad, lo primero que solidariamente se puede proponer es evacuar con urgencia.
Pero no es todo. La mayoría de estas acciones son mostradas como netamente individuales: no hay casi interacciones humanas, no hay comunidad. Lo de "chusmear", actividad que necesita de por lo menos dos personas, se reduce a una sola, una mujer mayor que, eso sí, tiene la fortuna inmensa de estar sentada muy tranquila en la vereda, como si viviera en otra ciudad. El "beso" es inevitablemente de una joven pero no se lo da a otro ser viviente, sino a la lente. Y así: quien matea lo hace también con la cámara y quien "fotea" tiene el inconmensurable acto creativo de tomar imágenes de automóviles que avanzan por una avenida. Un músico toca en un pasillo del subte pero esto es "desconectar", lo que subvierte rotundamente el sentido de esa acción, salvo que se acometa en la más perra de las soledades.
Y llega el remate: mientras la voz nos habla de disfrutar la ciudad, Rodríguez Larreta morfa con otras dos personas, eso sí, sin rostro. Cierra la consigna optimista: ¡Vamos Buenos Aires!
Todo esto es marca PRO. Como toda fuerza derechista que se precie de modernidad comunicacional, el partido de Macri nunca hizo enunciados políticos reconocibles, salvo sus exabruptos o pronunciamientos fuera de planificación, aunque sí sabe hallar y explotar recursos de alta efectividad, en lo que es ejemplo principal el "Cambiemos" con el que triunfó. Pero aún nutriéndose en esa matriz, el capo porteño atraviesa límites. Es diferente a la gobernadora Vidal, quien puede abandonar la sonrisa perenne y componer gesto cariacontecido para pisar unos charcos de "zona inundada", o fatigarse en alguna reunión con intendentes pensando en la votación de 2017, mientras impulsa un impuestazo y una toma de deuda que solo puede hacer sonreír a la carroña financiera que tan bien representa Alfonso Prat-Gay.
Si hasta Macri, que es hombre de agotarse con cierta facilidad, va al Gran Buenos Aires y asume el trabajo de actuar junto a unos pobres. Más piola es Rodríguez Larreta, que aceptó el esfuerzo para esta pieza, pero frente a una envidiable picada.
El Jefe de Gobierno y/o su laboratorio, ¿acaso saben que en estos mensajes quedan representados los "vecinos" que ya lo respaldaron una vez? Si estos votantes se dieran por hechos con "chusmear", "joder" y "fotear", tiene la reelección asegurada.
*    Escritor y periodista, presidente de Comunicadores de la Argentina (Comuna).
DESARROLLAN EN EL PAIS UN SOFTWARE PARA DETECTAR MALES 
POCO FRECUENTES
Nuevas tecnologías para las enfermedades raras
Investigadores de la UBA diseñan un software que analiza el genoma de pacientes con predisposición a estas afecciones, que involucran a unos 3 millones de argentinos. El objetivo es un sistema de diagnóstico preciso y temprano. Las bondades de la genómica y la bioinformática.
El biólogo Marcelo Martí encabeza el proyecto 100 Exomas.
Por        Pablo Esteban
Síndrome de Angelman, leucodistrofias, esclerodermia, talasemia mayor, quistes de Tarlov, hiperinsulinismo congénito son algunas de las 7 mil enfermedades "poco frecuentes" que afectan a la humanidad en todo el mundo. Muchas de ellas son afecciones de origen genético que alcanzan a un individuo cada 2 mil y pueden ocasionar discapacidades, malformaciones e, incluso, poner en riesgo la vida de los pacientes. Frente a ello, un consorcio público-privado impulsa la iniciativa denominada "100 Exomas", que busca informar y capacitar a los profesionales de la medicina respecto al tratamiento de patologías poco usuales a partir del diseño de nuevas tecnologías. Uno de los responsables del diseño del software, el doctor en Biología Marcelo Martí, encabeza el proyecto y aclara todo lo vinculado a esta campaña cuyo objetivo es contribuir a mejorar el funcionamiento del sistema de salud para ayudar a los sectores más desfavorecidos.
Genes y autos
Cada gen natural – o "salvaje" – está preparado para producir una proteína encargada de cumplir con funciones fisiológicas determinadas. Sin embargo, en algunos casos, se desarrollan alteraciones genéticas que modifican la actividad de la proteína, la inhabilitan para realizar sus tareas asignadas y pueden resultar nocivas para el organismo. De modo análogo, se podría pensar que el cuerpo humano es un automóvil que transita de maravillas las calles porteñas y en un instante concreto, alguna pieza fundamental, como pueden ser los frenos, es reemplazada por una que no puede cumplir las tareas adecuadas. El sistema pierde coherencia y los peligros incrementan.
En este sentido, Martí señala: "El mecanismo es más o menos conocido, el ser humano posee alrededor de 20 mil genes. Si en algún momento fallan al menos 3 mil, es muy probable que se desencadene una enfermedad de las denominadas poco frecuentes". Y luego aclara que "es cierto, los genes fallan muy poco, por eso el proceso evolutivo no les permite perdurar porque justamente no dejan descendencia". De este modo, cuando una persona es diagnosticada con una de estas anomalías poco corrientes y se sospecha su asociación genética, el proyecto genómico diseñado por los especialistas de la UBA (FCEN) propone estudiar el genoma para especificar, junto al profesional médico, cuál o cuáles de las mutaciones podrían ser responsables de la enfermedad.
En general, son síndromes que se detectan durante el nacimiento o en algún momento previo, como pueden ser retrasos madurativos, malformaciones o bien cualquier tipo de trastornos severos. Aunque muchas circulan en el ámbito familiar, algunas emergen de modo espontáneo. Son patologías que los hijos heredan de sus padres de modo directo o bien pueden ser mutaciones "nuevas".
De este modo, como se trata de afecciones genéticas que no se pueden "curar" porque pertenecen al genoma del paciente, el sistema de diagnóstico se convierte en una herramienta importante que agiliza el examen preciso de la causa molecular que altera su salud. En efecto, "es útil en la medida en que permite a los enfermos realizar una planificación familiar con el objetivo de analizar qué probabilidades tiene su descendencia de adquirirla y también para generar un mejor manejo y tratamiento".
Así, del mismo modo que los vehículos necesitan de los mejores mecánicos para recuperar un buen funcionamiento, los pacientes precisan de los expertos y sus mejores herramientas de diagnóstico. Para pulir, en definitiva, la detección de los problemas y mejorar la efectividad de los tratamientos a gran escala.
Las tecnologías comprometidas en la realización de estudios genómicos presentan dos etapas. En la primera, vinculada a la fase de laboratorio, se utilizan equipos de secuenciación de próxima generación que tienen la capacidad, en apenas unos días, de examinar el genoma entero de una persona. Los especialistas toman una muestra sanguínea del paciente y extraen su ADN. La segunda, se abre con la etapa de contraste, en que se comparan los datos extraídos con el "genoma humano de referencia" –modelo que se considera normal o standard por la comunidad médica para que un individuo sea considerado "sano"– para evaluar cuáles son las mutaciones. Todos los datos se cargan en una plataforma bioinformática de fácil utilización, se sistematizan y se predice el impacto de las variantes genéticas. Desde aquí, uno de sus impulsores explica: "Desarrollamos un software para tratar de determinar a partir de la información que nos provee el profesional, cuáles de las mutaciones podría ser la responsable de la enfermedad en cada caso. Apuntamos a los pacientes que a priori se les dificultaría pagar por el servicio".
100 Exomas es una campaña sin fines de lucro que busca secuenciar en el corto plazo 100 muestras. El propósito es compartir con la comunidad médica el modo en que las nuevas tecnologías pueden colocarse al servicio del sistema de salud y logran contribuir al diagnóstico temprano de pacientes. Es un proyecto impulsado a partir del acuerdo entre la empresa Bitgenia (conformada a partir del subsidio Emprendimientos de Base tecnológica que otorga el Ministerio de Ciencia y Tecnología), el aporte de la compañía de software Fluxit e investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, que brinda prioridad a las instituciones públicas. Las consultas se pueden realizar con un correo a info@bitgenia.com.
Genómica y bioinformática
La genómica engloba al conjunto de ciencias y técnicas dedicadas al análisis del origen, el funcionamiento y la evolución del genoma. Emerge como un área de conocimiento en constante actualización cuyas bondades pueden ser aprovechadas en campos tan disímiles como la salud humana, la biotecnología y la producción agropecuaria. Tanto es así que, en la actualidad, es considerada como un sector estratégico por los gobiernos de Estados Unidos e Inglaterra que diseñan planes de "medicina de precisión". Mientras que Obama anunció la secuenciación de 1 millón de estadounidenses para los próximos años, la administración de Theresa May prevé hacer lo propio pero con 100 mil de sus habitantes. El imperativo es claro: que la ciencia transforme las sociedades lo antes posible. Tal vez, llegó el momento en que las predicciones se tornaron inútiles porque el futuro ya llegó.
Como explica Martí, "a principios de siglo XXI se produjo una verdadera revolución que se caracteriza por la implementación de grandes avances tecnológicos que permitieron estudiar el genoma. Desde aquí, la genética devino en genómica para adquirir mayor complejidad". Por otra parte, pero en estrecha relación con lo anterior, la bioinformática se define a partir de la ejecución de técnicas computacionales, destinadas a la resolución de problemas biológicos. Así, a partir de la aplicación de las tecnologías de la información y la comunicación, se extraen y sistematizan datos con el objetivo de aprovechar la información circulante que sirvan de insumo para la genómica. "Básicamente, se trata de digitalizar los datos biológicos disponibles, es decir, convertir los datos biológicos en conocimiento", sintetiza el biólogo. Por intermedio de la información obtenida, Bitgenia se compromete a trabajar con los profesionales de la salud para entrenar sus aptitudes para la comprensión y formulación del diagnóstico. Constituida como área estratégica a nivel internacional, se pretende potenciar la genómica en Argentina, con desarrollos tecnológicos de punta y con impacto social.
Un desarrollo de dos años
Por          Pablo Esteban
Marcelo Martí es doctor en Biología por la Universidad de Buenos Aires –Facultad de Ciencias Exactas y Naturales–, investigador independiente del Conicet y profesor del Departamento de Química Biológica. Si bien desde pequeño sintió cierta pasión por el mundillo del conocimiento, al terminar el colegio secundario no tenía demasiado en claro qué carrera seguir. Finalmente, se decidió por descarte: como las matemáticas le resultaban complejas, optó por estudiar biología.
Hace cuatro años, cuando concentraba sus esfuerzos en el análisis funcional de las proteínas, su colega, el doctor Adrián Turjanski – especialista en bioinformática e investigador independiente del Conicet – volvió de Estados Unidos y le propuso la incursión en la genómica. Así, experimentaron un fabuloso proceso de creatividad protagonizado por el cruce de ideas, debates y discusiones de todo color y tipo acerca de cómo llevar adelante el proyecto. Pronto observaron que su aporte radicaba en aprovechar esa enorme cantidad de datos que se extraen de los experimentos en los laboratorios, para vincularlos con la información clínica y contribuir al sistema de salud.
De este modo desarrollaron un software, una herramienta que mejora las capacidades de análisis para responder preguntas biológicas. En este marco, Martí, concluye: "Si bien el software es un desarrollo que nos tomó dos años, se trata de un proceso de actualización y modificación continua, porque los propios pacientes y profesionales alimentan la rueda del conocimiento con nuevas preguntas y nos obligan a mejorar constantemente este instrumento tecnológico".


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